Legisladores demócratas anunciaron una asignación de 4 mil 500 millones de dólares para responder a la creciente crisis humanitaria en la frontera sur y para cumplir con la responsabilidad del gobierno de atender a decenas de miles de personas que buscan un amparo bajo las leyes de asilo de Estados Unidos.
La medida se llevará a votación la próxima semana al pleno del Congreso mientras la Cámara de Representantes y el Senado batallan para aprobar una medida antes de que las agencias que atienden el influjo de migrantes _ ya presionadas al máximo _ se queden sin dinero.
La medida fue develada en un momento en que aumenta el nerviosismo entre los legisladores y el gobierno, y se reportan las malas condiciones de vida en los albergues financiados por el estado.
En la Casa Blanca, el encargado del gobierno de lidiar con la crisis enfatizó la necesidad de actuar y dijo que se acaba el tiempo.
“Nos quedaremos sin dinero en julio porque los números simplemente son muy elevados”, dijo el viernes en la Casa Blanca Alex Azar, secretario de Salud y Servicios Sociales (HHS).
“Esto no es un juego”, dijo. “No se trata de política. No se trata de política de inmigración. Es un paquete de alivio humanitario y tiene que aprobarse. Tiene que aprobarse de inmediato. Nos quedamos sin dinero y estamos al cupo máximo”.
La medida proporciona 2 mil 900 millones de dólares para el cuidado y asistencia de refugiados y migrantes proporcionado por HHS y otros 1.300 millones de dólares para la atención proporcionada por las agencias del Departamento de Seguridad Nacional, y dinero para reembolsar a los gobiernos locales y los organismos sin fines de lucro que albergan a los migrantes.
“Hay graves necesidades humanitarias en la frontera y todos reconocemos el claro momento de actuar”, dijo la presidenta del Comité de Asignaciones Presupuestarias de la Cámara de Representantes, Nita Lowey, demócrata de Nueva York.