La Cámara de Representantes de Texas aprobó forma abrumadora una iniciativa de ley que impediría a gobiernos municipales y de condados promulgar prohibiciones al uso de la técnica del ‘fracking’ para la explotación de gas y petróleo.
Con una votación de 122 a 18, la Cámara envió el proyecto de ley al Senado después de tres horas de debate en el que los legisladores bloquearon todos los intentos de agregar más previsiones para el control local en labores de perforación o hidroperforación, conocidos como fracking
La iniciativa de ley HB 40, del representante republicano Drew Darby, establece que la regulación del gas y del petróleo es exclusiva del Estado, por lo que nulifica los esfuerzos de las ciudades y condados texanos para normar el uso de la técnica del ‘fracking’ en sus localidades.
‘En ausencia de este proyecto de ley, sería probable ver un mosaico de regulaciones al petróleo y gas en todo el estado. Esta iniciativa aclara de una vez por todas el poder de esta Legislatura’, dijo Darby, autor del proyecto de ley.
‘Las regulaciones municipales han comenzado a restarle importancia al preeminente papel del Estado para regular el desarrollo en la extracción de gas y petróleo’, dijo el representante Darby, en el pleno de la Cámara, aseverando que la propuesta ‘logra establecer un muy buen balance’.
La iniciativa de ley sólo permitiría a los gobiernos locales el aprobar ordenanzas que regulan la actividad de petróleo y gas por encima del suelo, incluyendo ‘un reglamento que regula requisitos de límites razonables de incendios y respuesta a emergencias, tráfico, luces, o ruido’, según suscribe el documento.
La votación se dio al mismo tiempo que las compañías de gas y petróleo enfrentan un marcado retroceso en otras ciudades hacia donde la industria se ha extendido.
Tal es el caso de la zona de 5 mil millas cuadradas (12 mil 950 kilómetros cuadrados) del yacimiento de gas de Barnett, dentro de la cuenca de Fort Worth, bajo formaciones rocosas que hacen que su explotación sea por medio del fracking.
En algunos casos, los vecindarios en el Norte de Texas se han estado expandiendo cada vez más cerca a los sitios de perforación.
Situación similar se vive en El Paso, donde miembros de la comunidad fronteriza presentarán la próxima semana al Cabildo de la Ciudad y a la Corte de Representantes del Condado peticiones para prohibir el fracking en el Condado de Hudspeth, ubicado a 22 millas de la urbe paseña.
Desde el pasado 31 de marzo, la empresa Torchlight Energy Resources realiza perforaciones hidráulicas del subsuelo tipo ‘fracking’ en terrenos arrendados por el Sistema de la Universidad de Texas en el Condado de Hudspeth, al Este de El Paso.
Aunque la práctica por medio de la cual se inyecta líquido a presión en el subsuelo ha sido prohibida en Nueva York y California, debido a los efectos que causa tanto por la contaminación del agua en los mantos freáticos, así como por su injerencia en movimientos tectónicos asociados con sismos, en Texas dicha medida gana terreno en las legislaturas.
‘Esta ley nunca fue sobre las prohibiciones locales al fracking, o al fracking en lo particular; es una muestra de poder del Gobierno estatal para borrar miles de protecciones locales sobre salud, seguridad y calidad de vida a lo largo de Texas’, dijo por su parte Robin Schneider, director ejecutivo de Enviroment Texas, en un comunicado.
Denton, un ejemplo
El año pasado, la ciudad de Denton, en el Norte de la entidad, aprobó la primera prohibición al ‘fracking’ emitida en Texas provocando demandas por parte del Gobierno estatal y de la industria del gas y petróleo.
La prohibición en Denton motivó a los legisladores estatales a presentar una oleada de legislaciones para prevenir su proliferación.
La iniciativa presentada por Darby ha sido la que ha tomado un papel central en la sesión legislativa y se enfila a ser la que podría promulgarse como ley.
‘La gente de Denton ejerció su derecho democrático a mantener fuera de su comunidad una industria riesgosa, y ahora las grandes petroleras y sus amigos en altos puestos tratan de quitarles ese derecho’, dijo por su parte Daniel Raichel, representante del Consejo de Defensa por los Recursos Naturales.
Una larga lista de compañías y grupos industriales apoyan el proyecto de ley, cuyo preámbulo estipula que la ley ‘expresamente se anticipa a los operativos de regulación de gas y petróleo llevados a cabo por los municipios y otras subdivisiones políticas’.
La Asociación de Gas y Petróleo de Texas se refirió a la propuesta como ‘balanceada, justa y esencial para asegurar que el generador de empleos más grande del estado pueda continuar operando de manera responsable bajo una robusta y predecible regulación’, sostuvo el organismo en un comunicado.
Ambientalistas, en desacuerdo
‘Esta es una medida muy peligrosa que favorece a las grandes compañías petroleras para permitirles pisotear los derechos de las comunidades para protegerse a ellas mismas de los peores impactos de la perforación’, dijo Luke Metzger, director de Enviroment Texas.
‘No se conformarán con sólo derogar la prohibición impuesta por Denton, sino que han puesto en la mira otras ordenanzas en el estado que limitan las perforaciones cerca de las viviendas, escuelas y parques, así como también muchos otros estándares de salud y seguridad’.
Darby, republicano de San Angelo, dijo que él simplemente quiere poner un límite a los litigios –como las demandas que se han originado a raíz de la votación en Denton– combatiendo un ‘improvisado e inconsistente trabajo de regulación que socava la producción segura y consistente de gas y petróleo’.
La Liga Municipal de Texas, que incluye a mil 145 ciudades de Texas entre sus integrantes, era en un principio uno de los críticos más feroces del proyecto de ley –diciendo que podría invalidar otras ordenanzas locales impuestas a la perforación en Texas.
Fuente: El Diario con información de Texas Tribune
