Unos 750 mil ‘dreamers’ están amparados bajo el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), el cual les otorga protección provisional de la deportación y les concede permisos de trabajo. Sin embargo, este beneficio podría quedar sin efecto puesto que entre las promesas de campaña del presidente electo Donald Trump está el revocar las acciones ejecutivas en materia migratoria del presidente Barack Obama.
La amenaza de Trump de poner fin a DACA tiene en vilo a cientos de ‘dreamers’ en todo el país, por lo que antes de que el magnate asuma la presidencia el próximo 20 de enero, activistas, líderes, organizadores comunitarios y legisladores luchan para que estos jóvenes permanezcan protegidos de la deportación.
En ese sentido, los senadores federales Dick Durbin (D-IL) y Lindsey Graham (R-SC) impulsan un proyecto de ley bipartidista llamado Ley Puente (Bridge Act) que de aprobarse proporcionaría alivio temporal de la deportación y autorización de empleo por tres años a los ‘dreamers’ beneficiados con DACA de 2012. También estos jóvenes podrían solicitar una extensión antes de que expire el permiso actual.
A los 750 mil beneficiarios de DACA se suman los 220 mil jóvenes inmigrantes indocumentados que son elegibles para ese programa pero que todavía no se han inscrito al mismo.
Según el texto de la iniciativa y de la misma manera que DACA 2012, los solicitantes deberían pagar una cuota razonable, estar sujetos a verificaciones de antecedentes criminales y cumplir con una serie de criterios de elegibilidad que indican que vinieron a Estados Unidos como menores, crecieron en este país, han seguido una educación, no han cometido crímenes graves y no representan amenaza para el país.
Entre los copatrocinadores de la iniciativa figuran los senadores Lisa Murkowski (R- Alaska), Jeff Flake (R-Arizona) y Dianne Feinstein (D- California) y hay otros legisladores que quieren unirse a la lista, indicó el senador federal por Illinois Dick Durbin.
Durbin ha sido uno de los principales defensores de los ‘dreamers’ y presentó el Dream Act en 2001. Graham y Durbin formaron parte del ‘Grupo de los Ocho’ por lo que trabajaron juntos en un proyecto de ley integral para una reforma migratoria que no prosperó en 2013 en la Cámara de Representantes ante la falta de apoyo republicano.
Por su parte, Eréndira Rendón, organizadora comunitaria de Proyecto Resurrección y quien también es beneficiaria de DACA, dijo que el Bridge Act sería una solución temporal para los ‘dreamers’, “les traería tranquilidad y los ‘dreamers’ que tienen hijos van a poder seguir trabajando y manteniendo a sus familias”.
Rendón mencionó que a diferencia de DACA, que es un programa que surgió por una orden ejecutiva del presidente Barack Obama, la propuesta Bridge Act de aprobarse en ambas cámaras, sería ley “y una ley no se puede eliminar con facilidad, simplemente porque a Trump no le guste”, dijo.
“Lo bueno de esta iniciativa de ley es que permitiría que más jóvenes indocumentados que cumplan con los requisitos de DACA 2012 puedan continuar aplicando”, agregó Rendón a La Raza.
Contribuyen a la economía
Rebecca Shi, directora ejecutiva de la Coalición de Empresarios de Illinois por Inmigración (IBIC por sus siglas en inglés), dio la bienvenida a la que sería una solución legislativa bipartidista. “Este proyecto de ley permitiría que los ‘dreamers’ que tienen DACA puedan trabajar, vivir aquí y pagar sus impuestos”.
Según cálculos de la Coalición que dirige Shi, “de 750 mil ‘dreamers’ que son beneficiados con el programa de DACA, “el 55% compró un carro, el 15% compró una casa y el 10% inició un negocio”.
El proyecto de ley proporcionaría una vía para que estos jóvenes sigan viviendo, trabajando y pagando impuestos en los Estados Unidos, se indicó en una declaración de la IBIC. “Si se aprueba, maestros, enfermeras, ingenieros y empresarios seguirán trabajando, creando empleos, pagando impuestos, comprando casas y contribuyendo a nuestra economía y país. Sin la acción del Congreso, es probable que estos jóvenes [‘dreamers’] que no han conocido ningún otro hogar, serían deportados a un país que no les es familiar…”, se lee en la misiva.
“Seguimos en la pelea”
Nallely Silva, mánager de eventos en uno de los supermercados Mariano’s, dice que enterarse de que hay una propuesta de ley que protegería a ‘dreamers’ como ella, le hace mantener viva la esperanza de no quedarse en el limbo.
“Este proyecto de ley nos da esperanza a los ‘dreamers’, la gente está luchando, seguimos en la pelea”, dijo Silva, quien culminó la carrera de Marketing en el Illinois Institute of Technology en Chicago.
Laura Mendoza tiene una licenciatura en Trabajo Social, ella ejerce su carrera ya que cuenta con un permiso de trabajo obtenido a través del programa DACA y también es propietaria de una vivienda. “Me da un poco de miedo el saber que podrían cancelar ese amparo y así no podría trabajar en mi carrera, la cual me permite tener un salario fijo para pagar mi hipoteca, ayudar a mi familia y seguir capacitándome para mi desarrollo profesional”.
Mendoza dice que esta propuesta de ley es una protección temporal que beneficia a ciertos jóvenes indocumentados, pero no a la mayoría sin estatus migratorio. “Necesitamos una reforma migratoria integral y comprensiva para los millones de indocumentados en este país”, dijo.
El proceso del Bridge Act
La iniciativa Bridge Act de los senadores Durbin y Graham primero debe llegar al pleno del Senado para ser aprobada y, si eso sucede, ser remitida a la Cámara de Representantes para su aval. La mayoría republicana en ambas cámaras hace complicado que se logre ese proceso.
Fuente: La Raza de Chicago