El presidente de EE.UU., Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, se han dado la mano en el arranque de su histórica cumbre en el lujoso hotel Capella de la isla de Sentosa, en Singapur.
En una breve aparición ante la prensa antes del inicio de la reunión bilateral, Kim Jong-un ha destacado que Corea del Norte y EE.UU. han tenido que superar muchos obstáculos para poder celebrar esta cumbre.
Por su parte, el mandatario norteamericano dijo que se siente “genial” y que no le cabe ninguna duda de que la discusión será buena y de que mantendrá una “relación excelente” con el líder norcoreano.
Durante la reunión, ambos líderes discutirán los “amplios y profundos puntos de vista sobre el tema del establecimiento de las nuevas relaciones entre EE.UU. y Corea del Norte”, así como la construcción de “un mecanismo de mantenimiento de una paz permanente y duradera en la península coreana”, además de “la desnuclearización de la península de Corea y otros asuntos de mutuo interés, como lo exige el cambio de era”, según informó la Agencia Telegráfica Central de Corea (KCNA, por sus siglas en inglés).