Barack Obama ha defendido en un discurso la esperada reforma migratoria que busca normalizar la situación de 11 millones de inmigrantes ilegales. Sin embargo, expertos opinan que la nueva iniciativa busca aumentar las deportaciones.
“El sistema migratorio de EE.UU. está gravemente dañado”, ha reconocido este martes el mandatario estadunidense, que advirtió al Congreso que si no avanza sobre el plan aprobado por el grupo de ocho senadores propondrá su propio proyecto de ley “para que voten por él”. Además, en su discurso el presidente Obama subrayó que es importante seguir reforzando la seguridad fronteriza.
En este sentido, Benjamín Pardo, presidente del Comité de Amigos Americanos, cree que lo que busca la nueva iniciativa es precisamente aumentar las deportaciones de los inmigrantes de EE.UU. y restringir su flujo hacia el país.
“Lo que trae este iniciativa es restringir aún más los futuros flujos migratorios, es decir, asegurar que todos los empleadores verifiquen el estatus migratorio de cada uno de sus trabajadores, lo que realmente beneficia a los empleadores y no a los trabajadores”, denuncia el activista.
Pardo subraya que la medida reforzará la patrulla fronteriza, y la cantidad de los agentes de seguridad “no solo en la frontera sino también dentro de la nación norteamericana”, lo que -según Pardo- se traducirá en más detenciones.
“La reforma también implementa una política de registro y de pago de multas excesivas, lo que nos indica que va a haber un gran aumento del presupuesto de seguridad interna, posiblemente destinado precisamente para identificar, detener y deportar a los trabajadores” que no corresponden a los criterios estipulados, sostiene.
En este contexto Pardo recalca que Obama ha sido el presidente de EE.UU. que más ha deportado trabajadores inmigrantes en los últimos cuatro años. Dos millones en total.
Fuente: Actualidad RT