Edgar Tamayo Arias dio su último respiro este miércoles en la Unidad Carcelaria Walls en Huntsville -donde se ubica la llamada cámara de la muerte de Texas-, luego de pasar casi 20 años encarcelado en la Unidad Polunsky por el asesinato de un oficial de policía de Houston en 1994.
Las autoridades penitenciarias de Texas colocaron al mexicano una inyección letal del fármaco pentobarbital a pesar de que instituciones públicas, entidades de derechos humanos, usuarios de redes sociales y paisanos de Edgar pidieron revisar su condena.
Tamayo, según dijeron testigos presenciales de la ejecución a la agencia española EFE, declinó decir unas últimas palabras antes de morir. Con la acción, Texas incurrió en un nuevo desacato a la justicia internacional y desatendió recomendaciones de organismos de derechos humanos, y de los gobiernos de México y Estados Unidos.
El mexicano de 46 años de edad, originario de Miacatlán, estado mexicano de Morelos, fue declarado muerto a las 21:30 horas locales, minutos después que se le inyectara la dosis letal de fármacos en la unidad carcelaria Walls, en Huntsville, al noroeste de Houston.
La ejecución de Tamayo Arias estaba fijada a partir de las 18:00, pero no pudo ser llevada a cabo hasta que la Suprema Corte terminó de considerar las apelaciones, que fueron presentadas poco antes de la hora límite.
Sin embargo, tres horas después, el Máximo Tribunal de Justicia de ese país rechazó detener la ejecución del mexicano.
“Hoy, Texas ha mostrado nuevamente su desprecio absoluto por el estado de derecho y los compromisos de los Estados Unidos por los tratados” internacionales, señaló Babcock.
“En su impulso por ejecutar al señor Tamayo, el Gobernador y el Procurador General voluntariamente ignoraron las promesas que hicieron a líderes de nuestra nación de que asegurarían la revisión de la violación de los derechos consulares del señor Tamayo”, señaló.
Por su parte, la cancillería mexicana lamentó la ejecución del reo Edgar Tamayo en Estados Unidos y reiteró que la decisión representa un desacato al fallo de la Corte Internacional de Justicia dictado en 2004 sobre el llamado Caso Avena.
“El mexicano Edgar Tamayo Arias fue ejecutado el día de hoy en Texas”, anunció la Secretaría de Relaciones Exteriores en un comunicado difundido poco después de que las autoridades de Texas confirmaran el ajusticiamiento del reo.
Antes de ser ejecutado, Tamayo conversó durante dos horas con sus padres, Héctor Tamayo e Isabel Arias, y recibió por separado durante otras dos horas a sus dos hijas. Su estado de ánimo fue descrito por funcionarios del Departamento de Justicia Criminal de Texas como “tranquilo y resignado”.
“Él dijo que no rendiría ninguna última declaración, que estaba listo para irse, que 20 años (en la cárcel) ya era mucho”, dijo Jason Clark, vocero de dicho departamento. El funcionario explicó que el martes Tamayo pidió chuletas de puerco, arroz, vegetales verdes, café y té para lo que pudo haber sido su última cena.
Agregó que el mexicano, sentenciado a muerte por el homicidio del policía Guy P. Gaddis el 31 de enero de 1994 en Houston, pasaba sus últimas horas realizando llamadas telefónicas a familiares y amigos.
Fuente: Sin Embargo, EFE y dpa