En el estado mexicano de Jalisco surge Ópera Mixe, un ensamble que divulga las arias en mixteco, maya o zapoteco, y tiene a la primera soprano indígena.
Por Paola Morales/ RT
A sus 15 años, María Reyna González López decidió partir de su pueblo natal, Santa María Tlahuitoltepec, en la Sierra Mixe, de Oaxaca (sur de México), para seguir su sueño del canto, una vocación que —dice— la eligió desde que nació. Además, tenía claro que no quería atarse al destino de la mayoría de las mujeres en su municipio, dedicadas, principalmente, a las labores del hogar.
Aunque los mixes son famosos por su universo musical, María Reyna es la primera soprano de esa étnia en el mundo y tuvo que construir su propia tradición, una labor de más de 10 años en la que fue acompañada por Joaquín Garzón, un músico de cepa que la ayudó a descubrir que su tiple era el más agudo entre las que conforman el registro vocal humano, y a conciliarlo con su origen.
“Yo cantaba en un coro desde los 8 años y creo que ahí fue donde me di cuenta que el canto era para mí, pero fue a los 15 años cuando decidí salir de Tlahuitoltepec e irme a Guadalajara (la ciudad más importante del estado de Jalisco, al oeste de México) a buscar algo diferente, hacer algo diferente como mujer, porque en la comunidad es más difícil, te tienes que quedar a atender al marido y yo le decía a mi madre que no quería eso para mí. El canto fue lo que me mantuvo firme”, rememora la artista.
El municipio de Santa María Tlahuitoltepec tiene una población de casi 10.000 habitantes y la comunidad de María Reyna suma casi 4.000. De la totalidad de los residentes, aproximadamente 8.000 viven en condiciones de pobreza y la mitad de ellos están en pobreza extrema, según información del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Un nuevo hogar
Cuando María llegó a Guadalajara no hablaba español y lo que ganaba como trabajadora del hogar no le permitía solventar el gasto de una escuela de canto, una situación que retrasó sus planes de estudiar. “Un año después, me cambié de trabajo a otra casa, y a unas calles de ese lugar, me volví a encontrar la misma escuela y al mismo maestro (Joaquín Garzón), en donde había preguntado un año atrás”.
Así fue como María Reyna y Joaquín empezaron a transitar el mismo camino. “Llegó a mi academia a pedir informes, me di cuenta de su talento y empezamos a trabajar”, cuenta el músico.
En ese punto, además, la joven no sospechaba que se convertiría en la primera soprano en lenguas originarias de México: “Ni sabía que tenía una voz de soprano, no sabía que existía la ópera, a mí me gustaba mucho Rocío Durcal, Selena”, recuerda la joven entre el estrépito de su risa.
Del tex-mex a las arias de ópera
En México hay 7.382.785 hablantes de alguna lengua indígena, siendo el náhuatl la más utilizada, con 1.725.620 (23,37%); seguida del maya, con 859.607 (11,64%). En contraparte, la menos usada es el awakateco: solo 17 personas se comunican con ella.
La lengua de María, el mixe, suma 133.632 hablantes, según el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali). Fue Garzón Rivera quien la alentó a que cantara en su idioma materno.
“La oía mucho hablar en su lengua por teléfono, me parecía muy dulce, muy bella. Le dije que para ser internacional tenía que ser profundamenteregional, que si quería cantar ópera italiana, que podía porque tiene talento, se iba a encontrar con una competencia feroz. Le aconsejé que con la técnica de ópera que tenía, cantara en su lengua y, con ello, daría a conocer sus raíces, ese México ancestral”, cuenta el director orquestal, quien reconoce que su motivo lo encontró en su formación musical en el nacionalismo ruso (con Mijaíl Glinka), checo (Leoš Janáček) y mexicano (Silvestre Revueltas).
“Yo tenía desde hace mucho una idea nacionalista. Gran parte de mi formación han sido maestros rusos, ellos dejaron en mí una profunda huella, también el nacionalismo mexicano. Creo que tiene que ver con la autoestima nacional, de realmente sentirte orgulloso de quién eres, sin ese orgullo, siempre te achicarás y sucederá que no nos desarrollaremos como sociedad en toda la plenitud en que deberíamos hacerlo”, considera el pianista.
De esta forma, Ópera Mixe nació formalmente en 2014, como un homenaje al género de la ópera, pero también a las lenguas originarias y al mestizaje. “México tiene esa parte que es la raíz, que es lo representa María Reyna, pero también es un México mestizo, es la parte que represento yo, y ese mestizaje lo representamos en la música”, explica el compositor.
“Mis padres nunca me han oído cantar”
María Reyna recuerda sus inicios: “Yo no estaba preparada para subirme a dar un concierto ni para dar una entrevista, no podía ni hablar bien, no podía ni ver a las personas, me moría de pena”.
Los años han pasado y la pena ya se esfumó, pero la soprano todavía no ha podido ver a sus padres en uno de sus conciertos. “Les costó mucho entender lo que hago, cantar, siempre me vieron cantar, pero nunca me han visto en un escenario, no porque no hayan querido, sino porque ya están grandes y no han salido del pueblo, les da mucho miedo salir”, dice la cantante que hizo la canción ‘Tääk’ Unk’ (‘Madrecita’) para que su mamá pudiera entender lo que cantaba.
“Mi madre es la inspiración, me decía que me escuchaba cantar muy bonito, pero que no entendía las letras en español, yo esperaba que algún día me entendiera y esperé años para ello”.
Aunque, hasta el momento, Ópera Mixe es un concepto inédito, Garzón apela a que se convierta en el primer eslabón de un movimiento nacional en México. “Ojalá esto sirva para empoderar gente y de alguna manera inspiremos para crear un movimiento nacional, porque a México le urge volver a mirar hacia adentro“.
En este rescate nacional, Josué Luna, un estudiante zapoteco de Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), le pidió a María Reyna que cantara el himno mixe en un pequeño documental que realizó para una asignatura sobre los ‘jamás conquistados’, como se le conoce a esta etnia.
“Tenía que hacer un trabajo de la escuela sobre una historia que no se hubiera contado y pensé en esta región de los mixes de la sierra norte de Oaxaca”, cuenta el estudiante, quien ahora planea hacer una serie de cápsulas para difundir la cultura de la entidad mexicana.
Por su parte, Ópera Mixe ha dado diversos conciertos, casi todos gratuitos, en distintos sitios del país y también en Chile, aunque su meta este año es ser escuchados en EE.UU. En mayo será la presentación de su primer disco en Oaxaca, y en junio, bautizarán la producción en Ciudad de México. “Este es un camino que no acaba“, concluye Garzón.
Los mixes —los ayuuk ja’ay, que significa “la gente del idioma florido”— cuentan que sus ancentros lucharon junto al Rey Condoy contra los colonizadores españoles y su tierra no fue mancillada por la Conquista. Por eso, de generación a generación, también son conocidos como ‘El pueblo jamás conquistado’. María Reyna entona cada aria en su lengua materna y reivindica, a su manera, ese mismo espíritu indómito.
Fuente: RT