Ante la “catástrofe”, el “Tumor”

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Por Álvaro Delgado

El PRIAN construye una coalición con Felipe Calderón como parte de su activo

Pese a la devastadora pandemia que ha derrumbado la economía en menos 8% del PIB y ha causado la muerte de más de cien mil personas, además de la crisis de inseguridad y violencia que sigue, el presidente Andrés Manuel López Obrador llega con tal fuerza al segundo año de gobierno, el primer tercio del sexenio, que ha obligado a la unión de sus enemigos.

Hace exactamente un año, cuando nadie esperaba la pandemia del virus que ya mató a 1.4 millones en el planeta, López Obrador pidió a los mexicanos que le dieran un año más para consolidar su proyecto y hacerlo irreversible.

“En diciembre de 2020 ya estarán establecidas las bases para la construcción de una patria nueva. Estoy seguro de que cuando cumplamos dos años de gobierno, los conservadores ya no podrán revertir los cambios”, expresó el 1 de diciembre de 2019.

Antes y en medio de la pandemia, el Congreso con mayoría de Morena y sus aliados aprobó reformas, legales y constitucionales, propuestas por López Obrador. Más allá de sus resultados, representan un cambio de paradigma en el poder público, caracterizado por los abusos y la impunidad endémicos.

Tres son clave: la aplicación, en los tres poderes, de austeridad para que nadie gane más que el Presidente de la República, la eliminación del fuero, para que éste pueda ser juzgado mientras está en funciones por delitos de violación electorales y de corrupción, y la revocación de mandato presidencial.

También se aprobó que sean delitos graves, sin derecho a libertad bajo fianza, la corrupción, el robo de combustibles y el fraude electoral en cualquiera de sus modalidades.

La reforma que eleva a rango constitucional los programas sociales promovidos por López Obrador y que garantizan el derecho de acceso a la salud, a becas y pensiones a los sectores más vulnerables de la población, con garantía de presupuesto creciente cada año, es de enorme relevancia.

Aunque el PAN no votó a favor esta reforma, sí lo hizo en otra de las fundamentales: la creación de la Guardia Nacional, columna vertebral del programa de paz del gobierno, y la Secretaría de Seguridad. También se echó abajo la reforma educativa del Pacto por México de Enrique Peña Nieto y del magnate Claudio X. González, y se garantizó, en la Constitución, el derecho a la educación pública y gratuita en todos los niveles.

Y es justamente Claudio X. González la figura articuladora de la unión PRI, PAN y PRD para enfrentar a Morena y sus aliados en 2021, clave para el futuro de unos y otros la mayoría en la Cámara de Diputados.

El PRIAN o su sinónimo Tumor, “Todos unidos contra Morena”, construye una coalición en la mitad de los 300 distritos y en 10 de las 15 gubernaturas, ya con Felipe Calderón como parte de su activo. López Obrador no aparecerá en la boleta electoral, pero él asocia la oposición con la “catástrofe” que vive México: con su aprobación superior a 60%, según todas las encuestas, Morena tiene en él a su principal activo y el PRIAN a Calderón

POR ÁLVARO DELGADO
ALVARO.DELGADO@PROCESO.COM.MX
@ALVARO_DELGADO

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