Si el Papa Francisco no impulsa reformas en la Iglesia católica, un movimiento similar al de los “indignados” podría surgir dentro de la institución, advirtió el teólogo suizo Hans Küng. “Si (el Pontífice) hace como hasta ahora, provocará que dentro de la Iglesia Católica se escuche cada vez más el llamado de ‘¡Indígnense!'”, señaló Küng en entrevista con Reforma realizada en Berlín.
El reconocido teólogo hizo una referencia a que las bases de la Iglesia, sus fieles sobre todo, buscarían hacer los cambios.
“Así, habrá reformas desde las bases dejando de lado las jerarquías”, insistió el teólogo de 85 años.
Küng ha sido un crítico de la Iglesia Católica y del Vaticano en particular por su incapacidad a adoptarse a tiempos modernos.
Fue un acérrimo contrapeso al papado conservador de Juan Pablo II y un fuerte crítico de Benedicto XVI, aunque éste último como el teólogo Joseph Ratzinger fue colega de academia.
Küng celebró la elección de Jorge Mario Bergoglio como Papa, pero no deja de poner el dedo en lo que algunos teólogos y expertos critican de la actual institución religiosa, que necesita reformas.
Movimientos de católicos por todo el mundo, principalmente uno muy fuerte que se gestó desde Alemania, Wir sind Kirche (Somos Iglesia), piden que la iglesia se adapte a tiempos modernos.
Otro sistema de derecho en el Vaticano, inclusión de laicos y mujeres en las filas jerárquicas, prohibición del celibato, aceptación del aborto y aceptación del condón, son algunas de las demandas.
“¿Por fin realizará reformas en la iglesia que sus predecesores han ido acumulando?”, cuestionó abiertamente Küng al nuevo Papa.
A Küng le interesa que Francisco maneje la Iglesia con sus propios intereses, un hecho al que en varias ocasiones el teólogo suizo se ha referido como “dictadura espiritual”.
Sin embargo, al teólogo suizo le sorprendió positivamente la elección de este Papa, en parte por ser latinoamericano, y en parte por el nombre que tomó.
“Al elegir el nombre de ‘Francisco’ ya anunció el programa para su pontificado y para la Iglesia”, estimó Küng.
Con ese nombre, el Papa reconoce a San Francisco de Asís como la figura que le servirá de guía y ejemplo a seguir.
“Tendrá humildad, desprendimiento, fuerza de carácter y rebeldía”, añadió Küng.
De acuerdo con el teólogo, el nombre propicia por defecto un acercamiento más íntimo con los hogares latinoamericanos, porque muchas familias apelan a la figura de San Francisco de Asís, patrón de una religión más austera.
Incluso representantes de la Teología de la Liberación, una enseñanza que aboga por los pobres y los oprimidos, han acogido bien la elección del nuevo Papa.
Küng afirmó que la edad del Papa, de 76 años, y sus condiciones de salud, un solo pulmón, no deberían ser un impedimento para tener un gran pontificado.
“El Papa Juan XXIII tuvo cinco años de pontificado y logró cambiar la Iglesia con el Concilio Vaticano II”, dijo.
Al teólogo suizo le fue retirada en 1979 su autoridad eclesiástica para dar cátedra. Desde entonces se ha dedicado a tratar de instaurar una ética global para posibilitar la convivencia de las religiones del planeta.
Ahora que cumplió 85 años de edad, el 19 de marzo, Küng había anunciado querer dejar de ser presidente de la Fundación por una Ética Global (Stiftung Weltethos) y así retirarse más de la vida pública.
Fuente: Reforma
