Por Juan Carlos Llorca/ AP
Mientras Edgar Falcón y Maricruz Valtierra intercambiaban sus votos matrimoniales el martes, atrajeron la atención de cientos de personas que cruzaban el puente fronterizo Santa Fe en El Paso, que se esforzaban por ver a la pareja en la línea que divide a Estados Unidos y México.
Falcón, ciudadano estadounidense, ahora enfrenta la decisión de permanecer en Texas y vivir separado de su esposa mexicana, o mudarse a Ciudad Juárez, donde el año pasado se cometieron unos 1.500 homicidios.
Falcón dice que Valtierra no puede ingresar a Estados Unidos porque, cuando tenía 16 años, su hermana intentó llevarla a territorio estadounidense amparándose en un acta de nacimiento ajena. Cuando la pareja solicitó una visa para ella como la prometida de un estadounidense, se enteraron que Valtierra había sido declarada como alguien inadmisible de por vida para ingresar.
“La única opción que tengo es el exilio, elegir entre el amor de mi esposa y el amor por mi país”, afirmó Falcón.
Falcón, al igual que otras personas que se casaron o tienen vínculos cercanos con gente a la que se le prohibió de por vida el ingreso a Estados Unidos, esperan que un proyecto de ley a ser presentado por Beto O’Rourke, representante de Texas, les permita remediar su situación.
La propuesta busca proporcionar autoridad a discreción a jueces y a funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional cuando la persona que enfrenta procedimientos de deportación, que ha sido declarada inadmisible, o incapaz de cumplir con los requisitos necesarios para ingresar, sea familiar inmediato de un ciudadano estadounidense.
El demócrata O’Rourke dijo que la presentará cuando el Congreso regrese a sesionar el 9 de septiembre.
El proyecto también retiraría el requisito de que los ciudadanos estadounidenses tienen que demostrar que padecen “dificultades extremas” con el fin de poder solicitar que su pariente o cónyuge reciba una exención a la norma.
Por lo tanto, si pueden demostrar que la deportación o la inadmisibilidad de ingreso provocarían un apuro para el ciudadano estadounidense, el juez o el funcionario del Departamento de Seguridad Nacional tendría que emitir un fallo en favor de la familia.
Y la propuesta permitiría que las personas a las que se les ha prohibido el ingreso de por vida, como Valtierra, soliciten una exención.
Anteriormente el funcionario de inmigración o el juez tenía la autoridad para conceder dichas exenciones, pero con el paso de los años esa autoridad a discreción ha sido retirada, dijo Tony Payán, director del Centro sobre México en el Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice.
“Ahora todo lo que pueden hacer es ver la lista de ofensas inadmisibles y decirle a usted que carece de permiso para ingresar”, agregó Payán.
Randall Emery, presidente de American Families United (Familias Estadounidenses Unidas), una organización en pro de una reforma migratoria que ha estado cabildeando desde 2006 para que la ley cambie, la compara con “ir a un juicio en el que se puede aplicar la pena de muerte, pero bajo normas que regulan el tránsito”, y dice que los jueces “tienen las manos atadas”.
Después de la boda en la frontera, O’Rourke le dijo a Falcón: “La semana próxima trabajaremos para obtener el apoyo de ambos (partidos)” a la ley.
“Necesitamos apoyar su compromiso (de bodas) y la forma en que fortalecerán nuestras comunidades a través de su matrimonio”, afirmó el legislador.
Para Emily Cruz, una estadounidense casada con un hombre que tiene prohibido de por vida ingresar a Estados Unidos y que durante siete años más no podrá solicitar una exención, estaba claro lo que había que hacer: se mudó a Ciudad Juárez en 2010, en el momento más álgido de la violencia por las drogas en esa urbe, y diariamente se traslada a El Paso.
Pero las consecuencias financieras de vivir fuera de Estados Unidos son duras para su familia, en especial porque su esposo sólo gana 550 pesos (41 dólares) semanales en una fábrica.
“Tenemos una vida, facturas, becas estudiantiles qué pagar en Estados Unidos, y es difícil hacer frente a ello con sólo un ingreso estadounidense y 550 pesos semanales”, afirmó.
Fuente: AP