El futbol no sólo se juega en las canchas. Ahí está obviamente lo deportivo. Afuera, los negocios. Y no sólo las marcas compiten por patrocinar a los que consideran los mejores equipos que les dejarán las más jugosas ganancias, independientemente de su nivel deportivo. A la puja por los grandes presupuestos, ingresan también las poderosas firmas de arquitectos en un área a la que pocas veces se le pone atención: la construcción de infraestructura deportiva, necesaria para organizar un evento mundial de esa naturaleza, trátese de un Mundial de Futbol o de los Juegos Olímpicos.
Aquí también se mueven grandes y millonarios presupuestos, aunque con una salvedad: si se trata de creaciones, las prestigiadas firmas de arquitectos han hecho de este nicho una lucha por dejar plasmado también su sello creativo. Así, al paso del tiempo, los estadios que se utilizan en los mundiales de futbol, no sólo son armatostes que albergan a miles y miles de aficionados. Ahora también llevan un sello, una marca, regularmente de prestigiadas firmas de arquitectos, que han visto en las grandes obras del futbol o de Juegos Olímpicos, un interesante negocio y una nueva forma de obtener también prestigio… o perderlo.
Recientemente se dieron a conocer, por ejemplo, imágenes del estadio Zenit, diseñado por Kisho Kurokawa, que está siendo construido en la Isla Krestovsky, en San Petersburgo, Rusia, que albergará el Mundial de Futbol en 2018. Este impresionante estadio diseñado por el afamado arquitecto japonés, tendrá una capacidad para 68 mil personas cuando se trate de un evento deportivo, y podrá ser adaptado hasta llegar a los 84 mil espectadores para conciertos o eventos culturales. En este inmueble se tiene contemplado, a cuatro años de distancia, que sea el lugar donde se inaugure la Copa del Mundo de 2018. De paso, Kurokawa diseña también el monumental estadio Toyota, en Japón.
Como en el futbol nada se deja al azar, a ocho años de distancia para que se inaugure el Mundial de Futbol que se celebrará en Qatar en 2022, cuatro de las principales firmas de arquitectos del mundo se disputan ya los petrodólares de los qataríes y compiten en el concurso de diseño de lo que será el estadio Lusail, con un aforo para 80 mil espectadores y que servirá de sede para la inauguración de esa Copa del Mundo. Entre las principales firmas que han presentado proyectos, destaca la de David Chipperfield Architects (para más señas, fue la encargada de diseñar el ahora ya prestigiado Museo Jumex de la Ciudad de México); además de Foster + Partners (que en México está a cargo de lo que será el nuevo aeropuerto de la capital del país); Mossessian & Partners, que ya tiene alguna experiencia en ese país, pues ya realizó algunas importantes construcciones en Doha y Mangera Yvars Architects, que construye actualmente la Facultad de Estudios Islámicos también en Doha.
En este lugar, ya trabaja otra firma reconocida a nivel mundial, la de la prestigiada arquitecta nacida en Irak, Zaha Hadid, ganadora del más importante premio de arquitectura, el Pritzker en 2004, que fue la encargada de diseñar el estadio Al Wakrah, donde muy probablemente se celebrará la final de la Copa del Mundo en 2022. Para que se dé una idea de lo que hablamos, Hadid diseñó para la ciudad de Izmir, en Turquía, el edificio que albergaría la Exposición Mundial de 2020. De ganar la sede y ser construido, este complejo –conocido en el mundo por sus aguas termales- sería uno de los centros vacacionales más importantes de Europa. El diseño de Zaha Hadid enfrenta al de otras firmas que han trabajado en lo mismo para los gobiernos de Sao Paulo en Brasil, Yeketeringurb en Rusia y Ayuttahaya en Tailandia, que también buscan ser sede.
Mientras tanto en Brasil, y a marchas forzadas (en algunos casos no lograrán terminar las obras), varias firmas se juegan su prestigio -no así los millones que ya cobraron- ante los atrasos evidentes en la construcción o remodelación de los estadios mundialistas, algunos de los cuales, como el Itaquerao, en Sao Paulo, sede del partido inaugural, donde tuvieron que usar 20 mil gradas portátiles debido a la imposibilidad de poder terminarlo a tiempo.
Con mayor suerte, la firma arquitectónica BCMF, fue la encargada de renovar completamente el estadio Mineirao en Belo Horizonte. El consorcio, a cargo de los arquitectos Bruno Campos, Marcelo Fontes y Silvio Todeschi, fue el encargado de renovar el estadio al que sólo dejaron intocados su capa exterior, así como los legendarios 88 semipórticos estructurales que están desde que se construyó el inmueble en 1965, que diseñado por Eduardo Mender Guimaraes Junior y Gaspar Garreto, el resto fue modificado, con el único objetivo de que 58,259 aficionados tengan una mejor visión del juego.
Otro estudio, Santini & Rocha Arquitectos, fue el encargado de la remodelación del estadio Beira-Río, en Porto Alegre, que fuera diseñado por el arquitecto Rui Tedesco y construido en 1969. A este estadio se le añadió un techo en forma de hoja, que fue construido con un material que produce la sensación de ligereza, como un remplazo de su antigua estructura sólida. Cuenta con un museo, tiendas, sala de prensa y 14 torres que conectan a todo el estadio. Ya si usted es un curioso incorregible, seguramente querrá saber que la remodelación del mítico Maracaná corrió a cargo de la firma Fernandes Arquitetos Associados que encabeza Daniel Hopf Fernandes.
Como en el mundo del deporte el tiempo es oro, Japón cuenta ya con el diseño de lo que será el nuevo Estadio Nacional, sede de la inauguración de los Juegos Olímpicos de 2020. Este inmueble reemplazará al actual, obra del arquitecto Kenzo Tange, construido para las Olimpiadas de 1964. El nuevo coso, será algo así como la obra maestra de… ¡adivinó usted!, Zaha Hadid y su firma, quien define así su obra: “El estadio se convertirá en un elemento integral del tejido urbano de Tokio, directamente comprometido con el paisaje y entorno de la ciudad, para conectar y forjar formas elegantes de diseño… El perímetro del estadio será un puente deshabitado, un espacio de exhibición continua que creará un nuevo excitante trayecto para el visitante”. Y si lo dice Zaha, habrá que creerle.
Por cierto, entre estadio y estadio, Zaha Hadid se dio su tiempo para diseñar un impresionante edificio de 40 pisos, que inició su construcción el año pasado y se planea poner en funcionamiento en 2017… ¡adivinó otra vez usted!, en la nueva meca de las apuestas mundiales: Macao, ¿en dónde? En China, por supuesto.
Hasta mañana, buen día y buena suerte.
Te recomendamos leer las anteriores entregas:
El en mundial el dinero es dinero
http://hilodirecto.com.mx/en-el-mundial-el-dinero-es-dinero/
Un mundial de marcas y etiquetas
http://hilodirecto.com.mx/un-mundial-de-marcas-y-etiquetas/
