¿Por qué sucedió esto en las elecciones al que ha sido principal partido de izquierda? En el Distrito Federal, que era su punto fuerte, al PRD, de 16 delegaciones le quedaron, hasta el momento, sólo seis. Es el segundo lugar en número de diputados, y ningún partido tiene mayoría absoluta. Aparentemente el partido con más diputados, Morena, con 22, tendría 34 por ciento, poco más de un tercio de los 64 del total. Iremos viendo más en los próximos días, pero ya es obvio el resumen: un desastre para ese PRD, que dominaba casi todo el campo político en el DF. Veamos causas.
La primera fue la que se llamóPacto por México, que se firmó al empezar el gobierno actual, Firmaron el PRI, el PAN y el PRD. Un partido de izquierda estaba firmando un terrible pacto con el gobierno más reaccionario de México desde los tiempos de Porfirio Díaz.
En un resumen del pacto, del 2 de diciembre de 2012, se habla de la “nueva reforma energética, para aguas profundas, Chicontepec y shale gas”.Permitirá descubrir que en realidad el Pacto por México es un acuerdo que profundiza la privatización de las actividades relacionadas con la explotación de nuestros hidrocarburos…
Se plantea ampliar la participación de las compañías trasnacionales, principalmente estadunidenses. ¿Podría el imperio pedir más?
Luego viene la reforma energética misma. Es la mayor privatización, incluyendo la Constitución, de los sectores petrolero y eléctrico, desde que la expropiación petrolera terminó el reino de las trasnacionales. Las concesiones al imperio por parte de Miguel Alemán, los contratos riesgo, son cualquier cosa al lado de las concesiones actuales. Estoscontratos riesgo fueron gradualmente anulados, y en 1960 la Constitución se modificó para establecer que el petróleo y en general los hidrocarburos no sólo son de la nación, sino que no habráconcesiones ni contratos. Y se nacionalizó también la industria de servicio público de electricidad.
El pacto, y sus posiciones de apoyo –aunque a veces fuera parcial– a la reforma energética, tienen un efecto en la imagen pública del PRD. El desgaste de esa imagen, ya dañada por el pacto mismo, va creciendo.
La participación de dirigentes del PRD con políticos que resultaron incluso coresponsables de la matanza de Ayotzinapa y otros hechos ha sido otro factor importante en el desgaste de su imagen.
Puede haber otros hechos, pero creo que estos son los principales sucesos políticos relacionados con el problema.
Ya las encuestas lo preveían, como ejemplo usamos unas de El Universal,y citamos la parte del PRD (en el DF):
Sept/2014___29.1%
Dic/2014 ___17.4%
Feb/2015____15.3%
Se reduce el apoyo al PRD a casi la mitad, pero en la encuesta sigue siendo la primera fuerza del DF.
Las elecciones muestran algo peor. Ya lo mencionamos al principio.
Creo que todos los del PRD deberían reflexionar ante este cuadro de causas y consecuencias. Creo que se deriva la necesidad de cambios importantes en la política y en la conducta política. Para los dirigentes puede haber dos alternativas básicas: o cambios importantes como los señalados, o bien el tradicional voy derecho y no me quito aunque sea con cambios aparentes.
Si los dirigentes se van por el segundo camino mencionado, los demás miembros del PRD deberían analizar si se requiere un verdadero cambio, y cómo lograrlo.
Y para la izquierda en su conjunto, ¿qué alternativas se nos plantean?
Empezamos donde terminamos el domingo pasado: debería haber un proceso, si no de reunificación, de coordinación y de formación de un frente. De elaboración de un programa común, no sólo de las agrupaciones de izquierda que asuman una posición correcta, sino sobre todo de organizaciones sociales y de lucha dentro de la ley.
Aunque el programa común será amplio, deberá incluir, como resultados directos de los hechos que condujeron a esta difícil situación al PRD, los siguientes:
Defender el petróleo, el gas y el sector eléctrico, devolviéndonos la Constitución que teníamos al respecto, y devolviendo a las empresas estatales respectivas las plenas funciones que tuvieron en el pasado.
La independencia nacional, en todos los sentidos.
Los derechos sobre el agua y sobre la tierra, que también son atropellados por la política vigente.
Sobre la educación, sobre el trabajo y los derechos laborales, también hoy atropellados.
Pleno respeto a los ejidos y a las comunidades indígenas, y a sus derechos, sin dar ninguna prioridad sobre ellos a las empresas privadas, y menos a las trasnacionales.
Castigo inmediato a las matanzas, a la represión, a las desapariciones y demás formas ilegales de la política oficial.
Generar la energía considerando el efecto sobre el ambiente y la naturaleza en general. Por ejemplo, considerar el uso combinado de la electricidad generada por el agua y el viento en el sureste. La electricidad del agua es mayor en el verano lluvioso, y el viento es mayor en invierno. El aprovechamiento del viento debe ser en común con las poblaciones locales –ya hubo una experiencia–, y no contra ellas como ahora, en beneficio de empresas privadas y sobre todo extranjeras.
Nota 1. Vemos en un encabezado de este periódico que soslaya el INE fallo informático. La vez pasada, lacaída del sistema ocurrió después de que ya la oposición, incluso Cuauhtémoc Cárdenas como candidato presidencial, tenía varios triunfos en entidades. Esa caída cambió los demás resultados para que ganara el PRI. Pero mucha gente consideró que se trataba de un fraude electoral. Los sistemas complicados electrónicos se supone que después de tantas experiencias ya no fallan. No son como una carcacha. Así que los funcionarios electorales actuales no deben subestimar la opinión de millones.
Nota 2. Pemex anuncia que descubrió cuatro yacimientos petroleros, dos de ellos en la mejor región del país, Litoral de Tabasco. Suponiendo que en efecto sea un descubrimiento actual, porque han recortado drásticamente el presupuesto de exploración (sólo tres perforaciones exploratorias en el país en todo el primer trimestre del año), la mala noticia es que ya están preparando su entrega a empresas privadas, muy probablemente trasnacionales, desde antes de haber nacido.
Fuente: La Jornada