La policía rusa detuvo este martes brevemente al opositor ruso Alexei Navalny cuando se dirigía a una manifestación de respaldo convocada por sus partidarios tras haber sido condenado por la mañana por malversación de fondos.
Al menos 130 personas fueron detenidas en esta manifestación, según la ONG OVD-Info, en apoyo al carismático opositor de 38 años, que pidió a sus partidarios tomar las calles para protestar contra el régimen de Vladimir Putin.
Poco después de su arresto, el opositor dijo en Twitter que había sido conducido de nuevo a su domicilio, donde cumple una pena de arresto domiciliario.
Por la mañana un juez de Moscú declaró a Navalny y a su hermano Oleg culpables de malversación de fondos. Pero mientras Alexei Navalny fue condenado a tres años y medio de cárcel con suspensión de pena, su hermano deberá pasar ese mismo tiempo en prisión.
El departamento de Estado norteamericano dijo estar “preocupado” por la condena, mientras que la Unión Europea dijo que “parece tener motivaciones políticas”.
Las condenas a los hermanos Navalny son el epílogo de un año en el que la Rusia de Vladimir Putin ha estado en el centro de una fuerte controversia internacional por la anexión de Crimea y su implicación en la guerra ucraniana.
“¿Por qué motivo lo meten en prisión 1/8a Oleg3/8? ¿Qué es este escándalo? ¿Es para presionarme?”, exclamó el opositor, dando puñetazos a una mesa, antes de que la policía se llevará a su hermano esposado fuera del tribunal.
La sentencia contra su hermano ha sido interpretada como un intento del régimen ruso de frenar las ambiciones de Navalny de cara a las elecciones presidenciales de 2018.
“Este régimen no tiene derecho a existir, debe ser destruido”, dijo ya fuera del tribunal. “Llamo a todo el mundo a tomar las calles hoy”, afirmó.
El carismático bloguero, en arresto domiciliario desde febrero, no estaba autorizado a acudir a la manifestación convocada por la tarde por lo que fue arrestado en plena calle cuando iba a reunirse con sus simpatizantes en la Plaza del Manège, en el centro de Moscú.
“No pude llegar a la plaza. Pero esto no quiere decir que ustedes no puedan hacerlo. Les pido a todos que no se vayan. No podrán detener a todo el mundo”, escribió Navalny en Twitter poco después de su arresto.
El servicio ruso de prisiones anunció que notificaría al juez la violación del arresto domiciliario de Navalny, lo que podría obligarle a cumplir la pena, ahora suspendida.
– Amenaza para el Kremlin –
En los últimos años Alexei Navalny se ha convertido en el principal opositor del Kremlin. Primero empezó ganando partidarios con su blog. En 2011 y 2012, durante las protestas contra Putin, logró movilizar a miles de personas y el año pasado quedó segundo en la carrera a la alcaldía de Moscú.
Los hermanos Navalny estaban acusados de estafar a la empresa de cosméticos Yves Rocher por un total de 27 millones de rublos (medio millón de dólares, según la tasa de cambio de la época), aunque la compañía dijo que no haber sufrido ningún perjuicio.
La fiscalía había pedido una pena de ocho años de cárcel para Oleg, menos que la requerida para el opositor, de 10 años de prisión. La sesión sólo duró 15 minutos, algo poco habitual en Rusia donde los jueces suelen leer las sentencias durante horas.
El anuncio de la sentencia estaba previsto para el 15 de enero, fecha en que los partidarios de Navalny habían previsto manifestarse, pero el tribunal anunció súbitamente el lunes que lo adelantaba.
Los observadores consideran a Navalny una de las pocas personas que pueden plantar cara a Vladimir Putin, el hombre que ha dominado la política rusa en los últimos años.
Fotogénico y atractivo, igual que su mujer y sus dos hijos, Navalny no está relacionado con los políticos de los años 1990, muy denostados por los rusos, y se presenta como un miembro ideal de la clase media.
Hasta ahora se ha visto implicado en media docena de juicios, que según él tienen motivaciones políticas.
Su condena de este martes coincide con un momento complicado para Putin, que se enfrenta a la crisis económica provocada por la caída del rublo y al enfrentamiento con Occidente por la crisis en Ucrania.
Fuente: AFP