El Papa Francisco aceptó hoy la renuncia de otros dos obispos chilenos, el de San Bartolomé de Chillán, Carlos Pellegrín Barrera, y el de San Felipe, Cristián Contreras Molina, tras el escándalo de los casos de abusos a menores por parte de religiosos y la falta de transparencia.
El papa Francisco aceptó las renuncias de otros dos obispos en Chile, mientras se multiplican los escándalos de abuso sexual.
Sin citar razones, el Vaticano dijo el viernes que los más recientes en abandonar sus puestos fueron los obispos de San Bartolomé de Chillán, monseñor Carlos Eduardo Pellegrín Barrera, y monseñor Cristian Enrique Contreras Molina, de San Felipe.
A principios de este año, los obispos de Chile ofrecieron su renunciar en grupo, respondiendo a los esfuerzos tardíos de Francisco para limpiar la casa allí.
El anuncio de viernes eleva a siete la cifra de obispos que han renunciado hasta ahora y que Francisco ha aceptado en meses recientes.
Para guiar a las diócesis que encabezaban Pellegrín y Contreras, el pontífice designó administradores apostólicos.
La diócesis de Chillán fue una de las cuatro donde las autoridades chilenas realizaron redadas la semana pasada en investigaciones del abuso sexual a menores por parte del clérigo y supuestos encubrimientos de la jerarquía.
Los fieles católicos en Chile estaban presionando para que se le retirara del puesto a Pellegrín, de 60 años, a quien los fiscales han investigado recientemente por presuntos abusos sexuales.
En una de sus audiencias privadas el viernes, Francisco se encontró en el Vaticano con el arzobispo de Concepción, otra de las diócesis recientemente allanadas.
El pontífice reconoce que ha subestimado las dimensiones de los casos de abuso en la Iglesia católica chilena.
BishopAccountability.org, una organización estadounidense que da seguimiento a las acusaciones e investigaciones de abuso sexual por parte del clero en todo el mundo, dice que en 2014, los líderes de la Iglesia chilena anunciaron que el Vaticano estaba investigando a Contreras por presunto abuso sexual. Agregó que el prelado negó las acusaciones, y más tarde ese año, la Santa Sede lo declaró inocente, según la diócesis, y el fiscal civil desestimó el caso por falta de pruebas.
Con 71 años, el obispo de San Felipe tiene menos de los 75 que obligan a todo obispo a presentar su renuncia al papa, quien puede aceptarla o pedirles que permanezcan algunos años más.
Francisco criticó duramente a los obispos de Chile por destruir pruebas de crímenes sexuales, presionar a los abogados de la Iglesia para minimizar las acusaciones y descuidar la protección de los niños contra los sacerdotes pedófilos.
Fuente: AP/ EFE