Las elecciones del martes 4 de noviembre, para elegir gobernadores y legisladores en Estados Unidos, entraron a la recta final. Existe la posibilidad que los republicanos puedan tomar el control del Senado por primera vez desde 2006 y que puedan gozar de la mayoría más grande en la Cámara de Representantes desde que Harry Truman era presidente.
Si no hay sorpresas, los republicanos retendrían la mayoría en el número de gobernadores del país, consolidarían su mayoría de 233 escaños en la Cámara de Representantes y si como se espera ganan seis elecciones claves, también se harían del control en el Senado.
El sábado, figuras notables de ambos partidos visitaban varios lugares del país en busca de los votos.
Por los demócratas, el dúo dinámico de Bill y Hillary Clinton estuvieron en Iowa, Kentucky y Luisiana. El presidente Barack Obama, una figura a la que pocos quieren verse asociados en estos días por su baja popularidad, estuvo en Detroit.
Por los republicanos, el favorito del Tea Party, Ted Cruz, fue enviado a Alaska, el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie estuvo en Ohio, Georgia y Florida y se reunió con el exlíder del Senado, Bob Dole, en Kansas.
No obstante, ocho de las 10 contiendas senatoriales más reñidas aún están en duda y cualquiera las podría ganar. Además es posible que contiendas con múltiples candidatos, como las de Luisiana y Georgia, donde el ganador debe tener más del 50 por ciento de los votos, puedan forzar el proceso a una segunda vuelta en diciembre o enero.
En otras palabras, es posible que, pese a todo el esfuerzo en los últimos dos años de campaña electoral, el martes 4 todavía no quede definido el Senado.
Fuente: Voz de América