Hugo Torres
La televisión abierta está en decadencia. Y Televisa lo sabe. Es por ello que desde hace algunos años, en busca de diversificar sus negocios, querían entrar al mercado de la telefonía móvil; un negocio mucho más jugoso que el vender publicidad —y presidentes— por televisión. Recientemente altos directivos de la empresa han hecho público cual consideran que es la apuesta a mediano y largo plazo para la televisión: las plataformas digitales.
Desde hace algunos años el número de usuarios de televisión restringida ha aumentado exponencialmente. Esto ha provocado que los televidentes tengan más variedad y por lo tanto, ahora dividen su tiempo libre sintonizando otros canales. Esto también conlleva a que las empresas que buscan publicidad también miren otras alternativas diferentes al duopolio de siempre. Por lo tanto, el negocio de Televisa no es el mismo que el de hace 20 años; cuando era una empresa todo-poderosa que nadie podía tocar. Ahora varias empresas —sobre todo encabezadas por Carlos Slim— han prescindido de anunciarse en televisión abierta.
Televisa no puede frenar esto. Incluso sus televidentes fieles —las familias de bajos recursos— están buscando otras opciones. Hoy en día es normal ver casas de cartón cayéndose, pero eso sí, con su antena de Dish o Sky y una televisión que cualquier familia de ingresos medios desearía en su habitación.
Televisa tiene dos opciones: renovarse o morir. Y en esta ocasión han elegido la primera. Manuel Gilardi, vicepresidente de Digital & New Media de Televisa, ha confesado que la empresa está redoblando esfuerzos para llevar a mediano y largo plazo sus contenidos a las plataformas digitales; ya que consideran que la nueva forma de ver televisión será por internet.
De esta manera, la televisora más grande de habla hispana busca que los anunciantes “encuentren también plataformas digitales para que puedan seguir asociados a las mismas marcas con los mismos beneficios y lograr verdaderamente una integración”.
Gilardi confiesa que hace un año el concepto de Televisa era que las plataformas digitales trabajaran como filial de la empresa. Este concepto ha cambiado y ahora es prioridad desarrollar para plataformas digitales, las cuales serán propiedad directa de Grupo Televisa.
Dentro de esta “revolución” en la empresa también se consideran los dispositivos móviles, por lo que han modificado su sitio donde publicaban todo el contenido para que pueda ser visualizado desde el celular.
Digamos, a la emergencia del mercado hispano en Estados Unidos y al tema no sólo digital entendido como internet tradicional, sino la diversificación de las pantallas […] y el papel que juega el móvil con relación a la televisión tradicional y básicamente me refiero a televisión abierta o televisión de paga.
El pasado mes de marzo Emilio Azcárraga dijo a The Wall Street Journal que estaba de acuerdo con la entrada de una tercera cadena de televisión abierta. En la misma afirmó que Carlos Slim necesitaba competencia, lo que se entendió como una proposición para intercambiar negocios: Televisa aceptaba competidor, pero al mismo tiempo buscaba que la Comisión Federal de Competencia (CFC) aceptara la compra del 50 por ciento de Iusacell.
La televisión abierta está en decadencia. Ya no son la empresa omnipotente e intocable de hace 20 años. Los altos mandos lo saben y desde ahora están tomando medidas para seguir a la vanguardia. ¿Bueno o malo? Muchos considerarán que es la expansión de un cáncer, pero también podría leerse como la aceptación de que su poder de facto está disminuido y seguirá la tendencia por los próximos años. ¿Podrá seguir fabricando Televisa presidentes? Eso dependerá de nosotros. Si seguimos viéndolos a pesar de tener alternativas, entonces la culpa no la tiene el indio, sino quien se lo hace compadre.
Fuente: VivirMéxico.com
