Por Antonio Gershenson
Tanto el petróleo, como el gas y el litio, son recursos que hacen posible el abasto de energía para la industria, el transporte, el consumo doméstico y para todas las áreas que no podrían continuar operando si no contaran con el abasto de estos energéticos
Las recientes visitas del Presidente de la República al sureste del país, además de supervisar las obras locales, también sirven para que la información sea más amplia y se eviten las distorsiones que la prensa en contra de la Cuarta Transformación suelen hacer. Los estados de Campeche, Quintana Roo, Yucatán y Tabasco, tienen una gran oportunidad de desarrollo y crecimiento, no sólo con los proyectos que están creando fuentes de trabajo como pocas veces se ha visto, también están siendo parte del crecimiento que se está generando en todo México. Se busca un equilibrio en el mejoramiento económico a lo largo y ancho de la nación.
No todas las opiniones están a favor de los proyectos del gobierno de López Obrador, eso ya lo hemos estado viendo a lo largo de los casi tres años que van del presente sexenio. Especialmente, el avance de la construcción de la refinería de Dos Bocas ha generado todo tipo de críticas. Sin embargo, es necesario continuar con la exploración y la extracción óptima de los hidrocarburos.
Tanto el petróleo, como el gas y el litio, son recursos que hacen posible el abasto de energía para la industria, el transporte, el consumo doméstico y para todas las áreas que no podrían continuar operando si no contaran con el abasto de estos energéticos. Al momento, todavía no contamos con fuentes que garanticen, por sí solas, toda la electricidad que necesitamos en el territorio nacional. Pero sí podemos disponer de un esquema generador de electricidad, a partir de las hidroeléctricas y la energía nuclear, además de las ya citadas.
Tenemos los ejemplos de lo que pasa en otros países que desdeñaron la transición energética programada, argumentando que el cambio climático nos pone en jaque y, en efecto, ya hace tiempo que el cambio climático ocasionado por la sociedad consumista nos mantiene en riesgo. Estamos en peligro, pero no sólo por la forma en que hemos consumido los energéticos, sino porque los hemos explotado irracionalmente, desperdiciándolos como si los recursos fueran eternos. Además de que la explotación se ha concentrado en determinados recursos y sin continuar con la investigación para utilizar, paralelamente, otras posibles fuentes de energía. Siem-pre han estado al frente las metas económicas de las grandes empresas.
Por otra parte, Tabasco sigue dando sorpresas, en esa entidad continúan los hallazgos de su enorme riqueza. Con la presentación reciente del nuevo yacimiento nombrado General Francisco J. Mújica, la necesidad de la inauguración de la refinería de Dos Bocas sugiere que haya una aceleración en su construcción. Incluso, debe proyectarse otra refinería más o recurrir a las modulares para optimizar el procesamiento del petróleo extraído.
Los compromisos económicos, después de revertida la reforma energética neoliberal, estarán más cerca que nunca de cumplirse. Además de que, con los recursos obtenidos, el desarrollo tecnológico podrá contar con el respaldo necesario. Y, principalmente, los programas sociales contarán con un presupuesto permanente y amplio, como debió ser siempre. Esto dependerá de la explotación razonada tanto del petróleo y el gas como del litio, una vez que se terminen las investigaciones sobre la cantidad, calidad y proyectos de extracción de éste, hoy tan necesario.
Desde la recuperación de los pozos petroleros en 1938, Petróleos Mexicanos fue creando compromisos con la base trabajadora, con la población aledaña y con la nación entera. De igual forma ocurre con la Comisión Federal de Electricidad, los compromisos originales se cumplirán, en cuanto se aplique la reforma eléctrica. La opinión en el Senado es que el grupo legislativo de Morena y sus aliados “respaldan el proyecto del Ejecutivo federal, mediante el cual se busca recuperar el control del Estado sobre la electricidad”. Y en cuanto a la derogación de los contratos, se tendrá cuidado con las empresas privadas, ya que no se pretende vulnerar el estado de derecho según las leyes vigentes.
Recordemos que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ha sido la protección legal y jurídica que consolidaba y consolida a los recursos energéticos como patrimonio nacional. Sin embargo, el control de la voracidad capitalista no quedó sujeto al cumplimiento de los estatutos de la Carta Magna.
Con la aceptación de la propuesta de decreto de ley sobre la electricidad que el presidente López Obrador ha presentado, se busca la justicia ante este ataque neoliberal a la soberanía nacional. Entonces se cumplirá el compromiso con la población.
Twitter: @Antonio.Gershenson