Perry deja Texas tras 14 años de gobernador

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El republicano Rick Perry concluirá su cargo este martes tras 14 años de gobernar a Texas con un legado en el que sus partidarios presumen el éxito de la economía y sus críticos le reprochan un profundo divisionismo político e ideológico además de dejar al estado con muy bajos niveles en educación básica. Perrry busca la candidatura republicana a la presidencia de EU en 2016

Perry asumió en diciembre de 2000 como interino en reemplazo del gobernador George W. Bush y fue electo para su primer período de cuatro años en noviembre de 2002, y reelecto en 2006 y 2010, y con ello pasó a ser el gobernador con más tiempo en el cargo en Texas.

Perry dejará la gubernatura durante una ceremonia en la que el republicano Greg Abbott será investido como nuevo mandatario estatal.

A lo largo de 14 años, Perry presidió una entidad que diversificó su economía y mantuvo uno de los índices de desempleo más bajos del país, al tiempo que pasó de 20 a 26 millones de habitantes.

Perry sustentó el denominado “Milagro de Texas” con una fórmula económica de bajos impuestos, escasa regulación e incentivos fiscales que han atraído en los últimos años a cientos de empresas que se han asentado en la entidad, generando nuevas fuentes de trabajo.

Sus críticos, sin embargo, lo acusan de haber promovido una economía que funciona para unos pocos ricos, y que deja detrás a la clase media y a las familias de escasos recursos.

“Rick Perry ha creado dos estados en Texas. Uno de los que están bien conectados y en la parte superior que se benefician de sus políticas, y otro para el texano trabajador y la clase media que tiene que pagar y enfrentar sus decisiones”, acusó esta semana, en un comunicado, el presidente estatal del Partido Demócrata, Gilberto Hinojosa.

Perry reconoció esta semana en un discurso de despedida ante la legislatura que “la creación de empleo no ha sido la respuesta a todos los males”, y que la rápida expansión de las empresas en la entidad acarreó retos, incluyendo una sobrecarga en las reservas de agua y en la infraestructura.

Sus políticas de crecimiento económico lo confrontaron con el gobierno federal, en especial en materia ambiental, al oponerse a que las emisiones de las empresas en Texas fueran limitadas bajo los estándares federales, más estrictos que las regulaciones estatales.

En el renglón educativo, Perry deja un historial mixto. El gobernador se anotó éxitos en lo que respecta a la educación superior al haber “cerrado brechas” y logrado mayores índices de graduación de estudiantes hispanos y afroamericanos.

Su plan de largo plazo en educación superior dado a conocer al inicio de su administración en 2000, superó con creces su objetivo al adjudicarse la graduación de más de 210 mil estudiantes que recibieron título universitario desde entonces.

Sin embargo, en lo que respecta a educación básica, Texas ocupa uno de los últimos lugares en Estados Unidos, con estudiantes del cuarto grado ubicados en el número 41 de la nación en lectura y comprensión.

Un creciente número de niños hispanos en las escuelas públicas de Texas no han mejorado en sus calificaciones de lectura desde 2002.

Los estudiantes han obtenido mejores resultados en matemáticas, donde los de octavo grado clasifican en el lugar 16 en todo el país.

En 2014, un juez estatal dictaminó que el sistema de financiamiento a la educación pública en Texas es anticonstitucional, dado que el estado sigue sin suministrar fondos adecuados a las escuelas públicas.

El fallo se dio en respuesta a una demanda interpuesta por unos 600 distritos escolares de Texas en contra del estado, luego que en 2011 se les recortaron cinco mil 400 millones de dólares en fondos, para solventar el déficit en el presupuesto estatal.

En lo que respecta al renglón de salud, Perry gobernó bajo una agenda conservadora al impulsar políticas que limitaron el acceso al aborto, de manera que esta práctica disminuyó a niveles históricamente bajos.

El mayor cambio durante el mandato de Perry para médicos y hospitales ha sido la reforma que limita la posibilidad de entablar demandas en su contra. Las demandas por negligencia médica han disminuido, lo que ha colaborado para que los costos de los seguros de salud en Texas continúen siendo de los más bajos del país.

Aun así, dejará el cargo con más de seis millones de texanos sin contar con seguro de salud, 1.5 millones más que cuando asumió en 2000.

Respecto a inmigración y seguridad fronteriza, Perry se transformó a lo largo de los 14 años de su gobierno, un cambio que observadores políticos consideran fue influenciado por su aspiración presidencial.

Al inicio de su gubernatura, Perry se pronunció a favor de un programa de trabajadores huéspedes para importar mano de obra desde México.

El gobernador promulgó luego una ley que otorgó colegiaturas reducidas a inmigrantes indocumentados en universidades estatales, lo que convirtió a Texas en la primera entidad estadunidense en aprobar este tipo de legislación, que luego adoptaron otros estados del país.

En 2005, Perry comenzó lentamente a modificar su oposición, expresando su preocupación la falta de seguridad a lo largo de la frontera sur y por vez primera destinó 3.7 millones de dólares en recursos para dotar de equipo y personal a los condados fronterizos.

Texas ha destinado desde entonces cientos de millones de dólares a la seguridad fronteriza y actualmente mantiene con sus propios recursos el despliegue de mil soldados de la Guardia Nacional en la zona.

Líderes del Partido Demócrata en Texas sostienen que Perry aplicó una agenda diseñada políticamente para atraer a las bases conservadoras a su posible candidatura presidencial en 2012 y posiblemente en 2016.

Perry, de 64 años, se declaró listo el pasado viernes en una entrevista de prensa para una segunda candidatura a la Casa Blanca, pero aseguró que aún no toma una decisión al respecto.

Fuente: AP

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