“Un alto integrante de la campaña (de Meade) dio a Cambridge Analytica un adelanto más a manera de apartado que como pago real”. No logró acceder del todo a la campaña del tricolor ante la negativa de Alejandra Lagunes. El arreglo se cayó hace un mes…
Por Jenaro Villamil
Desde finales de 2016, tras las elecciones presidenciales en Estados Unidos, se supo que la empresa Cambridge Analytica, clave para manipular el algoritmo de Facebook e incidir en más de 50 millones de cuentas a favor de Donald Trump, buscaba un socio en México para elecciones estatales y para los comicios presidenciales de 2018.
La empresa que ahora está suspendida por Facebook –y que le acarreó pérdidas ya por 36 mil millones de dólares en una jornada bursátil- fue contratada por el equipo de Trump gracias a la recomendación de su yerno Jared Kushner y de Stephen Bannon, quien entonces estaba en la junta directiva de Cambridge Analytica.
El responsable del contacto entre la consultora y la campaña de Trump fue Brad Parscale, el director digital de la campaña del empresario y recién nombrado encargado de la campaña de reelección del magnate para el 2020.
La amistad ampliamente confirmada entre Kushner y el ex secretario de Hacienda peñista y actual canciller, Luis Videgaray, facilitó las cosas para que Cambridge Analytica aterrizara en México y pretendiera hacer negocio electoral con el PRI, utilizando la misma fórmula que ahora la tiene en la mira del propio FBI: utilizar sin autorización millones de cuentas en Facebook para robar sus datos, sus contactos y promover información falsa (fake news), a favor de un candidato.
El sitio www.campaignsandelectionsla.com, especializado en mercadotecnia electoral, publicó este 20 de marzo la siguiente información:
“El PRI estuvo a punto de meterse en un nuevo problema global –similar al que ocurre en Estados Unidos y Gran Bretaña- por la contratación de la empresa Cambridge Analytica para buscar el voto por medio de la red social Facebook, y es que a pesar de que hace casi 6 meses dicha empresa se estableció en México con la finalidad de trabajar de la mano del tricolor, esta tuvo que retirar sus oficinas en México ante la falta de un acuerdo económico.
“De acuerdo con algunas fuentes, Cambridge Analytica llegó al país por recomendación de Jared Kushner (yerno de Donald Trump) e instaló sus oficinas en la colonia Polanco de la Ciudad de México, donde la inglesa Brittany Kaiser fungió como directora.
“Durante meses estuvieron en pláticas con la campaña de José Antonio Meade y buscando también colaborar en proyectos de elecciones estatales, sin embargo, no llegaron a acuerdo alguno”, según las fuentes citadas por este sitio digital.
El mismo sitio indicó que “un alto integrante de la campaña (de Meade) dio a Cambridge Analytica un adelanto más a manera de apartado que como pago real”. No logró acceder del todo a la campaña del tricolor ante la negativa de Alejandra Lagunes, responsable de la estrategia digital de Peña Nieto y ahora de Meade, quien no formaba parte del gran negocio de la consultora.
“Lagunes los bloqueó más por lo profesional que por algún problema estratégico. Ella no ha dejado que nadie se meta a pesar de los malos resultados que están teniendo en la web con Meade”, reveló la fuente citada por www.campaignsandelectionsla.com”.
Otra información que circula en las redes y entre especialistas en marketing electoral señalan a Liébano Saenz y a su socio Federico Berrueto, del Gabinete de Comunicación Estratégica, como los intermediarios con Cambridge Analytica.
Liébano Saenz fue secretario particular del ex presidente Ernesto Zedillo y trabajó como responsable de prensa y propaganda en la campaña de Luis Donaldo Colosio, el aspirante presidencial priista asesinado en marzo de 1994.
Desde enero pasado, el periódico El Financiero publicó que Cambridge Analytica aterrizó en México desde 2016 y en 2017 buscó contratar personal, a pesar de que Alexander Nix, CEO de la firma, le negó al periódico que estén dando servicio a algún partido político en México.
El problema es que la sombra de Cambridge Analytica y el manejo fraudulento de Facebook no termina con la suspensión de la cuenta de esta consultora. Los escándalos de esta firma llegan ya al pago de sobornos, chantaje e, incluso, la contratación de trabajadoras y trabajadores sexuales, a través de las redes sociales, para obtener información privilegiada.
Este lunes, Channel 4 News, de Gran Bretaña, difundió que Cambridge no sólo se dedicaba a la manipulación digital en las elecciones. También se dedicaba al soborno, el chantaje y a crear situaciones comprometedoras para los políticos.
Cambrdige Analytica fue creada en 2013 por el multimillonario estadounidense Robert Mercer, uno de los principales apoyos de Donald Trump, realizó la manipulación de datos de la siguiente manera: con el engaño de utilizar una base de datos para uso académico, a través de un piscólogo ruso americano Aleksandr Kogan, obtuvo permiso de Facebook para pedir datos a sus usuarios mediante una aplicación pensada para estudios “de investigación”.
Kogran, financiado con 800 mil dólares por Cambridge Analytica, consiguió que participaran 270 mil personas con perfiles en Facebook y recabó datos de sus identidades, localizaciones y gustos. A través de sus contactos y amigos, Facebook le permitió llegar a la información y datos privilegiados de un total de 50 millones de usuarios.
Al compartir estos datos con Cambridge Analytica, Kogan violó las políticas de datos de Facebook. El comunicado del pasado viernes 16 de marzo de la red social indicó que “en 2015 supimos que Kogan nos mintió y violó nuestra política de plataforma al pasar datos de una aplicación que usaba Facebook Login a SCL/Cambridge Analytica, una firma que realizó trabajo político, gubernamental y militar en todo el mundo”.
El creador de Cambridge Analytica invirtió 15 millones de dólares para poseer una herramienta que le permita conocer a los votantes e influir en sus decisiones. Dejó al frente de la compañía al británico Alexander Nix, quien ya había dirigido en su país la consultora sobre mercadotecnia de los comportamientos Strategic Communication Laboratories (SCL), que influyó en el proceso de referéndum de Brexit.
Fuente: Homozapping