Avanza desestabilización contra López Obrador

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Por Heinz Dieterich*

  1. Transformación sin defensa cultural

El hecho, de que el debate público sobre la desestabilización de la 4ta Transformación de México se inició a más de un año de las elecciones de julio 2018, con una publicación de Canal 6 de Julio (“golpe blando contra AMLO”, C. Mendoza Aupetit), demuestra fehacientemente, que en México no hay think tanks, ni partidos políticos, ni universidades a la altura del desafío político, que presenta el proyecto político encabezado por Andrés Manuel López Obrador. La nación azteca, como el resto de América Latina, no tiene un sistema inmunológico científico-político capaz de vencer a la subversión conocida como la revolución de color. Esto es tanto más sorprendente, cuanto que — además del sentido común– múltiples paradigmas científicos indican con alta probabilidad, lo que va a pasar.

  1. Newton, Darwin, Weber ante la subversión

La Tercera Ley de Newton, que se refiere al principio (dinámica) de acción y reacción, contiene toda la sabiduría necesaria para entender la lógica transformacional en los procesos mecánicos del universo. Actioni contrariam semper & æqualem esse reactionem, escribió el genio de la física clásica hace tres siglos: con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria, es decir, igual de magnitud, pero de sentido contrario.

Charles Darwin, el gigante de la intelección de sistemas biológicas, entendió, que los entes vivos y sus habitats son equilibrios frágiles, dominados por los más “adaptados” (fittest). La sociedad de clase es un prototipo de esa realidad darwinista y los registros históricos son los annales negros de los vencedores, incluyendo los intentos de regime change de los animales más colmilludos. Hoy los presenciamos en China, Irán, Corea del Norte, Cuba, Brasil, Argentina, Ecuador y Nicaragua, entre otros. Por supuesto, en esa cadena hay que integrar a la incómoda 4ta Transformación de México, pese a que no hay conciencia nacional sobre el hecho. México dispone de un museo de las intervenciones, pero no tiene software ni sujetos cognoscitivos para analizar la realidad actual.

Max Weber, cofundador de la sociología moderna, enfatizó el concepto de las consecuencias „no-intencionales del actuar social“, siguiendo las huellas epistemológicas de Marx, Engels y Lenin, que conceptualizaron el fenómeno como la dialéctica de la praxis. Lo esencial de la realidad cósmica, en lo que todos estos genios científicos coincidieron, era la conciencia de que el universo es interactivo y en constante movimiento. Y que, por tanto,  toda acción genera una reacción, cuya contradicción y dinámica resultante determina la situación del futuro. En sistemas dinámico-complejos, como son las sociedades de clase humanas, el futuro es la extensión no-linear del presente.

  1. Prever el futuro para dominarlo

Prever el futuro para dominarlo, es la tarea de una política cientificamente fundamentada. ¿Como se explica entonces, que con miles de físicos, biólogos, sociólogos, politólogos en las universidades y partidos políticos mexicanos, esos profesores no se hayan organizado para defender  –desde su conocimiento profesional de la realidad contradictoria y la subversión– el único proyecto histórico viable que le queda al pueblo de México en la actualidad? O, también, ¿por qué las escuelas y facultades de periodismo no hacen análisis cuantitativos de contenido de los periódicos más importantes y los publican cada semana, para que sus estudiantes aprendan algo de metodología científica y la sociedad civil disponga de un metasistema democrático-científico de evaluación de los poderes fácticos  de „comunicación“ y sus intereses y políticas reales?

  1. Los medios de “comunicación

En este momento, la agresión más peligrosa viene de las empresas capitalistas, que por alguna razón inexplicable se llaman medios de “comunicación”. Habitualmente, cuando el ciudadano ve un periódico, lo califica de “izquierda” o de “derecha”, por ejemplo, La Jornada o Reforma. Esto, por supuesto, es el primer grave error de procedimiento analítico-cultural. Los periódicos no son, en primer lugar, entidades ideológicas, sino empresas mercantiles, cuya razón de ser consiste en acumular ganancias.

El segundo error común es pensar que la mercancía principal del periódico es la noticia.  De hecho, su mercancía principal es el poder de lo que en las redes sociales se llama influencers. En buen romance, su capacidad de influenciar a la opinión pública mediante la promoción, supresión o relativización de datos.

El tercer error analítico radica en pensar que los dueños de los periódicos viven del precio de venta de su mercadería. Su talón de Aquiles radica en el hecho, de que el precio de mercado  de su mercancía cubre a lo más el 35 por ciento de sus costos. De ambos imperativos se deriva el hecho, que la política editorial siempre depende de los intereses de uno o varios de los siguientes poderes fácticos: los propietarios del medio, el Estado o el “mercado”, es decir, el gran capital privado. El mito de una línea editorial independiente o neutral u objetiva, mito que promueven los mismos diarios, no es más que una ridiculez.

La cuarta falacia de percepción pública del quehacer periodístico es la idea de que haya democracia en los diarios. Como en toda empresa, existe una jerarquía de poder que decide la praxis del medio. Si a los lectores les interesa saber, quiénes son los decisores de esa estructura dominante, basta con que vean el colofón del periódico y se informan sobre los accionarios o dueños de mayor capital de la institución. No hay democracia, sino jerarquía en todo o, como dijo AMLO recientemente en referencia a ciertas universidades, cacicazgos. Por eso, la selección y colocación de “noticias” y la contratación de comentaristas y editorialistas, no responde a un patrón aleatorio o una muestra representativa de las principales fuerzas de la nación, sino a los intereses de los decisores capitalistas. No es All the news that´s fit to print, como dice el lema del New York Times, sino All the news that´s fit to sell.

  1. AMLO estorba la acumulación de capital

Para hacer ganancias y acumular capital, los diarios buscan, como cualquier otra empresa mercantil, nichos para realizar su mercancía y preservar la tasa de ganancia — y los lucrativos ingresos de sus nomenclaturas. Cuando AMLO implementó la política anti-corrupción interfirió con este circuito de acumulación de capital entre medios,  grandes corporaciones y sociedad política, y prodújo la ira de los mandarines mediáticos. Esta es la razón principal, por la que hoy día los periódicos de “izquierda” y de “derecha” golpean incesantemente y demagógicamente la política de la 4ta Transformación. Quieren “el chayote”, en palabras del presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo. El decano de la política mexicana no tuvo empacho en decir públicamente, que cuando llegó a la Cámara se encontró con una lista de cien periodistas a los que se les daba dinero, y puso como ejemplo, que un diario de circulación nacional, donde tiene grandes amigos, lo empezó a atacar cuando ya se no repartían esos “chayotes”. Los periodistas “vinculados amistosamente conmigo también se me echaron encima, y puedo dar los nombres, pero si quieren les digo el medio: se trata del gran diario amigo mío que es La Jornada”.

  1. El arte de la manipulación

Hay múltiples formas de adecuar la mercancía de los influencers a los intereses de acumulación de capital y de manipulación de los diarios. Las técnicas de “gerenciar la percepción” ( perception management), varían de la televisión a la radio y a la prensa escrita. Pero, en los diarios son casi ilimitadas, como cualquier científico y periodista crítico sabe. El valor psicológico de impacto, por ejemplo, de cada página varía. De ahí, que la nomenclatura del diario sabe exactamente lo que hace, cuando manda una noticia o un comentario a la portada, contraportada, interiores, páginas par o impar, suplementos, etcétera. La selección y el uso específico de imágenes, conceptos y titulares son, igualmente, mecanismos favoritos de manipulación. Advertorials, es decir notas pagadas, pero no identificadas como tales, son otros vehículos frecuentemente usados para mejorar los ingresos, esconder sus fuentes y programar las mentes de la audiencia. Con las nuevas técnicas de la revolución de color, la subversión utiliza más a la “sociedad civil” qué a los partidos políticos. Opera como caja de resonancia a auto-nombrados “expertos” o simplemente noticias pagadas por algún poder fáctico.

  1. La varita mágica 

La varita mágica de la manipulación del receptor es lo que en la metodología científica se conoce como ponderación (weighting) de variables. Es decir, la asignación de cuanta (valores) de importancia al dato en cuestión. Esa ponderación es inevitablemente subjetiva, pero en la ciencia se transparentan los criterios de ponderación según parámetros de objetividad, racionalidad y ética. En los diarios, el weighting se hace conforme a los intereses mercantiles y políticos de la fracción hegemónica de la dirección, o sea, sin control público, científico o democrático alguno. El resultado es, que la representatividad del dato o del universo del que emana, se vuelve totalmente discrecional y arbitraria. De ahí, que la noción científica fundamental de la representatividad de una muestra (sample) –y toda información es una muestra en el sentido estadístico– se pierde totalmente y con eso, la aprehensión objetiva de la realidad. Ese tipo de manipulación de la realidad es absolutamente evidente en La Jornada, donde cualquier fenómeno o funcionario marginal o secundario sirve para inflar la noticia en contra de la Cuarta Transformación. Lo marginal, lo trivial y hasta posiciones frívolas se inflan como medio de agresión contra la 4ta Transformación, en casi todos los campos de la realidad: medio ambiente, migración, energía, mega proyectos, derechos humanos, pueblos indígenas, etcétera. Ese circuito de manipulación no está limitado a la escena nacional, sino que se vincula crecientemente más con circuitos supranacionales, como sectores de la ONU o de la CIDH.

  1. Ciencia, sistema operativo, contenidos de la desestabilización

La ofensiva de la reacción está basada en el modelo subversivo occidental de regime change, conocido como “revolución de color”. Este tipo de subversión se basa teóricamente en cuatro fuentes: 1. los trabajos de Gene Sharp de la Albert Einstein Institution (AEI) en Nueva York; 2. las tesis del  Center for Applied Noviolent Actions and Strategies en Belgrado (CANVAS); 3. los teoremas de la Social Identity Theory de Henry Tajfel y John Turner, y 4. las múltiples universidades de élite (Harvard, Columbia, etc.) y think tanks estadounidenses (Carnegie, Brookings, Rand), que sirven al complejo militar-corporativo imperialista a mantener su dominio global. (ver mi “Regime change en China”, en Aristegui Noticias, Julio 25).

El modo operativo preferido de los desestabilizadores de gobiernos es actuar como Organizaciones No Gubernamentales (ONG) o mediáticas. Los contenidos utilizados son generalmente demagogias y argucias legaloides, ecologistas, pro-indígenas, derechos religiosos, democráticos, etcétera. Citan a “expertos”, “líderes sociales”, defensores de derechos humanos, burócratas lejanos y escritores renombrados, para adelantar cual cajas de resonancia sus memes propagandísticos orwellianos. Tsunamis demagógicos contra los megaproyectos, la militarización de la frontera sur, la Guardia Nacional, la supuesta recesión económica, la violación de leyes y costumbres, la falta de respeto de AMLO a la división de poderes etc., son algunas de esas demagogias que incesantemente procuran desestabilizar al único proyecto sensato y viable, que México ha conocido en las últimas cuatro décadas.

  1. Sin inmunología

La 4ta Transformación es un proyecto absolutamente sano, con equilibrios estables y viables proyectadas en sus mega escalas económicas, políticas y sociales, como puede testificar cualquier científico serio. No alcanza la calidad de planificación de los Programas de Desarrollo quinquenal de China, sin los cuales no se podría explicar el milagro económico del “Reino del Medio”. Pero, sin duda alguna, para América Latina es un proyecto de destacada racionalidad, guiado por uno de los más diestros políticos y administradores públicos actuales de la sociedad global. Tanto más pérfido es el intento de la falange de ultra “izquierda”, de equilibristas de la economía política de “comunicación”, de heraldos fundamentalistas y moralistas interesados de la democracia liberal burguesa y de la ultraderecha, de armar un frente unido de perception management para las clases medias y populares, en contra del gobierno. Lamentablemente, el proyecto de López Obrador no tiene defensas sistémicas adecuadas, para neutralizar esa contrarrevolución de color.

  1. ¿Triunfa o fracasa la Transformación?

La fase actual del proceso se puede entender como “la batalla por los corazones y cerebros” de la nación.  The battle of hearts and minds, como se llamaba esa lucha por el apoyo de las masas durante la Guerra de Vietnam. De parte del gobierno pueden notarse tres fortalezas: las mejoras fácticas de la situación nacional, la integridad de AMLO y las mañaneras. Falta, sin embargo, un doble ingrediente esencial: una real dinámica de concientización de las bases sociales y el establecimiento de think tanks de nivel mundial, que produzcan la información estratégica y táctica necesaria para el éxito del proyecto.

El primer problema se resuelve con relativa facilidad. Las mañaneras son auténticas cátedras universitarias del pueblo. Pero, se proyectan en un horario, donde la gente trabajadora y las amas de casa no pueden verlas. Esto significa, que su impacto directo masivo se pierde. La sabiduría de la praxis social puede ayudar, sin embargo. Algunas personas de la tercera edad se reúnen en la mañana en la casa de un amigo para escuchar lo que llaman, sus “cátedras de ética”. En comunidad reciben y discuten la información vertida en el Palacio Nacional. Este sistema puede extenderse fácilmente a los domingos, donde generalmente, fuera del futbol y tonterías comerciales, no hay oferta cultural. Aquí, sin embargo, hay un caveat. La clave del sistema es que sea sólo entre gente que se conoce. Si se hace pública y general la invitación, los saboteadores de todo tipo destruirán el debate racional, respetuoso y pertinente, que es la precondición pedagógica funcional de toda concientización.

  1. Sin Think Tanks no hay Paraíso I

“Sin ciencia no hay paraíso” podríamos definir el futuro de la 4ta Transformación, parafraseando a la novela de Gustavo Bolívar. Ese requisito fundamental del éxito es auto-evidente. El ataque subversivo es el producto de la ciencia y, como tal, sólo puede ser vencida con ciencia. En un duelo entre un M-16 y un arco con flechas, siempre ganará el fusil automático. Es preocupante, por lo tanto, que ni el gobierno, ni las universidades públicas, ni los partidos progresistas que gobiernan al país, hayan desarrollado los think tanks necesarios para enfrentar el tsunami de desestabilización. Morena, es cierto, ha autorizado el Instituto Nacional de Formación Política (INFP), encabezado por Rafael Barajas (El Fisgón). Pero, el ecosistema partido-gobierno no ha permitido un trabajo efectivo. El Partido del Trabajo (PT) y el PES, mientras tanto –y que el PES me perdone– “duermen el sueño de los justos”, como decía el bíblico rey Salomón.

  1. Sin Think Tanks no hay Paraíso II

Acerca del año 2008, el presidente chino Hu Jintao, llamó públicamente a la creación de la cuarta generación de think tanks, para mejorar el apoyo intelectual a los decisores políticos gubernamentales. En 2012-13, el Presidente Xi Jinping llamó al desarrollo de “think tanks con características chinos”. Tres años después se estipuló que debían tener el nivel científico de los think tanks internacionales que dominan la investigación y el debate mundial. La mayoría, por supuesto, son algunos de los 18 mil think tanks estadunidenses que facilitan la política nacional y mundial de Washington. Esa necesidad de intensificar la interacción científica-política china para triunfar en el mundo globalizado, se vuelve imperiosa hoy día en México. Tanto más, cuanto que el trabajo de concientización crítica de la población por parte de los partidos políticos es prácticamente inexistente, el presidente tiene que concentrar sus fuerzas en las actividades estatales y la “motricidad fina política” del proceso, que es clave para la adhesión de la población, deja  que desear todavía.

  1. AMLO, Marx y la 4ta Transformación

Ojalá que el presidente emplee su demostrada audacia y visión en la construcción de esta conditio sine qua non del triunfo de la 4ta transformación. Para lograrlo es necesario, sin embargo, superar el problema planteado por el genio científico Karl Marx en la Tercera Tesis sobre Feuerbach. Simplificando podríamos formularla como ¿Quién educa a los educadores?

Operacionalizando esa interrogante para la realidad de la 4ta transformación mexicana reza:

¿Dónde encontrará el presidente los cuadros de vanguardia para convertir el Sueño Mexicano en realidad, cuando no hay ningún esfuerzo serio real para producirlos?

* Heinz Dieterich. Sociólogo, analista político, teórico marxista, asesor de Hugo Chávez, autor del “Socialismo del Siglo XXI” y más de 30 libros sobre la conflictos latinoamericanos. Nacido en Rotemburgo del Wumme, Alemania, y actualmente investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, en la Ciudad de México.

Fuente: Aristegui Noticias

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