La Patrulla Fronteriza efectuó en agosto casi 10.000 arrestos de niños solos y familias que cruzaron ilegalmente la frontera desde México, un incremento de 52% sobre el mismo mes del año anterior, según estadísticas difundidas el lunes por la agencia.
Desde el comienzo del año fiscal en octubre, los agentes fronterizos han detenido a más de 35.000 menores que viajaban sin compañía y más de 34.500 migrantes que iban en familia, en su mayoría madres con hijos.
La cifra total de arrestos en lo que va del año fiscal ha bajado casi 50% en comparación con el año pasado, aunque los agentes fronterizos informaron que desde julio aumentaron las detenciones.
La Patrulla Fronteriza dijo que en agosto de 2014 arrestó a 6.424 personas, entre niños inmigrantes que viajaban solos y familias, en comparación con las 9.790 de agosto de 2015.
El incremento de agosto se da un año después de que una oleada de más de 68.000 menores sin compañía entraron en Estados Unidos por la frontera con México. Muchos intentaban escapar de la violencia en Honduras, El Salvador o Guatemala.
Durante los meses siguientes, el número de cruces ilegales por parte de familias y niños, había sido mucho menor con respecto al año pasado, hasta que se registró un incremento en julio y agosto.
Se desconoce con exactitud por qué habían disminuido los arrestos fronterizos de familias y menores, sin embargo México ha intensificado la vigilancia en su frontera sur.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que se trata de un “sorprendente incremento” y de una “preocupación” para el gobierno. Earnest no dio motivos para el aumento, pero recalcó que la cifra contrasta con el descenso de los cruces ilegales fronterizos que se registra generalmente en agosto.
Adam Isacson, experto en temas fronterizos y analista de la Oficina sobre América Latina en Washington, dijo que la detención de 4.632 niños en agosto en la frontera constituye la cifra más alta para ese mes que la Patrulla Fronteriza ha registrado desde 2009.
Isacson dijo que históricamente, los cruces fronterizos descienden después de la primavera boreal, cuando se tienen las cifras más altas. Sin embargo, en julio se incrementaron, y ahora la cifra de menores detenidos al cruzar solos a Estados Unidos en agosto se acerca bastante a las de principios y finales de esa marea humana en el año pasado.
Isacson señaló que esto podría indicar el principio de otra oleada, porque también aumentó el mes pasado el número de personas detenidas que viajaban en familia.
“Este incremento quizá no sea permanente”, afirmó. “Pero la tendencia es al alza”.
El gobierno se vio sorprendido por el repentino aumento en la llegada de menores y familias en 2014, y realizó varios esfuerzos para contener los cruces fronterizos ilegales, como campañas informativas para desalentar a las personas a efectuar una peligrosa travesía por México.
La administración también abrió centros para la detención de familias que pueden albergar a miles de personas en lo que esperan sus audiencias de deportación.
Esas instalaciones fueron establecidas en parte debido a que a cerca del 70% de las familias liberadas en la frontera y a las que se les ordena presentarse nuevamente ante las autoridades migratorias no regresan para sus audiencias de deportación.
Un juez federal en California determinó el mes pasado que la detención de familias por parte del Departamento de Seguridad Nacional violaba un añejo acuerdo legal que obliga a que no se retenga a menores migrantes en centros de detención que no cuentan con la autorización para atender niños.
El gobierno apeló el viernes ese fallo y Jeh Johnson, secretario de Seguridad Nacional, dijo que los centros de detención comenzaron a convertirse en centros de procesamiento para entrevistas e investigación.
Earnest dijo que Estados Unidos mantendrá su advertencia a las personas que consideren cruzar la frontera en forma ilegal o que pretendan ayudar a que sus hijos lo hagan, sobre los peligros que conlleva la travesía.
Fuente: AP