El gobierno estadounidense evalúa sobre el terreno el despliegue de efectivos de la Guardia Nacional en Texas para ayudar en una solución a la crisis migratoria.
Funcionarios de la Casa Blanca confirmaron que ya está en la frontera de Texas con México un equipo formado por personal del Departamento de Defensa y del Departamento de Seguridad Nacional para informar al presidente Barack Obama si esa acción ayuda a una solución.
El secretario de Defensa Charles Hagel deberá notificar al mandatario sobre los resultados del viaje en los próximos días, dijo la fuente de la mansión ejecutiva, donde se valora una acción temporal de la Guardia Nacional en respuesta a un pedido de Rick Perry, gobernador de Texas. Perry anunció hace poco un despliegue de efectivos militares en la región fronteriza que costaría a su estado cerca de 12 millones de dólares.
La crisis migratoria podría dilatarse durante varias semanas más si el Congreso no logra un acuerdo antes de iniciar su receso de verano la próxima semana.
Obama puede reunirse este viernes con los mandatarios de El Salvador, Guatemala y Honduras, para discutir la llegada de menores no acompañados a la frontera.
Mientras, los republicanos de la Cámara baja presentaron la víspera un plan que entre otras cosas intenta cambiar una ley de 2008 para que sea más fácil enviar de vuelta los niños que vinieron ilegalmente de Centroamérica, aunque algunas fuentes indicaron que la falta de acuerdo impediría su votación antes del receso.
Al respecto, el senador Ted Cruz instó a sus colegas republicanos de la Cámara de Representantes rechazar la legislación, la cual en su opinión, permitiría a los demócratas del Senado avanzar con otras iniciativas migratorias.
Por su parte, el exgobernador de la Florida, el republicano Jeb Bush, en un artículo de opinión en The Wall Street Journal, instó al Congreso acabar con las lagunas que permiten a los individuos ser liberados de la custodia federal entre las audiencias para ser deportados.
Bush indicó que pocos de los cerca de 57 mil menores que llegaron al país serán deportados si el gobierno no cambia sus leyes, a la vez que llamó a Obama y al Congreso a trabajar juntos para escribir una nueva norma de inmigración para hacer frente a problemas como la crisis de los menores no acompañados.
Asimismo llamó al Congreso a no utilizar la actual crisis como una excusa para aplazar la reforma migratoria integral.
Fuente: Prensa Latina