Por Claudia Torrens/ AP
Adriana no sabe cómo decirle a su novio estadounidense que no tiene papeles.
“Las cosas van bien pero mi pregunta es ¿cómo saco este tema? Sé que debo ser abierta, pero es muy difícil no avergonzarse”, relata.
“Anónimo” explica que no se siente ni de Latinoamérica, donde nació, ni de Estados Unidos, donde se crió.
“¿Qué debo hacer? No sé quién soy”, comenta.
Preguntas como esta recibe a montones Angy Rivera, una “dreamer” colombiana de 22 años que ofrece consejos sobre cómo enfrentar la vida cuando uno vive sin permiso de residencia en el país. Desde procedimientos migratorios a problemas de pareja o con amistades, Rivera responde a todo tipo de inquietudes que jóvenes sin papeles de cada esquina de Estados Unidos le hacen llegar a diario.
Las consultas son tanto de temas legales como de cuestiones humanas, lo que hace que la columna, llamada “Ask Angy” (Pregúntale a Angy), resulte una especie de terapia de ayuda.
“Son dudas muy comunes cuando uno empieza a conocer a otras personas y vas a cenar, o al cine, y te empiezan a preguntar sobre tu vida”, dijo Rivera durante una entrevista reciente con The Associated Press. “A muchos les preguntan ‘si ya te graduaste, ¿por qué sigues trabajando de mesero o en la construcción?’ Se sienten menos, no dicen la verdad y hay personas que hasta no tienen una vida amorosa”.
¿Puedo tomar un avión de Filadelfia a California?, le preguntó Namin.
José, de Alabama, le dijo que no puede acceder a la universidad y casi ninguno de sus amigos sabe que no tiene papeles. “¿Me puedes ayudar?”, preguntó, tras admitir que sufre depresión.
La de asesora de personas sin papeles es apenas una de las numerosas ocupaciones de Rivera y llegó a ella por casualidad. La colombiana es una activista que lucha desde distintos frentes por los derechos de los dreamers como ella, jóvenes que fueron traídos al país ilegalmente cuando eran pequeños, se criaron aquí y corren peligro de ser deportados a tierras que prácticamente no conocen.
Pausada y de voz suave, Rivera empezó la columna “Ask Angy” a finales del 2010 como parte de un proyecto del New York State Youth Leadership Council, un grupo de dreamers en el cual promueve su causa en redes sociales como Facebook, organiza actos en los que jóvenes sin papeles anuncian su estatus migratorio y habla con periodistas. Rivera trabaja además para una organización que informa a mujeres sobre salud reproductiva y estudia justicia criminal en el John Jay College de Manhattan, ayudada por una beca del Instituto de Estudios Mexicanos, que forma parte del sistema universitario de la ciudad de Nueva York . Vive en Flushing, Queens, con tres hermanos, un perro y su madre soltera.
Hasta el momento la joven calcula que “Ask Angy” ha recibido unas 300 preguntas por correo electrónico. Le toma tiempo responder y se ríe si la llaman Doctora Corazón. Se describe humildemente como una dreamer que intenta ayudar a otros dreamers.
“No me considero una líder. Entre todos estamos pasando las mismas cosas y nos ayudamos unos a otros”, explicó.
Basándose en sus propias experiencias como joven inmigrante sin papeles que ha tenido novios, amigos y enfrentado obstáculos, Rivera dice que intenta no decirle a la gente lo que debe hacer sino darle todas las opciones posibles y animarla a vivir sin avergonzarse de su estatus inmigratorio.
“Sugiero que le expliques tu estatus a tu mejor amigo”, respondió a José de Alabama. “Sí, puede ser intimidatorio al principio, pero después será mejor. No tendrás ya razones para esconderte o mentir a tus amigos”.
Los dreamers se han hecho escuchar en los últimos años en Estados Unidos. Han formado grupos a través de los cuales organizan campañas a favor de una reforma de las leyes de inmigración y en contra de las deportaciones. Varios de ellos tienen blogs donde hablan de su vida, pero una sección en internet de preguntas y respuestas como la de “Ask Angy” no es muy común. La sección, que usa el idioma inglés, se describe a sí misma como “la primera columna con consejos para jóvenes indocumentados”.
“Ha sido un enorme apoyo para dreamers”, opinó Thanu Yakupitiyage, que trabaja para la Coalición de Inmigrantes de Nueva York y sigue la cuenta de Twitter de la columna.
“Angy ofreció un espacio para que los dreamers hagan preguntas, expresen sus miedos y se sientan escuchados. También ayudó a unir a gente joven que se sentía sola. En ese sentido ha sido una forma creativa de usar nuevos medios para ayudar a impulsar el movimiento dreamer”, dijo la activista.
La columna ha ayudado a la propia Rivera, para quien no fue siempre fácil hablar de su condición de inmigrante sin papeles.
La joven nació en Armenia, en la zona de Quindío, en el norte de Colombia. Fue traída a Estados Unidos por su madre, María Yolanda Rivera, cuando tenía cuatro años.
Su situación de inmigrante no autorizada la sumió en las mismas inseguridades que muchos otros dreamers pero con el tiempo y la ayuda de Leadership Council Rivera aprendió a no avergonzarse de su estatus, según cuenta. Agrega que fue víctima de abusos sexuales de parte de su padrastro durante cuatro años y que logró superar el trauma en buena medida gracias a “Ask Angy”.
“Yo no hablaba de eso, pero escuchar a otros dreamers explicarme sus experiencias….fue la columna la que me animó a contar lo que me pasó”, señaló.
El padrastro de Rivera estuvo detenido un tiempo –Rivera no recuerda si semanas o meses– por el abuso. La muchacha no tiene contacto con él.
Rivera no puede responder todas las preguntas que recibe el mismo día, así que intenta contestar las que parecen urgentes lo antes posible de forma privada y más adelante las coloca públicamente en el portal de internet. Muchas veces necesita investigar un tema para dar respuestas – llamando a abogados y grupos de ayuda -, sobre todo si las preguntas tienen que ver con procedimientos migratorios.
Melissa García Vélez, colombiana y miembro del New York State Youth Leadership Council, describió la columna de Rivera como una “ayuda tremenda” para muchos jóvenes.
“A veces nos sentimos solos y que no tenemos ayuda porque sentimos que no hay nadie que está pasando por lo que pasamos. Este blog ayuda a crear una comunidad, ayuda a muchas personas a contar sus historias y a hacer preguntas que no harían mostrando la cara”, explicó.
María Yolanda, la madre de Rivera, dijo que desde pequeña su hija mostró dotes de líder.
“Cuando estaba en la escuela sus amigas siempre acudían a ella en busca de consejo oportuno”, dijo la ama de casa, de 42 años. “Es de admirar su valentía. Yo tenía mucho terror al principio, cuando ella salió públicamente (al anunciar su estatus migratorio). Yo dije ‘la van a deportar. Me va a tocar irme con ella a Colombia’. Gracias a Dios las cosas no salieron de esa manera y al contrario, ella se ha convertido en un ejemplo para otros”.
Rivera recibe insultos y amenazas de parte de grupos en contra de la inmigración ilegal. Cuenta que la han llamado cucaracha, le han deseado la muerte y la han acusado de ser una carga para el país, robando puestos de trabajo y ocupando espacio que debería ser para estadounidenses en las escuelas. Varios le han dicho que deberían deportarla a ella y a su familia.
El grueso de los comentarios, no obstante, son agradecimientos de dreamers que se sienten revitalizados tras recibir su respuesta.
“Para Angy y todos los valientes jóvenes que están ahí fuera y que han enviado sus problemas por email….todos me habéis inspirado a declarar mi estatus migratorio de esta simple forma. Gracias”, escribió Diana. “Gracias por hacer esto. No dejéis que nadie os haga sentir menos. ¡Podemos construir un mejor mañana!”, comentó alguien que se identificó como XYL.
Hay dreamers, sin embargo, que también han cuestionado la capacidad de Angy para responder preguntas. ¿Eres experta en terapia?, le han preguntado. “Sé lo que significa rechazar becas y oportunidades de trabajo que te ofrecen debido a tu estatus migratorio. Sé lo que significa tener que mentir sobre por qué no puedes conducir o trabajar….Sé lo que se siente al ser indocumentado cada día de mi vida”, ha contestado la colombiana.
Rivera narra su historia como joven sin papeles y el abuso de su padrastro en un documental titulado “No le digas a nadie” que está siendo dirigido por una estadounidense y del cual ya hay avances en Facebook y el portal de internet del Leadership Council. La colombiana espera obtener pronto un visado U como víctima de delitos.
Además de preguntas personales, “Ask Angy” responde muchas consultas relacionadas con el programa federal que lanzó el presidente Barack Obama el año pasado, a través del cual los dreamers que cumplan una serie de requisitos pueden ver suspendida su deportación y obtener un permiso de trabajo temporal.
Otras preguntas provienen de ciudadanos estadounidenses que tienen un novio o novia sin papeles y no saben cómo ayudarles. Algunas son parejas del mismo sexo que saben que si se casan su matrimonio no será reconocido por el gobierno federal y, por lo tanto, no obtendrán beneficios migratorios.
Aun así, muchos jóvenes no se dan por vencidos y escriben a Angy.
“No estás solo”, les dice el inicio de la columna de la colombiana. “Recuerda que las inseguridades y miedos que tienes los están teniendo otros también. No tengas miedo a decir lo que sientes”.
“Ask Angy” en internet:
http://www.nysylc.org/askangy/
Fuente: AP