La exdiputada sinaloense Lucero Guadalupe Sánchez fue trasladada este viernes de San Diego a Washington DC, donde será procesada por cargos de narcotráfico y complicidad con Joaquín “El Chapo” Guzmán, publica Reforma.
El Servicio de Alguaciles Federales de Estados Unidos, o US Marshalls, concretó el traslado de Sánchez López a primera hora de la mañana, pese a que su abogado había promovido un recurso de emergencia ante la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito para mantenerla en San Diego.
“Con base en preparativos de viaje iniciados el 22 de agosto, Sánchez salió de San Diego antes de horas hábiles el 25 de agosto. El traslado siguió protocolos estándar de los Alguaciles Federales”, informó el Departamento de Justicia a la Corte de Apelaciones.
“Después de recibir noticia de la apelación, y de la orden de esta Corte para responder, la Fiscalía intentó contactar a los Alguaciles durante la noche del 24 de agosto para determinar la ubicación de Sánchez, pero cuando se pudo hablar con un oficial con conocimiento del caso, a las 9:12 am del viernes 25, Sánchez ya había salido (de San Diego)”.
Conocida como la “chapodiputada” por su presunta cercanía personal con el capo, Sánchez fue detenida el 21 de junio cuando intentaba ingresar a Estados Unidos.
El 5 de julio, un gran jurado federal en Washington DC emitió una acusación en su contra, pero la exlegisladora litigó desde entonces para tratar de permanecer en San Diego, alegando que su traslado sería inconstitucional porque los delitos que le imputan no fueron cometidos en Estados Unidos.
El 22 de agosto, un juez de la Corte para el Distrito Sur de California desechó una petición final y firmó la orden de traslado, lo que fue seguido el día 23 por el recurso ante la Corte de Apelaciones, que aparentemente ya quedó sin materia.
Lo más probable es que Sánchez comparecerá el lunes en Washington ante el juez Rudolph Contreras.
Según informantes del Departamento de Seguridad Interna (DSI), la acusada estaba con “El Chapo” Guzmán el 17 de febrero de 2014, cuando escapó de marinos por un túnel en Culiacán.
Ante el informante, se presentó con los nombres Tere y Maico, dijo ser la novia del sinaloense y pidió ayuda para contactar a “los menores”, que es como se referían a los hijos del capo, pues era necesario entregarles mercancía proveniente del costarricense Óscar Berrocal Sandi, que operaba para el Cártel de Sinaloa desde Ecuador.
La identidad de Tere como persona de confianza de “El Chapo” fue verificada por el informante con una llamada a lo que el DSI y la DEA denominan “el segundo círculo” de asistentes del capo, mediante el que transmitía sus mensajes y órdenes.
El informante identificó a Sánchez López en una fotografía como la persona que usaba los alias antes referidos.
Llamadas interceptadas en septiembre de 2013 a miembros del “segundo círculo” del capo también permitieron al Departamento de Seguridad Interna detectar la participación de la exdiputada y su hermana en al menos dos operaciones.
Fuente: Reforma