Agentes federales de inmigración ayudaron a arrestar a más de mil 300 pandilleros acusados en todo Estados Unidos en las últimas seis semanas, dijo ayer el Departamento de Seguridad Nacional.
El anuncio de la redada, parte de una operación policial que comenzó en 2005, se efectúa en una época en la que el gobierno del Presidente Donald Trump intenta combatir a las pandillas callejeras como parte de una campaña más amplia de seguridad fronteriza y contra la inmigración ilegal.
Menos de una tercera parte de los detenidos en la última operación eran extranjeros.
Un total de mil 98 sospechosos de pertenecer a pandillas fueron arrestados por diversos cargos penales, tanto federales como estatales, mientras que otros 280 enfrentan cargos administrativos relacionados con su estatus de inmigración, señaló Thomas Homan, director interino del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
Entre ellos había 384 extranjeros que vivían ilegalmente en Estados Unidos y otros 61 que tenían permiso de residencia.
“Los pandilleros están involucrados en una amplia gama de actividades delictivas, incluido el tráfico de drogas, el tráfico de armas, la extorsión y otros delitos con un vínculo a nuestra frontera”, señaló Homan.
Cientos de presuntos miembros de las pandillas Bloods, Sureños, MS-13 y Crips están entre los arrestados en las operaciones efectuadas entre fines de marzo y principios de mayo, señaló el ICE.
Los agentes arrestaron a 104 presuntos integrantes de la MS-13. La agencia de inmigración indicó que ese grupo incluía a cinco ciudadanos estadounidenses y a tres inmigrantes que se encuentran legalmente en el país.
El gobierno de Trump ha dicho que la MS-13 presenta un riesgo particular para las comunidades estadounidenses y está entre las pandillas callejeras más despiadadas.
Fuente: AP