Las integrantes de la Caravana de Madres de migrantes desaparecidos centroamericanos en México ingresaron hoy al país para recorrer la ruta migratoria en busca de sus familiares, informó Martha Sánchez Soler, presidenta del Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM), quien agregó que en esta ocasión ya se tienen programados cuatro reencuentros.
Dijo que la caravana recorrerá 13 estados del país del 15 de noviembre al 3 de diciembre y “en esta ocasión esperamos tener éxito. Para empezar, es un momento inédito en la historia de México. La situación social está muy convulsa por todos lados, esperamos sorpresas, buenas sorpresas, porque en todos lados donde hemos andado la gente sigue recibiéndonos con mucho gusto y las madres vienen con muchas buenas intenciones de encontrar familiares desaparecidos”.
El grupo ingresó a México por la frontera de Talismán, municipio de Tuxtla Chico y se dirigió a Tapachula, para iniciar las actividades de búsqueda y pernoctar este viernes.
Sánchez Soler dijo en entrevista que “tenemos 4 encuentros ya listos que son de la gente que localizamos en el transcurso del año y que invitamos a las madres que vengan para que puedan encontrarse, porque de otra manera no se pueden ver”.
Remarcó: “Entonces esperamos tener 4 rencuentros, más los que se den en el camino, aparte de las pistas que recogemos y el trabajo que sigue todo el año de dar seguimiento a todo esto”.
Precisó que uno de los encuentros está previsto que se lleve a cabo en Tapachula; otro en un pueblo cerca de Monterrey, uno por Comitán y un cuarto en un lugar que no especificó.
Informó que en las 14 caravanas realizadas a la fecha, han sido localizados 310 migrantes, mientras que “el gobierno no ha localizado a ninguno”.
-¿De cuántos desaparecidos? -le preguntó un reportero.
-Esa pregunta ni me gusta que me la hagan porque en términos estadísticos pues ni siquiera rasguñamos el problema, porque los desaparecidos son muchísimos. Hay cálculos de entre 70 mil y 120 mil migrantes desaparecidos en México. Muchos están en fosas comunes, otros en fosas clandestinas, otros en las morgues y otros andan escondidos en algún lugar de México haciendo su vida más o menos normal, trabajando, pero que no han podido volver a tener comunicación con sus familiares.
Señaló que en muchos casos los indocumentados no se comunican con sus familiares “porque cambiaron todos los códigos telefónicos, sigue siendo gente muy marginada, gente muy pobre; sigue siendo gente muy temerosa porque no tiene documentos; tampoco la opción de regresar es válida para ellos; entonces están un poco atrapados entre dos mundos, el mundo que están construyendo y el mundo que dejaron atrás”.
Insistió en que la cifra de 310 localizados “no es ningún consuelo en términos estadísticos, pero algo se está haciendo y tenemos éxito relativo. Seguimos luchando porque nuestra lucha es que cambien las circunstancias que los obligan a que estas cosas suceden , que cambien las circunstancias en sus países para que no tengan que abandonarlos por peligro inminente a su vida, muertos por hambre o por los cambios climáticos que hay, las sequías por todos lados y sus fuentes de ingreso desaparecieron, o porque los desarrollos modernos, los grandes proyectos les arrebatan hasta sus tierras”.
Fuente: La Jornada