Ganaderos y propietarios del oeste de Texas están indignados por planes para la construcción de un gasoducto que cruzará por las prístinas tierras de la región Big Bend del estado.
Un consorcio de dos compañías, propiedad de empresarios multimillonarios ganó un contrato de 767 millones de dólares para construir un gasoducto de 230 kilómetros que cruzará en su mayor parte por terrenos de ranchos privados.
La ganadera, Mary Leudeke, dijo que el condenar algo por medio del dominio inminente no les sienta bien a los ganaderos del oeste de Texas. Ella y otros 150 propietarios tuvieron una reunión comunitaria para hablar sobre la propuesta del gasoducto.
“Estoy aquí para intentar saber a dónde va esto y cuál es la intención que se tiene con ello, y para no ser relegada a un rincón debido a mi ignorancia”, dijo Leudeke, quien también es una juez de paz. “Cuando vengo a luchar por una causa debo conocer los hechos|”.
El gasoducto distribuirá 1 mil 400 millones de pies cúbicos al día de gas natural desde la Cuenca Pérmica para uso industrial y generación eléctrica para la Comisión Federal de Electricidad en México, según un artículo publicado en el San Antonio Express-News.
El gasoducto correrá hacia el sur entre Alpine y Marfa pasando por Presidio, y se conectará con un gasoducto más grande en el lado mexicano cerca de Ojinaga.
Actualmente no hay gasoductos de transmisión energética en la región Big Bend, o ningún tipo de producción de gas y petróleo.
Lisa Dillinger, una vocera de Energy Transfer Partners, una de las dos compañías involucradas, dijo que se espera que la construcción comience a finales de este año o a principios del 2016.
Las dos compañías son Carso, propiedad de Carlos Slim, el hombre más rico de México, y Energy Transfer, dirigida por el director ejecutivo Kelcy Warren, compañía valuada en 6 mil 700 millones de dólares, de acuerdo con Forbes.
Energy Transfer dijo en una ficha técnica, dada a conocer recientemente, que el gasoducto proveerá de millones de dólares en beneficios financieros a las comunidades locales y creará empleos en el rubro de la construcción, bienes y servicios e impuestos.
Los propietarios serán compensados por mitigaciones a lo largo de los terrenos por donde cruce el gasoducto, el cual seguirá la ruta de las líneas de electricidad existentes y vías ferroviarias por donde sea viable, de acuerdo a la ficha técnica.
La región de Big Bend incluye en su territorio vastos parques nacionales y estatales, altos picos montañosos, cañones y ríos, antílopes americanos, y una rica cultura histórica que incluye pueblos fantasma y verdaderos vaqueros de Texas.
No todos en la región de Big Bend se oponen al gasoducto. En Presidio, a lo largo de la frontera mexicana, el proyecto se ve atractivo, según dijo el director de economía de la ciudad.
“Queremos conseguir una línea alimentadora y hacerla que pase por la ciudad. Nosotros no contamos con gas natural en Presidio”, dijo Brad Newton. “tenemos tanques de propano en los patios de las casas. Es poco conveniente, más costoso y la gente se puede quedar sin gas.
Adicionalmente, según Newton, podría dar solución a un crónico problema del brumoso viento que se propaga desde México.
Fuente: AP