Con el objetivo de arreglar las irregularidades del sistema migratorio de Estados Unidos, un par de senadores federales presentarán oficialmente en el Capitolio una legislación para regularizar la permanencia y empleo de 11 millones de inmigrantes indocumentados. “Se corregirá el sistema y se restablecerán las conversaciones migratorias suspendidas en los últimos años”, dijo , un grupo de funcionarios de la Casa Blanca durante una videoconferencia de prensa
Titulada, “Acta para la Ciudadanía”, la legislación será presentada hoy jueves 18 de febrero ante la Cámara de Representantes del Congreso federal por parte de los senadores, Bob Menendez, demócrata por Nueva Jersey y Thom Tillis, republicano por Carolina de Norte.
La legislación contiene los objetivos de reforma migratoria que develó Joe Biden el pasado 20 de enero un par de horas después de haber asumido la titularidad del poder ejecutivo de Estados Unidos.
“Esta propuesta de reforma migratoria es para regularizar el estatus migratorio y laboral de unos 11 millones de inmigrantes indocumentados que podrían obtener la ciudadanía en un plazo de 5 y 3 años, después de arreglar su situación”, expusieron los funcionarios de la Casa Blanca.
La medida patrocinada por Menendez y Tillis será presentada de manera formal a la Cámara de Senadores del Capitolio hasta la próxima semana, tomando en cuenta que esa rama del poder legislativo federal estadunidense se encuentra aún en receso.
Los funcionarios de la Casa Blanca que ofrecieron la videoconferencia de prensa la noche de este miércoles 17 de febrero, asentaron que con este proyecto de ley el presidente Biden quiere poner fin a las políticas inhumanas e incriminatorias que impuso el expresidente Donald Trump.
“Se concentrará en ordenar el proceso migratorio, en abordar las causas que provocan el peregrinaje forzado de las personas y en fortalecer la seguridad fronteriza pero sin un muro innecesario”, subrayó uno de los funcionarios de la Casa Blanca.
La propuesta de Biden presentada por Menendez y Tillis es el primer intento formal para debatir y someter a votación en el Congreso un proyecto de reforma a las leyes de inmigración desde 2013, cuando se rechazó un proyecto de reforma migratoria.
En términos generales los funcionarios de la Casa Blanca delinearon que con la reforma de Biden los inmigrantes indocumentados que entraron a Estados Unidos antes del 1 de 2021 y que no tienen antecedentes penales, en 8 años podría hacerse ciudadanos estadunidenses.
De ser aprobada la legislación y promulgada en ley por Biden, la medida permite a los beneficiados obtener la residencia permanente (Green Card) en un plazo de 5 años para que 3 años después puedan pedir la ciudadanía estadunidense por naturalización si así lo quisieran.
“Hay una excepción”, destacaron los funcionarios de la Casa Blanca, “los Dreamers (soñadores) y trabajadores agrícolas pueden obtener inmediatamente la residencia permanente y 3 años después aplicar por la ciudadanía estadunidense por naturalización”, acotaron.
En el proyecto de ley se encuentra el apartado de “trabajadores esenciales”, que se aplica a los migrantes que laboran en el sector agrícola y a los soñadores acogidos por el Acta de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés).
Los soñadores son unos 800 mil inmigrantes que siendo menores de edad fueron llevados a Estados Unidos por sus padres, familiares u otras personas, en calidad de indocumentados y quienes por medio de DACA tiene un estatus laboral y de residencia excepcional pero no permanente.
El plan de reforma migratoria que patrocinan los dos senadores elimina oficialmente del lenguaje oficial la palabra “allien”, con la que de manera discriminatoria se refieren en Estados Unidos a los inmigrantes indocumentados; se reemplazará con la frase “personas irregulares”.
A su vez la medida oficializa la apertura y restructuración de los procesos de asilo en Estados Unidos para migrantes que dejan sus hogares y lugares de origen huyendo del crimen organizado, la violencia doméstica, persecución política, abuso laboral y otras causas.
Otro de los casilleros a destacar de la propuesta de Biden es que permitirá a los beneficiados poder solicitar la residencia permanente de sus cónyuges y de sus hijos de hasta 21 años, y sin discriminación para el caso de parejas LGTB.
En otro de los cambios la propuesta elimina las penalidades a los cónyuges de ciudadanos estadunidenses que son inmigrantes indocumentados y que fueron regresados a su país de origen con una imposición de veto de 10 años para su regreso a Estados Unidos.
“Se eliminan esos impedimentos, la esposa o esposo de una ciudadana o ciudadano estadunidense podrá regresar a su país para esperar su proceso de regularización sin ser detenido a su regreso a Estados Unidos, sin penalidad”, enfatizaron los funcionarios de la Casa Blanca.
Los que ya fueron expulsados y a quienes se les aplicó la penalidad de los 10 años para que sus cónyuges volvieran a solicitar su procedimiento de regularización migratoria, quedan libres de sanción.
El gobierno de Biden indicó también que con esta reforma migratoria se agilizará el proceso de personas que llevan años esperando su proceso de regularización migratoria, solicitado por sus padres, cónyuges; residentes permanentes o ciudadanos por naturalización.
Respecto al punto de seguridad fronteriza la Casa Blanca apuntó que se invertirá en infraestructura, tecnología y capital humano para robustecer el escrutinio de ingreso a Estados Unidos por sus fronteras sur y norte, pero sin el desperdicio de dinero en edificar un muro inservible.
“Se mejorará la detección de drogas ilegales y contrabando con proyectos de infraestructura fronteriza y tecnología pero de sentido común y eficiente y no con un muro que no funciona para tales propósitos”, destacaron los funcionarios de la Casa Blanca.
El ambicioso proyecto de ley patrocinado por Menendez y Tillis recomienda la reducción de sanciones a empleadores de inmigrantes indocumentados que califiquen para la regularización laboral y migratoria; e incluso les ofrece protección laboral y baja las penalidades
Contrastando con esto, la reforma migratoria de Biden aumenta las multas y castigos para los traficantes de personas, de drogas y armas y destina unos 4 mil millones de dólares en apoyo económico a los principales países expulsores de migrantes.
“Con el compromiso de que combatan a la corrupción y reformen sus sistemas judiciales”, agregaron los funcionarios de la Casa Blanca en referencia a las naciones centroamericanas y de otras regiones del planeta que padecen pobreza y desempleo.
Por último, la Casa Blanca aclaró que el presidente Biden tiene la disposición de negociar enmiendas con los legisladores republicanos, siempre y cuando los cambios sugeridos ayuden a descriminalizar a la inmigración indocumentada y a forjar un trato equitativo y humano.
Fuente: Apro