Senadores republicanos, entre ellos John Cornyn, expresaron ayer sentirse más optimistas respecto de que el presidente Donald Trump no pondrá fin al Tratado de Libre Comercio de Améri- ca del Norte (TLCAN), tras una reunión en la Casa Blanca, y apuntaron que esperan que el mandatario impulse las conversaciones para modernizar el pacto, tras señalarle que es vital
para la economía estadunidense.
El candidato a embajador de Estados Unidos en México, Larry Rubin, sostuvo que sí habrá TLCAN y podría firmarse en la octava ronda de negociaciones, que se realizará en México del 26 de febrero al 6 de marzo.
Acompañado del presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos Wal-ther, el también presidente de The American Society of Mexico, que representa a 2 millones de estadunidenses en el país, indicó que existe un compromiso de esa comunidad para que se alargue el acuerdo comercial vigente desdes hace 23 años, por lo que espera que en breve se firme en beneficio de las tres naciones.
Sin embargo, en la frontera norte de Estados Unidos no se comparte la misma percepción, ayer el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, señaló que su país podría ganar más si no rubrica una versión actualizada del tratado que si acepta un mal pacto.
Trudeau, quien habló en la Universidad de Chicago, sostuvo que espera que las negociaciones para modernizar el acuerdo de 1.2 billones de dólares produzcan un buen tratado.
Las negociaciones sobre el acuerdo de 1994 avanzan lentamente en medio de las frecuentes amenazas de Trump, de que abandonará el acuerdo a menos que Canadá y México acepten grandes cambios, y ha dicho que una salida del TLCAN podría ser el mejor trato
para Estados Unidos.
Lo tengo muy, muy claro. Esperamos un buen acuerdo, un acuerdo justo
, enfatizó Trudeau. No nos presionarán para que aceptemos un tratado antiguo y no hacerlo podría ser mejor para Canadá que un mal acuerdo
, aseveró. Trudeau hizo comentarios similares el viernes, cuando sostuvo que confía en las posibilidades del pacto.
Ayer, varios senadores republicanos expresaron, tras una reunión en la Casa Blanca, sentirse más optimistas respecto de que Trump no pondrá fin al TLCAN y a que impulsará las conversaciones para modernizar el pacto.
Orrin Hatch, presidente de la Comisión de Finanzas del Senado, sostuvo que los miembros republicanos del panel le dijeron a Trump que preservar el TLCAN es vital
para los empleos estadunidenses y que debilitar el acuerdo pondría en peligro el crecimiento económico
del país.
Nos comprometimos a trabajar con el presidente para mejorar y modernizar el acuerdo
, señaló Hatch en un comunicado emitido después de la reunión. Más tarde, declaró a periodis- tas que Trump no les dio garan-tías de que no retiraría a Estados Unidos del acuerdo, pero apuntó: Creo que quiere el TLCAN
.
Cornyn dijo a Reuters que, en la reunión, un grupo de legisladores alertó contra medidas que puedan revertir el progreso económico alentado por recortes tribu- tarios aprobados en diciembre.
Al ser consultado respecto de si cree que Trump atendería las advertencias de no poner fin al TLCAN, Cornyn señaló: Estoy más optimista. Lo alentamos a seguir modernizando el tratado
.
Cornyn agregó que es importante que en las próximas semanas se logren avances de cara a un acuerdo por el TLCAN, y que Trump está muy al tanto de las elecciones en México y no quiere tener un efecto desfavorable sobre ese tema
.
Los senadores que se reunieron con Trump fueron en gran medida republicanos que están en favor del comercio, incluidos varios de estados agrícolas que han expresado su preocupación de que una salida del TLCAN dañaría seriamente las exportaciones de ese sector.
En México, Larry Rubin sostuvo que existe una gran voluntad
, que se ha traducido en una fuerte presión de diversos actores para que el presidente de Estados Unidos mantenga a su nación en el TLCAN. Mencionó que 30 senadores republicanos enviaron la semana pasada una carta al mandatario, pues los estados que representan se han visto favorecidos con el tratado y reconoció los esfuerzos del sector privado, tanto de México como de Estados Unidos.
Las actuales negociaciones sobre el TLCAN afrontan dos meses frenéticos antes del inicio oficial de la campaña para las elecciones presidenciales de México, en abril, y quedan dos rondas programadas. Persisten profundas divisiones entre las partes sobre las reglas de contenido automotriz, los mecanismos de solución de disputas y otros asuntos.
Tras una reunión con Robert Lighthizer, varios legisladores republicanos defendieron los paneles de arbitraje para resolver disputas que están contenidos en el TLCAN, y que los negociadores estadunidenses pretenden eliminar. Sostuvieron que el mecanismo de resolución de diferendos es importante para las compañías en sus distritos, porque les da una forma de quejarse y obtener compensación por el trato injusto en el extranjero.
Rubin coincidió con De Hoyos Walther en señalar que las siguientes dos rondas serán definitivas. Añadió que es posible que se realicen rondas intermedias.
Por su parte, De Hoyos Walther, sostuvo que los empresarios en México están optimistas, luego de la sexta ronda, pues hay señales más claras de avance en los temas críticos luego de la convergencia lograda en el capítulo anticorrupción.
Rubin también respaldó la urgencia de una reforma fiscal en México similar a la que se hizo en la Unión Americana, y sostuvo que es necesario bajar entre 20 y 21 por ciento el impuesto sobre la renta para las empresas.
Fuente: Reuters/ La Jornada