Y “la Matabellas” recupera la libertad

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Luego de 12 años y cuatro meses, Myriam Yukie Gaona Padilla, mejor conocida como La Matabellas, ha salido de prisión la madrugada del lunes al cumplir su sentencia.

El 31 de marzo de 1999 una mujer realizó la primera denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), quien luego de perder las glándulas mamarias por efectos de las sustancias aplicadas por Gaona Padilla la acusó de usurpación de funciones públicas o de profesión, uso indebido de uniformes e insignias, así como de lesiones. Exigió además la reparación del daño.

A partir de esa fecha, las denuncias comenzaron a acumularse y llegaron a ser más de 70, aunque sólo 33 llegaron a recabar elementos suficientes para proceder judicialmente y el 12 de abril del 2002, la procuraduría de Justicia solicitó la orden de aprehensión en su contra, el 2 de mayo se presentó ella misma ante las autoridades, pero amparada, por lo que el juez Armando Espinoza Niño le decretó la formal prisión por su presunta responsabilidad en los delitos de usurpación de funciones y lesiones.

En aquella ocasión La Matabellas fue liberada bajo fianza, sin embargo dejó de ir a firmar al juzgado en dos ocasiones y no se presentó a una diligencia, por lo que la PGJE solicitó su arraigo y éste fue concedido por la juez Felícitas Velázquez Serrano, por lo que fue confinada en un hotel para evitar su fuga.

El 24 de julio del 2002, la PGJE cumplimentó su detención por los delitos contra la salud en su modalidad de prescripción de medicamentos sin autorización, por lo que fue consignada ante un juez, fecha en la cual dio inició el juicio en su contra.

La primera sentencia para Yukie Gaona fue dictada el 19 de agosto de 2011, fueron 18 años de prisión; sin embargo, su defensa apeló la decisión y fue revisado por la Décima Sala Penal del Supremo Tribunal de Justicia, y el 5 de junio de 2012, los magistrados redujeron la sentencia a 12 años y cuatro meses, declarándola responsable por las lesiones a 15 mujeres.

Su clínica

Gaona Padilla se ostentaba como egresada de la Universidad Autónoma de Sinaloa, y en su consultorio tenía diplomas y títulos que se subastan vía Internet por 50 y 100 dólares. Prometía “bajar de peso y medidas, desvanecimiento de arrugas, aumento de senos, glúteos, piernas y demás puntos deseables”, por una baja cantidad de dinero.

La Matabellas decía a sus pacientes que sus tratamientos no causaban daño, eran completamente seguros y sin efectos colaterales, e inmediatamente se obtenían resultados.

La primera mujer que la denunció relató que a fines de 1998 Myriam Yukie la embaucó al ofrecerle un tratamiento para hacer crecer los senos, y hasta le prometió un descuento en consideración a que su madre ya era su clienta. La paciente aceptó e incluso llevó a su marido para que se sometiera a un tratamiento para adelgazar, pero también él sufrió severos daños físicos.

A finales de diciembre la denunciante empezó a sufrir fuertes dolores en los senos y se le enrojecieron. En cada uno de ellos le habían inyectado 10 mililitros de supuesto colágeno y en el IMSS le dijeron que “traía en mi cuerpo una sustancia de uso industrial”.

El 31 de marzo de 1999 fue a la PGJE y puso levantó su denuncia, pero no hubo resultados. Varios meses después, especialistas en cirugía plástica tuvieron que amputarle ambos senos para salvarle la vida.

Decenas de mujeres de la Zona Metropolitana de Guadalajara acudieron con la ‘supuesta doctora’, aunque también ‘laboraba’ en los municipios de Tequila, Mascota, Talpa, Ahualulco, Etzatlán, Ameca, Atenguillo y San Martín Hidalgo.

Fuente: Milenio

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