Por Sanjuana Martínez
Los narcoestados de México como Tamaulipas, son la mejor prueba del fracaso del gobierno de Enrique Peña Nieto en el combate del crimen organizado que actualmente vive una reorganización territorial y el empoderamiento de recientes cárteles.
El Estado está rebasado. Los hechos violentos en Reynosa demuestran terribles fallos de operatividad por parte de Monte Alejandro Rubido, Comisionado Nacional de Seguridad quien ha sido incapaz de detener la escalada de violencia que se registra actualmente en algunos estados de la República.
La ley del narco es más fuerte que el Estado. Las imágenes de bloqueos, balaceras, y vehículos quemados en Reynosa tras la detención de José Tiburcio Hernández Fuentes El Gafe, exhibieron el poderío del Cártel del Golfo (CdeG), frente a unas autoridades incapaces de controlar el caos o de ofrecerle seguridad a los habitantes de Tamaulipas.
El CdeG dirigido aún por Osiel Cárdenas, se reorganiza territorialmente y extiende sus redes comprando voluntades en el gobierno estatal, policías, Marina y Ejército. Solo así, se puede explicar que convierta en su feudo no solo Matamoros, sino otras ciudades del Noreste.
Hernández Fuentes, fue detenido junto con Javier Martín Anguiano Toledo, José Gilberto Zamarripa Vallejo y David Salgado García. Sus cómplices intentaron liberarlos en un auténtico operativo mejor coordinado que el de las autoridades donde participaron aproximadamente 60 personas en 15 camionetas, armados con AK47 y R15, según ha señalado el propio comisionado de Seguridad.
El CdeG evidenció su poderío realizando once bloqueos con camiones, tráilers y autos particulares, perfectamente coordinados para sitiar Reynosa. Su control de la zona es tanto, que atacaron las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) y nos dejaron claro quién manda en esa ciudad.
La incapacidad de las autoridades para enfrentar los ataques del CdeG provocó que se cerraran los puentes internacionales, que los candidatos de los distintos partidos suspendieran sus campañas electorales, que los niños fueran a la escuela y que finalmente la gente decidiera quedarse en casa ante el terror que se vivió en las calles de la ciudad.
¿A quién le queda alguna duda de que Tamaulipas es un narcoestado? ¿Cómo es posible que a estas alturas el gobierno federal no haya iniciado ninguna investigación a los narcopolíticos de todos los partidos de Tamaulipas? ¿Acaso no es obvio que tanto el CdeG como los Zetas han penetrado las estructuras del poder político en Tamaulipas? ¿Por qué el gobierno sigue fingiendo, intentando mirar para otro lado para ver si así desaparece el problema?
Seguramente la infiltración de los cárteles de la droga que controlan el Noreste del país llega a muy latas esferas, seguramente incluso hasta el gobierno federal.
La complicidad de las autoridades locales de Reynosa fue evidenciada. Así lo denunció el senador del PAN por Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca quien acusó al alcalde priista de Reynosa, José Elías Leal, de estar vinculado al cártel que domina “la plaza”, al igual que el alcalde de Río Bravo, Rogelio Villaseñor Sánchez.
Si la PGR ya sabe quienes son los políticos que colaboran con los cárteles de la droga, ¿qué espera para actuar?. Tal vez, prefieren que la bomba explote con una desaparición masiva como en Iguala, Guerrero con el perredista José Luis Abarca.
Claro, como aquí se trata de políticos priístas, de gobiernos del partido en el poder, obviamente Enrique Peña Nieto no está dispuesto a darle golpes a la misma piñata y menos en época electoral. Nos queda claro que prefiere que veamos rebasado al Estado.
Lamentablemente, la omisión del gobierno peñista provocará más caos, anarquía y el peligro inminente del empoderamiento de los cárteles de la droga en las propias instituciones.
Los casos del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Los Cuinis son una muestra que durante este gobierno están surgiendo organizaciones criminales con el objetivo de dominar nuevos mercados de la droga a nivel internacional.
Si los cuñados y líderes de estos cárteles, Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho” y Abigael González Valencia “El Cuini”, son los narcotraficantes más ricos del mundo, según la DEA, será porque este gobierno así lo ha permitido y algo está recibiendo a cambio.
www.websanjuanamartinez.com.mx
Twitter: @SanjuanaMtz
Facebook: Sanjuana Martínez
Fuente: Sin Embargo