El hecho de que el senador republicano Ted Cruz, el primer hispano en fungir como senador por Texas, esté implicando la posibilidad de que su contrincante esté adoptando un apodo en español a fin de conseguir votos, muestra lo reñida que será la lucha por el voto hispano durante las elecciones legislativas de este año.
En un spot radiofónico de 60 segundos, el equipo de campaña de Cruz atacó al representante demócrata Beto O’Rourke por hacerse llamar ‘Beto’, el apócope que le pusieron desde niño y que ha utilizado a lo largo de su carrera política, de acuerdo con Ed O’Keefe de The Washington Post.
“El liberal Robert quería encajar, así que se cambió el nombre a Beto y lo escondió con una sonrisa”, dice la canción del anuncio.
Pero los críticos se apresuraron a atacar a Cruz debido a que “Ted” no es su nombre propio. Cruz, quien legalmente se llama Rafael Edward Cruz, empezó a usar el diminutivo a los 13 años después de responder durante la mayor parte de su vida cuando le decían ‘Felito’. Su padre, un inmigrante cubano, se puso “furioso” por su decisión, alguna vez recordó Cruz.
El ataque contra ‘Beto’ resultó estratégico en un momento cuando el contrincante de Cruz —quien, igual que él, el martes ganó sus elecciones primarias— está recaudando grandes cantidades de dinero en un esfuerzo por desbancar en noviembre al senador.
A pesar de cierto éxito, O’Rourke aún tiene ante sí una batalla cuesta arriba. Pero hoy los tiempos son distintos a 2012, cuanto tanto Cruz como O’Rourke llegaron a Washington. La base demócrata del estado, que incluye grandes cantidades de electores hispanos, se siente motivada a votar contra la agenda del presidente Trump y los legisladores que la han respaldado.
Pero aun de ser cierta la sugerencia de Cruz, probablemente O’Rourke no necesite fingir ascendencia hispana a efecto de ganar el voto hispano. Si bien en 2012 Cruz entró a la contienda por el Senado siendo el primer procurador general hispano de Texas, perdió el voto hispano.
Probablemente el equipo de Cruz se dé cuenta de que en 2018 los márgenes cuentan. Aunque Cruz respalda ideas que muchos electores hispanos no aprueban, como el muro en la frontera entre Texas y México y dar marcha atrás en la vía para la ciudadanía de los dreamers, tiene la esperanza de que algunos electores hispanos duden de la sinceridad de O’Rourke, un demócrata blanco de una ciudad predominantemente hispana. Esto podría favorecer a Cruz, debido a que desde que Trump resultó electo varias contiendas recientes se han decidido por menos de 10 puntos porcentuales.
Quizá Cruz no espere ganar el voto hispano, pero tal vez sí le importa por cuánto lo pierde. Porque si Cruz atrae incluso menos apoyo latino que en 2012, podría ser un indicio de que sí tendrá lugar la “ola demócrata” que muchos han estado pronosticando para 2020 en Texas.
Algunos observadores creen asimismo que el anuncio de Cruz en donde ataca a un contrincante cuyas política inmigratorias lo colocan con los activistas de tendencias izquierdistas tiene el propósito de que acudan a las urnas los electores blancos de clase trabajadora que el Partido Republicano se esfuerza por conservar.
“No importa que el comercial de Ted Cruz sea vacío e hipócrita. Está dirigiéndose con música country y una bandera y la cruz a los hombres armados texanos de la base. No se necesita ser real ni tener alguna postura. Se trata de la política de la identidad”, tuiteó Sarah Reese Jones, editora de Politics USA.
Fuente: El Diario