En momentos en que el país mantiene una mesa de negociación con Estados Unidos, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, advirtió que no se permitirá la irrupción de migrantes, por lo que se reforzarán las medidas de control en la frontera sur.
-¿Está situación amerita el reforzamiento de las medidas de seguridad? , se le preguntó esta mañana.
-Yo creo que sí, tenemos todo en derecho, somos un país soberano, tenemos leyes migratorias, tenemos que aplicarlas y se tienen que respetar. No entiendo por qué se violan los derechos humanos, cuando lo que queremos es regular a la población migrante para darles y poderles ofrecer servicios y hagan valer sus derechos humanos.
La funcionaria aseguró que muchos de los migrantes llegan con una actitud violenta e incluso han atacado a agentes del Instituto Nacional de Migración.
Sánchez Cordero no respondió acerca de eventuales presiones a la delegación encabezada por el canciller Marcelo Ebrard, para que México sea tercer país seguro, es decir, a donde envíen a los migrantes que pidan asilo a Estados Unidos.
Señaló que ella, pese a ser la responsable de la política migratoria, no está en la mesa de negociación en Washington porque se trata de un asunto que debe atender el secretario de Relaciones Exteriores junto con su homólogo.
No obstante admitió que aquí tenemos “el gravísimo problema de entradas irregulares”, que demanda un programa de desarrollo en los países expulsores.
El miércoles ingresó medio millar de personas por Chiapas, lo que derivó en la intervención de elementos de la Guardia Nacional y de la Policía Federal.
“Muchas de estas personas ingresaron incluso de manera violenta irrumpiendo; no querían regularizarse, no querían tener realmente un proceso regular, legal, seguro, sino simplemente irrumpir a nuestro país y obviamente caminar hacia el norte”, dijo la secretaria ante la prensa.
Dijo que fue una “coincidencia, por decirme lo menos” que justo cuando se establecía una mesa de negociación Mexico-Estados Unidos, se dio la irrupción de una caravana de alrededor de 500 personas.
El gobierno mexicano -aseveró- tiene detectadas a organizaciones que promueven las caravanas.
Hay un fenómeno tipo hormiga en nuestro país, dijo, porque tenemos una frontera muy porosa, cuando hay etapa de sequía el río no llega ni a 30 centímetros, por lo que se puede ingresar a México caminando.
El problema, admitió la funcionaria, está ahí, latente.
Yo veo las cifras de los norteamericanos y nosotros hemos hecho también un gran esfuerzo por regularla “y realmente me sorprende los números que nos dan (Estados Unidos) de más de 100 mil personas que solamente en un mes irrumpieron también de forma irregular en Estados Unidos. Es una cantidad enorme de migración, sobre todo los provenientes de Honduras”, país que ha reconocido una disminución de la población.
Fuente: La Jornada