El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso el lunes un arancel del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio.
“Esto es importante”, dijo el presidente en la Oficina Oval después de firmar órdenes ejecutivas que harían más eficientes los precios.
“Haremos que Estados Unidos sea rico”.
“Es el 25 por ciento, sin excepciones ni exenciones”, dijo Trump, señalando también que estaba “trabajando para simplificar” las reglas que entrarán en vigor el 4 de marzo.
También dijo que planea imponer aranceles adicionales a los automóviles, productos farmacéuticos y computadoras.
Canadá y México son los mayores exportadores de acero y aluminio a Estados Unidos.
Solo Canadá representará más del 50% de las importaciones de aluminio de Estados Unidos en 2024.
Estos materiales son ampliamente utilizados, por ejemplo, en la industria alimentaria para la fabricación de contenedores, así como en la industria automotriz para producir vehículos o maquinaria.
Los aranceles, que aumentan el costo de importar estos minerales a Estados Unidos, se aplican a pesar de las advertencias de represalias de algunos líderes políticos de Canadá y otros países.
Las empresas estadounidenses confían en estos bienes importados para sus preocupaciones, pero Trump dijo que sus planes estimularán la producción nacional.
Estados Unidos se basa en las importaciones para satisfacer la mayoría de las necesidades internas de acero y aluminio.
Según Morgan Stanley, las importaciones netas representarán más del 80% de todo el aluminio utilizado en Estados Unidos en 2023.
Por otro lado, la cantidad de acero importado representa solo una pequeña parte del consumo total, pero es muy importante para algunas industrias, como volar, automóviles y energía.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, describió este impuesto como “inaceptable”, y dijo el martes que “los canadienses protestarán con fuerza y firmemente si es necesario”.
Además, el grupo de lobby Steel Canada llamó al gobierno a tomar represalias “inmediatamente” contra Estados Unidos, mientras que Cody Blois, un destacado legislador de Canadá, dijo que su país estaba buscando una manera de reducir las relaciones comerciales con Estados Unidos.
“Esto rompería completamente esta fuerte asociación”, dijo al programa NewsHour de la BBC antes de que se emitiera la orden oficial.
Por su parte, México ha optado por esperar las negociaciones con Washington: el gobierno de Claudia Sheinbaum ha declarado que los aranceles son “injustificados” porque el país no tiene déficit con Estados Unidos en esos materiales y anunció las mesas de diálogo esta semana.
Los nuevos precios se suman a los impuestos por Trump la semana pasada a los productos procedentes de China, un país al que ha acusado de no hacer lo suficiente para detener el flujo de fentanilo ilícito.
Pekín respondió imponiendo aranceles por valor de 14.000 millones de dólares, que entraron en vigor el lunes.
En 2018, durante su primer mandato, Trump anunció la imposición de deberes aduaneros en un 25% en acero y un 15% en aluminio, pero al final logró negociar exenciones para muchos países, incluidos Canadá, México y Brasil.