Cientos de personas marcharon este sábado en Los Ángeles para pedir al presidente Barack Obama y al Congreso de Estados Unidos que pongan fin al “viacrucis” de los indocumentados y “levanten la cruz” de las deportaciones y la separación de familias.
“Este Sábado de Gloria les pedimos que quiten esa pesada cruz que han llevado por muchos años millones de inmigrantes indocumentados”, quienes son deportados por el Servicio de Inmigración, demandaron los activistas.
Convocados por la Coalición por los Derechos Plenos de los Inmigrantes, en la marcha participaron más de una treintena de organizaciones sociales, cuyos miembros caminaron desde la avenida Broadway hasta la calle Primera de Los Ángeles, California.
Al frente del contingente se podía observar una cruz de más de 50 kilos, que los activistas se turnaron para cargar como símbolo de lo que ha significado vivir una pesada carga de miedo a la deportación y a la separación de familias.
Otros en el contingente también portaban pequeñas cruces de madera con leyendas a favor de la comunidad inmigrante y con demandas de medidas concretas para mejorar la situación de los cerca de 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos.
Al inicio del recorrido, los dirigentes soltaron más de medio centenar de palomas blancas con las que pretendieron mostrar su demanda de libertad, para poner fin a una vida de angustias y miedos. Raúl Murillo, de Hermandad Mexicana Nacional de Los Ángeles, afirmó que el éxito de las luchas civiles de los afroestadunidenses “se lograron con movilizaciones en las calles y esta es una forma válida de exponer en forma pacífica el sentir de los inmigrantes”.
“Aunque este día no convocamos a cientos de miles, como en el 2006, es el mismo sentir y la misma demanda: una reforma migratoria, y más ahora que se han agudizado las persecuciones con el récord de deportaciones”, apuntó.
“Sólo estamos llamando a que el Congreso y el mismo presidente Obama dejen a un lado las declaraciones y lleguen a una propuesta concreta para este 2013″, añadió Murillo, uno de los organizadores de la marcha pacífica.
Francisco Moreno, del Consejo de Federaciones Mexicanas, sostuvo que esta movilización “muestra la esperanza de que, tan pronto se reanude la actividad en el Congreso, se concrete un borrador por la reforma migratoria”.
“Queremos que se acabe el viacrucis de nuestra gente. Con nuestras marchas pacíficas no ofendemos y sólo decimos que estamos en un país libre al que queremos y en donde nos queremos quedar”, remató.
El obispo Juan Carlos Méndez, del Centro Cristiano Iglesias en Acción, recordó que Jesucristo fue un inmigrante cuando fue llevado por sus padres a Egipto para huir de la persecución, así como muchos inmigrantes huyen de sus lugares de origen.
“Es momento de pedir que cambien esos corazones de piedra, de pedir sabiduría e inteligencia en los legisladores para que nos den la reforma migratoria”, indicó Rosa Posadas, de la Unión de Guatemaltecos Emigrantes.
Algunos manifestantes llevaban pancartas con frases para pedir “alto a las deportaciones” y “una reforma migratoria amplia y generosa”, mientras otros gritaban consignas como: “derechos iguales para los ilegales” y “los inmigrantes somos importantes”.
Fuente: Notimex