ONU, sin dinero para derechos humanos

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La ONU carece de dinero para financiar su trabajo en derechos humanos y responder a las crecientes necesidades que surgen de la multiplicación de las crisis y conflictos armados, reveló hoy el nuevo alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Zeid Ra’ad Al Husein.

Tras seis semanas en el cargo, Zeid compareció por primera vez ante la prensa y confesó que está “consternado” porque lo que se ha encontrado es una situación financiera crítica que le obliga a estudiar recortes de actividades y de personal.

A pesar de que los derechos humanos constituyen uno de los tres pilares de la ONU -además de desarrollo, y paz y seguridad-, la Oficina del Alto Comisionado sólo percibe el 3 por ciento del presupuesto anual regular de la organización multilateral, con lo que cuenta sólo con 87 millones de dólares para este año, cifra similar a la de 2013.

“Lo que se gastó en doce meses, hasta el pasado 30 de junio, en iPhones podría financiar la Oficina de Derechos Humanos de la ONU por 391 años”, dijo Zeid para poner en perspectiva la situación de la entidad que ahora dirige.

“Puesto de otra manera, el presupuesto anual total equivale a un día de ventas de iPhones durante ese periodo”, subrayó.

“Pedimos -continuó- menos de lo que se estima que los estadounidenses gastarán en disfraces para sus animales de compañía en Hallowen, lo que incluye a mi propia familia que vive en Nueva York”.

El alto comisionado -quien en la última década cumplió diversas funciones como diplomático de Jordania y previamente ocupó puestos en la ONU relacionados con sus misiones de paz- adelantó que su organismo cerrará este año con un déficit de 25 millones de dólares.

“Se le pide al sistema de derechos humanos de la ONU que intervenga en las crisis, que investigue denuncias de abusos, que presione por la rendición de cuentas y que ayude a prevenir más violaciones”, pero no se le entregan recursos para ello, lamentó.

Recordó que además de esas funciones, que entran dentro de las que habitualmente corresponden a su oficina, “de vez en cuando” reciben “instrucciones para cumplir otras importantes actividades extras, con los recursos existentes”.

El alto comisionado volvió entonces a las comparaciones y señaló que la población de Suiza -donde la ONU tiene su sede europea y está la Oficina del Alto Comisionado desde su fundación- pagó el año pasado por chocolates diez veces más que su presupuesto.

Por ello, la financiación de las operaciones de derechos humanos de la ONU dependen de contribuciones voluntarias de los países, entre los que esté año Noruega está a la cabeza, seguido de Estados Unidos, Suecia, Holanda y Alemania.

Este año, la Comisión Europea ha pasado a la novena posición como donante de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, tras haber sido el tercero el año pasado.

Hasta ayer y desde el 1 de enero pasado, esas contribuciones voluntarias representaban 103,6 millones de dólares.

Con todo, las actividades de derechos humanos tendrán que ser recortadas si no se encuentran los 25 millones que faltan para cubrir y que, de hecho, “podrían ser financiados por cualquier magnate sin pestañear, y sería magnífico que alguno lo hiciera”, sostuvo Zeid.

Las crisis en el mundo, las amplitud de las violaciones de los derechos humanos, los conflictos armados y hasta la epidemia del ébola generan más y más demandas para el área de derechos humanos de las Naciones Unidas, pero el nivel de las donaciones no van acorde con las necesidades.

“Nos han pedido abrir oficinas en Honduras y Burundi, y no estoy nada seguro de que podamos hacerlo… Tenemos decenas de peticiones pendientes para desplegar expertos en derechos humanos con las misiones de la ONU. Esta es una situación deplorable”, concluyó Zeid.

Fuente: EFE

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