Luego de que Tanzania espulsara a los expertos de la OMS ahora Borundi se convierte en el segundo país africano en expulsar a todo el equipo de coronavirus de la OMS de su nación por interferencia inaceptable en asuntos internos del manejo de la epidemia.
En una carta dirigida a la sede de la OMS en África, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Burundi ha asegurado que los cuatro funcionarios de este organismo internacional deben abandonar el país. El país africano ha ordenado a la organización mundial de la salud (OMS) que el representante del país y otros tres expertos que coordinan la respuesta de la COVID-19 salgan del territorio.
Entre los funcionarios expulsados figuran el Representante de la OMS, el Dr. Walter Kazadi Mulombo, el coordinador del coronavirus del país, el Dr. Jean Pierre Mulunda Nkata, la Dra. Ruhana Mirindi Bisimwa, y el profesor Daniel Tarzy, quien ha sido “declarados personas non gratas y, como tal, deben abandonar el territorio de Burundi”.
Un funcionario de Burundi informó a la agencia de noticias de la AFP que los trabajadores del organismo internacional “son expulsados y el ministro de salud ha excluido totalmente a la OMS, acusándola de interferencias inaceptables en su gestión del coronavirus”.
La declaración de la expulsión no proporciona una razón que justifique esta decisión. Fuentes diplomáticas y administrativas declararon que el Ministerio de Relaciones Exteriores canceló un intento similar de expulsar a estos funcionarios hace un mes.
Los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han descrito la medida como “desafortunada”, en un momento en que la cooperación es necesaria para hacer frente al virus en el continente. John Nkengasong, director de los CDC de Africa, señaló que “Nos encontramos en un momento de necesidad, el continente cuenta con un sistema de salud muy débil y una infraestructura frágil y no podemos permitirnos el lujo de expulsar a la OMS”.
El anuncio se produce pocos días antes de que la ciudadanía de burundi acuda a las urnas el 20 de mayo para elegir un nuevo presidente, parlamentarios y funcionarios locales. El país, de unos 11 millones de habitantes, ha registrado 27 casos de COVID-19 y una muerte por la enfermedad, sin embargo ha tomado pocas precauciones contra la pandemia y los test realizados son escasos, lo que alimenta la preocupación de desconocer el verdadero alcance del brote.
Tanzania echó primero al equipo de la OMS
A medida que el número de casos confirmados de coronavirus se disparan a través de Africa, el creciente involucramiento por parte de la Organización Mundial de la Salud ha levantado sospechas entorno a la ONG.
El presidente de Tanzania, John Magufuli comenzó a sospechar de la organización, lo que lo llevó a comenzar una investigación en sobre si la organización es tan confiable y rentable como se cree que es.
Magufuli envió muestras de cabra, una papaya y una codorniz para someterse a una prueba de coronavirus. Posteriormente, cuando las 3 pruebas dieron positivas a COVID-19, el presidente expulsó a la Organización Mundial de la Salud luego de haberlos confrontado públicamente.
Sin embargo, pese a la postura del presidente de Tanzania, esto puede indicar dos cosas: Qué el SARS-Cov-2 es más infeccioso de lo que los científicos entienden hasta ahora, o bien que la Organización Mundial de la Salud ha estado reportando resultados erróneos.
Tras darse a conocer los resultados emitidos por la OMS, el presidente Maguguli despidió al director del Laboratorio Nacional de Tanzania, esto en medio de un aluvión de críticas que lo acusan de minimizar el impacto del virus.
En días recientes afirmó que su país tiene demasiados casos, sin embargo, actualmente se contabilizan un total de 503 casos confirmados y 21 decesos.
Fuente: Al Jazeera/ Zero Edge