Prevén combate por tierra a yihadistas

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El general Martin E. Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto, le dijo este martes al Congreso que podría recomendar el despliegue de fuerzas de combate de Estados Unidos en contra de los extremistas islámicos en operativos específicos en tierra, si la actual estrategia de los ataques aéreos no daba resultado, ofreciendo un punto de vista más amplio del papel que jugaría Estados Unidos en el campo de batalla que el del presidente Barack Obama.

En un testimonio que dio ante el Comité de los Servicios Armados del Senado, dijo que aunque tenía confianza en la habilidad de la coalición de los gobiernos de Estados Unidos, Europa y del Medio Oriente para detener al Estado Islámico, pero que no podía cerrar completamente la posibilidad de solicitarle a Obama que enviara tropas para luchar en tierra contra el grupo.

“Mi punto de vista en este momento es que esta coalición es la apropiada para seguir adelante. Creo que demostrará que lo es”, dijo.  “Pero si no es así y hay amenazas contra Estados Unidos, por supuesto que regresaría con el presidente y le haría una recomendación que podría incluir el uso de fuerzas militares estadounidenses en tierra”.

Cualquier compromiso futuro del personal de Estados Unidos en tierra podría colocar a Obama en una posición difícil, ya que ha insistido en repetidas ocasiones que ninguna tropa estadounidense participaría en un campo de batalla, y Dempsey trató de explicar esa aparente contradicción.

“Su política es que no tendremos fuerzas militares de Estados Unidos en un combate en tierra”, dijo Dempsey y agregó “aunque también me dijo que le consultara caso por caso”.

En su discurso de la semana pasada en la que anunció la expansión de una campaña en contra del Estado Islámico, Obama dijo que los asesores militares que había enviado a Irak le ayudarían a las fuerzas militares iraquíes y kurdas con entrenamiento, inteligencia y equipo. Descartó enfáticamente una lucha en el campo de batalla.

“Las fuerzas estadounidenses no tendrán una misión de combate no vamos a dejarnos arrastrar a otra guerra en tierra en Irak”, dijo.

Sin embargo, Dempsey dejó en claro que la realidad de la batalla podría hacer que fuera insuficiente la postura de mantenerse alejados de ella.  Las fuerzas iraquíes o kurdas están tratando de desalojar a los militantes de las áreas urbanas como Mosul, los ataques aéreos son menos efectivos porque provocan muertes de civiles.

En esos casos, el general dijo que podría recomendarle al presidente que Estados Unidos enviara tropas de Operaciones Especiales para proporcionar lo que catalogó como “una asesoría cercana en el combate”, básicamente trabajando al lado de los comandantes iraquíes en el campo y ayudándolos a dirigir las tropas a los objetivos.

De hecho, Dempsey comentó que el comandante del Comando Central del Ejército, el general Lloyd Austin, había recomendado desplegar observadores de Estados Unidos para los ataques aéreos en la compleja campaña para retomar la Presa Mosul del Estado Islámico.  Sin embargo, Obama rechazó la propuesta.

Dempsey y el secretario de la Defensa, Chuck Hagel, estuvieron este martes en el Capitolio para proporcionar información actualizada sobre el plan que tiene el gobierno para confrontar al grupo militante.  Dijeron que la estrategia podría incluir el entrenamiento y equipamiento de 5 mil soldados sirios, la participación de más de 40 naciones de la coalición, incluyendo 30 que se han comprometido a proporcionar apoyo militar, y 1 mil 600 miembros del personal militar de Estados Unidos que los asesorará.

Sin embargo, los miembros del comité parecieron poco convincentes respecto a que el plan podría tener éxito.  El senador John McCain, republicano por Arizona, dijo que dudaba que 5 mil soldados sirios –que no podrían ser entrenados en meses– pudieran pelear contra más de 30 mil combatientes del Estado Islámico.

“Para muchos de nosotros eso parecer ser una respuesta inadecuada”, dijo McCain.

El senador Angus King de Maine, un independiente que vota con los demócratas, dijo que estaba preocupado acerca de lo que parecía ser un enfoque de “atacar al enemigo cuando aparezca y no tomar en cuenta la estrategia general”.

Hagel y Dempsey mostraron la campaña militar como una lucha encabezada por una amplia coalición.

“Finalmente, es problema de ellos”, dijo Hagel, refiriéndose a que los países del Medio Oriente son los que están amenazados de manera inmediata por el grupo de militantes.

También hicieron hincapié en que esta campaña no tenía nada que ver con la invasión de Irak en el 2003.

“Ésta no será una “campaña en la que se usará una fuerza extrema” porque no es la manera como está organizado el ISIL”, comentó Dempsey, usando el acrónimo del Estado Islámico.

Aunque los dos hombres trataron de restarle importancia al alcance de la participación militar de Estados Unidos, Dempsey reconoció la naturaleza impredecible y no concluyente de esa batalla.

“Verdaderamente no existe una solución militar para ISIL”, dijo, agregando que podría ser derrotado empleando un enfoque más integral que incluye la diplomacia.  “Eso podría ser una pastilla difícil de deglutir. Pero no hay solución militar”.

Fuente: The New York Times

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