Cae El Loco Barrera, el último gran capo

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La inteligencia de la Policía colombiana, la poderosa Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) y el MI-6 británico siguieron en la frontera con Venezuela los pasos de Daniel El Loco Barrera, el último gran capo de las bandas criminales de Colombia, de acuerdo con el diario El Tiempo de Bogotá, que publica los detalles de la persecución y captura.

El hombre que por más de un lustro logró evitar decenas de operaciones en su contra gracias a su enorme poder de corrupción cayó solo. Estaba realizando una llamada telefónica en una cabina pública, vestido como cualquier parroquiano, cuando agentes de la Oficina Nacional Antidrogas de Venezuela (ONA) lo detuvieron.

Aunque inicialmente intentó despistar a las autoridades, terminó confesando que él era el narcotraficante por el que la justicia colombiana ofrece 5.000 millones de pesos de recompensa.

“Ha caído uno de los últimos grandes capos”, dijo anoche el presidente Juan Manuel Santos, al anunciar la captura. Este confirmó que el general José Roberto León Riaño, director de la Policía, coordinó la operación desde Washington, donde se encuentra desde comienzos de la semana. (Lea:Análisis / Golpe a ‘loco’ Barrera, respuesta de Santos a la oposición).

“Como el país conoce, ha sido tal vez el capo más buscado de los últimos tiempos. Lleva más de 20 años haciéndole mal a Colombia. Se alió con los paramilitares y con las Farc”, señaló el Presidente.

El golpe afectará las rutas de la cocaína colombiana que se mueven, vía Venezuela y Brasil, hacia África y Europa. Y aunque se sabe del interés de la justicia norteamericana en juzgarlo, el ‘Loco’ Barrera tiene muchas deudas pendientes en Colombia.

La información sobre los miembros de la Fuerza Pública que figuraban en su nómina de corrupción podría ser una carta de negociación con la Fiscalía.

El hecho es que su caída le pone fin a una camada de capos que consolidaron su poder tras la desmovilización paramilitar de mediados de la década pasada. La suya era la última foto que quedaba por tachar en un cartel de los más buscados, en el que también figuraban Pedro Olivo Guerrero, ‘Cuchillo’ (jefe del Erpac); los hermanos ‘Comba’ (jefes de ‘los Rastrojos’) y los ‘Mellizos’ Víctor Manuel y Miguel Ángel Mejía Múnera.

De todos, fue el ‘Loco’ Barrera el que más tiempo logró eludir a la justicia. Su capacidad de corrupción, que, según organismos de inteligencia, llegó hasta altos oficiales del Ejército y la Policía en sus zonas de influencia, y su habilidad para moverse entre las nuevas bandas criminales y la guerrilla de las Farc fueron su seguro. Y también, sus contactos con oficiales venezolanos que colaboran con las redes de narcos que se mueven al otro lado de la frontera. (Lea también: El ‘loco’ Barrera era considerado un ‘todopoderoso’ de la mafia).

En los próximos días, Venezuela decidirá si lo envía a Estados Unidos, que lo pide en extradición, o si lo deporta a Colombia, como hizo en junio con ‘Diego Rastrojo’, el heredero de la banda de los hermanos ‘Comba’.

Antes de su captura fue a África, al Chocó y estuvo con ‘Jhon 40’

De manera desafiante, Daniel el ‘Loco’ Barrera mandó hace cuatro meses un mensaje a miembros de la Policía diciéndoles que estaba en Bogotá y que no era un capo de bajo perfil, como lo había declarado el general Óscar Naranjo.

Permaneció dos semanas en un apartamento y sólo se movía a llamar por teléfonos públicos a sus lugartenientes y a un oficial que le cuidaba la espalda. Esas llamadas le permitieron a agentes antimafia británicos y estadounidenses armar un entramado de teléfonos que Barrera solía contactar para moverse dentro y fuera del país. (Vea: Así era la estructura de el ‘loco’ Barrera).

Así pudieron documentar que hace dos meses tomó un vuelo desde Venezuela rumbo a África para asegurar una de las narcorrutas que su organización sigue usando. Cuando regresó, saltó a un corregimiento de Juradó (Chocó).

“Tenía planeado salirle a la DEA en Panamá como prueba de que sí quería someterse a EE. UU.”, le aseguró a este diario uno de sus lugartenientes. Pero la incautación de 150 fusiles de su organización, el 12 de mayo, lo obligó a moverse.

Una semana después, los seguimientos satelitales que le hacían lo ubicaron en el campamento de Géner García, alias ‘Jhon 40’, el llamado capo de las Farc, su socio y para quien iban de ‘regalo’ los 150 fusiles incautados. En la selva, el rastro se perdió durante semanas hasta que uno de los teléfonos que solía contactar volvió a sonar. En esa llamada, Barrera informó que había regresado a Venezuela y que iba a permanecer hasta noviembre en San Cristóbal, en donde el martes fue capturado.

El séptimo jefe de carteles que buscó refugio en Venezuela
La captura ayer de Daniel el ‘Loco’ Barrera es la más reciente de una seguidilla de golpes contra el narcotráfico colombiano realizados con ayuda del Gobierno venezolano.

Hace apenas dos meses, en el municipio de Rojas, estado de Barinas, cayó Diego Pérez Henao, ‘Diego Rastrojo’, el tercero al mando de la temida banda criminal ‘Los Rastrojos’. En este caso, Venezuela lo deportó y está respondiendo por decenas de crímenes en el país.

En febrero del 2012 cayó Héctor Buitrago o ‘Martín Llanos’, considerado el último jefe paramilitar que había eludido a la justicia. Fue detenido en Anzoátegui, junto a su hermano ‘Caballo’, y deportado a Colombia. Según la Policía, huyó entre el 2004 y 2005 y se había dedicado de lleno al narcotráfico desde ese país.

En noviembre del 2011, las autoridades venezolanas capturaron a Maximiliano Bonilla, ‘Valenciano’, en Micay, estado de Aragua.
Considerado como uno de los jefes de la ‘Oficina de Envigado’, fue extraditado a Estados Unidos.

En enero del 2010 cayó también el capo colombiano Salomón Camacho Mora, uno de los 10 narcotraficantes más buscados por la DEA y el FBI en todo el mundo y por quien el Gobierno de Estados Unidos ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares.

La ruta de los capos colombianos hacia Venezuela la hizo también Wílber Varela, ‘Jabón’, máximo jefe del cartel del norte del Valle. Él fue asesinado el 30 de enero del 2008 en el estado de Mérida, en una vendetta de la mafia.

Y uno de sus socios, Carlos Rentería Mantilla, ‘Beto Rentería’, fue capturado en Caracas el 3 de julio del 2010.

Los nuevos aires que soplan en las relaciones entre Bogotá y Caracas han sido claves en los golpes al narcotráfico colombiano.

Ahora el ‘Loco’ también será clave para determinar los alcances de la corrupción en las autoridades y la Fuerza Pública del vecino país.

Portaba una identificación falsa

Daniel Barrera fue conducido en la noche del martes desde el Comando Regional No. 1, de San Cristóbal, que tiene jurisdicción en Táchira, hacia Caracas (Venezuela).

Autoridades venezolanas dijeron que Barrera se quemó con un sartén las manos para evitar que se le verificaran las huellas dactilares. El general José Roberto León confirmó a ELTIEMPO.COM esta información. Además, Barrera se hizo cambios fisonómicos para complicar su identificación. (Vea Alias “El loco Barrera” había cambiado su apariencia física).

Al momento de su captura, en un sitio conocido como El Ángel, portaba una identificación falsa de origen colombiano, con el nombre de José Tomás Lucumi Popo y con fecha de nacimiento 15 de mayo de 1968.

La búsqueda de Barrera, quien tenía circular roja del Interpol por tráfico de drogas, legitimación de capitales y estafa, se venía realizando con intensidad desde el 6 de agosto en tres lugares de Venezuela.

Se sabe que había pasado por el estado Barinas y que constantemente cambiaba de ciudad.

Según fuentes de inteligencia, en San Cristóbal se habría hospedado en un hotel llamado El Remanso, en la parte alta de la ciudad. No obstante, ninguna autoridad confirmó la versión.
La captura se dio hacia las 6 de la tarde, hora venezolana, y se logró, como se ha dicho, gracias a una interceptación telefónica.
El capo habría hecho constantes llamadas a familiares en Colombia desde diversas cabinas telefónicas.

Fuente: El Tiempo de Bogotá

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