Televisa y la Operación Cablevisión Monterrey

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Por Jenaro Villamil

Hay algo inexplicable en la lógica económica de la operación de compra del 50% restante de Televisión Internacional (TVI) o Cablevisión Monterrey por parte de Grupo Televisa.

En 2006, la compañía de Emilio Azcárraga Jean pagó 798 millones de pesos por tener 50% de la compañía, propiedad del regiomontano Francisco González, dueño de Multimedios, empresa editora también de los periódicos Milenio.

Diez años después, Televisa pagó por el 50% restante un total de 6 mil 750 millones de pesos, incluyendo pasivos por 5 mil 492 millones y compraventa de acciones por mil 258 millones, según el comunicado de la compañía de Azcárraga Jean ante la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

Es decir, compra más caro y en condiciones muy difíciles para Multimedios. Todos saben en Nuevo León que el gobierno de Jaime Rodríguez, El Bronco, le suspendió un millonario convenio publicitario que tenía con la anterior administración del priista Rodrigo Medina, y que los negocios de Francisco González en otras áreas no han ido muy bien, incluyendo el centro de diversiones Parque Mágico, rebautizado como Parque Trágico entre los regiomontanos.

¿Por qué Televisa compra caro una empresa que está en crisis?

Tal parece que la lógica de los Cuatro Fantásticos que dirigen Televisa es exactamente la inversa del magnate Carlos Slim, famoso por comprar barato para luego obtener grandes réditos de empresas que adquirió en condiciones de asfixia.

Lo mismo sucedió con la operación de Grupo Iusacell. Televisa compró en mil 600 millones de dólares el 50% de esa telefónica que era propiedad de Grupo Salinas, su presunto competidor en TV Azteca, y acabó vendiendo en poco más de 700 millones de dólares ese mismo porcentaje.

¿Cómo es que perdieron casi 900 millones de dólares en esta operación?
Hasta ahora, nadie ha explicado quién o cómo se “apalanca” Grupo Televisa frente a estas operaciones de concentración en televisión de paga.

Los ingresos por publicidad, que aportan casi 73% de las ventas del segmento de Contenidos, registraron una caída de 9.6% anual durante el 2015, según los datos de la misma Televisa.

La empresa aumentó sus tarifas de publicidad entre 25 y 30% para el 2016, según datos de la revista Expansión, pero ninguno de los grandes anunciantes de Televisa (Genomma Lab, AT&T, Unilever, Pepsico, Telmex, Procter & Gamble, Bimbo, Coca Cola, Anheuser-Bush y Nestlé) están muy contentos con este incremento, más cuando sus audiencias han disminuido.

A pesar de esto, Televisa está dispuesta a absorber pasivos por 5 mil 492 millones de pesos de TVI-Cablevisión Monterrey.

Por lo pronto, Televisa ya aumentó sus servicios de televisión restringida. Primero lo inició con Sky y ahora pretende hacerlo con sus empresas de tv por cable (Izzi, Cablemás, Cablecom, Telecable y Cablevisión Monterrey).

El modelo de acaparar el mayor número de empresas de televisión restringida resultó ser una ambiciosa estrategia apalancada y favorecida por el intenso cabildeo político que los Cuatro Fantásticos han realizado en los gobiernos de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto.

Su búsqueda ha sido muy simple y ambiciosa: lograr generar un auténtico monopolio de la opinión pública. A través de esta operación pretenden tener el control de las cuatro plataformas más importantes para ellos: a) los contenidos y la información política en televisión abierta; b) los contenidos y las redes de distribución en televisión restringida (sea vía cable o satelital); c) los contenidos y los principales conductores en radio privada (los comentaristas más escuchados en radio comercial, salvo algunas excepciones, forman parte de la órbita de Televisa o de TV Azteca); d) los contenidos en los medios impresos.

Con el control total de Cablevisión Monterrey y la incorporación de Multimedios al Consejo de Administración de Televisa, los Cuatro Fantásticos claramente avanzan en el tema del control de los medios impresos, a través de la red de periódicos de Milenio Diario.

Esta operación es muy costosa en términos económicos y muy inútil en términos de control de las audiencias. Las nuevas audiencias ya no están ni en televisión abierta ni en televisión restringida, mucho menos en los periódicos o medios impresos, sino en streaming o en contenidos digitales (blogs, redes sociales, video, radio on line).

En 15 ó 20 años, lo que es ahora una gran estrategia de concentración se puede convertir en un “elefante blanco” para el poder de Televisa. Y no se ve manera de que empresas nuevas como Blim realmente representen un futuro prometedor para el imperio analógico en retirada.

Twitter: @JenaroVillamil

Fuente: www.homozapping.com.mx

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