La policía brasileña ha detenido al homicida confeso de ocho mujeres. Un vigilante de seguridad de 26 años que podría haber cometido otros 31 asesinatos.
Según las autoridades, el sospechoso mató a homosexuales, mendigos y mujeres en la ciudad de Goiania, en el centro del país.
La investigación continúa pero los informes de balística han confirmado que el arma coincide encontrada en su apartamento coincide con la utilizada en seis de los treinta y nueve homicidios.
Todos los crímenes investigados siguieron el mismo patrón: un hombre en motocicleta vestido de negro y con un casco del mismo color, pasa por la calle, anuncia un atraco y dispara a sus víctimas.
“Quiero ver la investigación policial, ver las pruebas que tienen contra él. Ayer hablé con él y me lo negó todo”, decía su abogado, Thiago Vidal.
Ayer, el supuesto homicida intentó quitarse la vida en el interior de su celda con el casquillo de una bombilla rota pero un agente se lo impidió. Según su abogado su cliente confesó bajo la presión de cincuenta policías.
Fuente: euronews