También de dolor se canta
Cuando llorar no se puede
Estos versos lo atestiguan
que son canto que me duele
Letra de “Perdón no pido” de Manuel Esperón.
Por: Pineda Jaimes
Así como en la estupenda película “También de dolor se canta”, de don René Cardona, el recordado maestro Braulio Peláez, interpretado por Pedro Infante, termina su aventura cinematográfica con tremenda dignidad y decoro; así deben sentirse nuestros seleccionados, que nos hicieron soñar, nos hicieron ilusionar y que si no ganamos fue, en esta ocasión, a un exceso de confianza y desconcentración imperdonable. Nos vimos allá, antes de que terminara el juego, y se nos olvidó la certerísima máxima de don Fernando Marcos, quien algún día dijo que en un juego, “el último minuto también tiene 60 segundos”.
Y así en cinco minutos nos sacaron el partido. No pasamos, pero eso no borra todo lo bueno. Ojalá y esta generación no se pierda y pronto nos dé una alegría. No seamos tan duros con ellos. Antes del Mundial, nadie daba un chícharo por ellos, después de la desastrosa eliminatoria que tuvimos. No pasábamos de la fase grupos y los ruegos eran a que no nos golearan. Luego vimos que el equipo daba para más y nos ilusionamos. Así comos los mexicanos, vamos de la tragedia griega a la alegría desbordada. Nada de medias tintas. Hoy estamos tristes porque nuevamente no se nos da el famoso “quinto partido”, desde aquel ya lejano 1986, pero ¿por qué somos tan duros con este equipo que al menos nos ha dado un poco de alegría, y no exigimos igual a nuestros gobiernos quienes también desde aquel 1986 nos traen de crisis en crisis?
No hagamos drama. Es un juego. Para mi gusto, cada vez más podrido por los intereses comerciales, al grado tal que si la FIFA no tiene un golpe de timón, tal vez estaremos presenciando al último Mundial tal y como lo recordamos, donde todavía –y eso quién sabe- estemos asistiendo a una competencia deportiva, porque en lo sucesivo lo comercial se impondrá a lo deportivo. Una lástima. Es de pena ajena saber que Cristiano Ronaldo estaba más interesado en andar filmando su película y grabando comerciales, que en apoyar a su selección. El tipo tuvo que soportar una temperatura de casi 40 grados en Manaos con una playera de manga larga, porque así lo exigían los compromisos comerciales que tenía pactados para la filmación de su película. Una vergüenza.
Ya de nada nos sirve que el holandés Robben, como buen caballero, se disculpe por el clavado que se aventó y que el árbitro portugués se tragó completito como una falta. Se agradece el gesto, pero de nada nos sirve.
Nunca antes había visto yo un Mundial donde en forma tan descarada y por tanto evidente, se ayude a los equipos “grandes” para que pasen a la siguiente ronda. Dos hechos están claros en este mundial. A Brasil lo quieren en la final a costa de lo que sea y del otro lado a Holanda o Alemania. Qué pena para el futbol.
¿Qué va hacer la FIFA con el arbitraje?
Y la pregunta más importante para mí: ¿Qué será del futbol?, este juego que a muchos nos gusta y que tantas emociones nos ha dado.
Y a nuestro Tri, gracias. Es de lo poco bueno que tenemos que nos llega a unir a los mexicanos por un momento. Y eso es positivo, porque nuestro país necesita de más momentos y situaciones que nos unan, y menos que nos dividan.
Gracias por todas las alegrías y todas las emociones, pero también por las angustias. ¡Qué manera de tenernos con el alma en un hilo!
Y recuerden que también de dolor se canta, ¡qué caray!
Hasta mañana. Buen día y buena suerte.