Sacan 12 cortos de “Hermano narco”

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A la Iglesia católica le urge desempeñar un rol protagónico ante la vorágine de violencia que azota al país. Para no quedar a la zaga de otros actores sociales, echó mano de su vasto poder económico e infraestructura para lanzar un proyecto fílmico consistente en documentales que abordan el tema del narcotráfico y su presencia creciente en la vida cotidiana. Con la serie de cortometrajes titulada Hermano narco, busca penetrar en la conciencia de sectores de población cada vez más amplios para exaltar el “valor del perdón”.

Por Rodrigo Vera/ Proceso

Con el propósito de contrarrestar la violencia desatada por el narcotráfico, la Iglesia católica en México acaba de lanzar su proyecto fílmico Hermano narco, una serie de 12 cortometrajes con sesgo periodístico en la que abordará los estragos que el narco está provocando en varios sectores de la población como los migrantes, el Ejército, los medios de comunicación y el mismo clero.

Los cortometrajes se exhibirán en catedrales, parroquias, canales de televisión por cable, internet y –aunque menos probable– también en salas cinematográficas comerciales, pues la Iglesia intenta que llegue al mayor público posible el mensaje de “perdón y reconciliación” que trasmitirá en sus filmes. Éstos los producirá la Sociedad de San Pablo, una congregación religiosa especializada en medios de comunicación y cuyos miembros son conocidos como los hermanos paulinos.

El pasado 27 de enero se exhibió el primer cortometraje de la serie titulado¿Serías capaz de perdonarlo? La presentación fue en la Catedral Metropolitana de la ciudad de México, al término de una misa oficiada por el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México.

El religioso paulino Omar Sotelo Aguilar, creador y promotor del proyecto, además de ser el guionista de las cintas, comenta acerca de sus objetivos:

“La violencia sigue causando estragos y parece no tener fin. Las estrategias para combatirla no están funcionando del todo. Acabamos de conocer uno de los más recientes episodios: la masacre de los integrantes del grupo musical Kombo Kolombia. Es una violencia brutal que nos está deshumanizando. Eso es lo grave ¡la deshumanización!

“Nuestros cortometrajes intentan, pues, combatir esa violencia propagando un mensaje básicamente humanista, basado en el perdón, ese sentimiento humano que es capaz de romper la cadena de venganzas y de odios. Y aquí quiero aclarar que Hermano narco habla de perdón, no de impunidad, que es muy distinto”.

–¿No resulta utópico o iluso esgrimir el perdón ante esta situación de extrema violencia?

–De ninguna manera. No hay nada de utopía. Hubo movimientos sociales en la historia que tuvieron como trasfondo al perdón. Se me viene a la memoria el movimiento pacifista de Gandhi en la India o el Apartheid en Sudáfrica. El mismo Papa Juan Pablo II perdonó a quien le disparó con una pistola y casi lo mata… El perdón humaniza.

“De manera que ahí está nuestra propuesta y nuestra contribución. Es lo que la Iglesia puede aportar. Sabemos bien que no es la única opción, pero puede resultar eficaz. Los gobiernos están haciendo lo suyo con todos sus recursos, pero hasta el momento sólo hemos visto más y más derramamiento de sangre”.

Temática social

El primer cortometraje ¿Serías capaz de perdonarlo? después de exhibirse en la Catedral Metropolitana ya está circulando profusamente en internet. Narra la historia de Miriam, una adolescente de 13 años cuyos padres son asesinados por una banda de narcotraficantes.

El cortometraje arranca en un escenario campestre donde Miriam está jugando con su hermano menor. Aparece el papá y corren a abrazarlo. Otras escenas recrean la vida cotidiana de esta familia rural: la madre que cocina, los dos niños jugando a las escondidas.

De pronto, en medio de la noche, irrumpen los sicarios quienes se bajan de los autos, se introducen a la casa de la familia y llegan hasta la alcoba de los padres. “El pinche bisnes es el pinche bisnes”, le dice uno de ellos al papá de Miriam. Y acribillan a la pareja que muere ensangrentada. Las ráfagas hacen añicos una estatuilla de Jesús Malverde, santo patrono de los narcos.

Al día siguiente, los asesinos entran al templo donde están los ataúdes de la pareja victimada. Llevan una corona de flores como ofrenda. La depositan cerca de los féretros, ante las miradas aterradas de los deudos. La huérfana Miriam se acerca a uno de los criminales y lo abraza. “Te regalo un abrazo y te perdono”, le dice.

El cortometraje, de 10 minutos de duración y basado en un guion de Omar Sotelo, fue dirigido por Jorge Segovia. Sotelo encabeza el Centro Católico Multimedial (CCM), la agencia de noticias paulina que produjo el filme.

Fue un hecho real, cometa Sotelo, el que lo inspiró para escribir el guion: “En una ocasión, en mi calidad de sacerdote estaba en el sepelio de un joven asesinado. Al terminar las exequias, la madre del joven me dijo conmovida: ‘Padre, ante Dios y ante esta comunidad perdono de todo corazón al asesino de mi hijo, porque no quiero más hijos muertos’. De ese testimonio me vino la idea para escribir la historia y, en general, todo el proyecto de Hermano narco”.

–¿Cuántos cortometrajes tendrá la serie?

–Serán 12 historias, cada una de ellas con distintas circunstancias y personajes. El tema del perdón y la reconciliación será el eje rector de la serie.

–¿Su proyecto se acerca al documental fílmico? ¿Al periodismo?

–Sí, por supuesto, ya que aborda un tema actual como el narcotráfico. Además, cada historia tocará problemas reales de violencia que viven distintos sectores de la sociedad. Habrá, por ejemplo, un cortometraje que tratará el tema de los migrantes, otro sobre los asesinatos de periodistas, otro sobre el Ejército, otro más sobre los crímenes y la violencia contra los sacerdotes. El caso más reciente en relación con este tema es el de la desaparición del sacerdote Santiago Álvarez, de la diócesis de Zamora, cuyo paradero aún se desconoce.

–¿Cuál será el tema de su segundo cortometraje?

–La migración, que está muy ligado al narco. Tengo listo el guion y estamos en la etapa de preproducción. Ya encontramos tres posibles locaciones que son rutas de paso de los migrantes.

–¿Hay antecedentes de proyectos como el suyo emprendidos por la Iglesia?

–No, que yo sepa. Al menos esta es la primera ocasión en que la Iglesia en México y en América Latina maneja el medio cinematográfico de esta manera, elaborando esta especie de periodismo fílmico dramatizado y con un mensaje propio de la Iglesia.

(Fragmento del reportaje que se publica esta semana en Proceso 1893, ya en circulación)

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