El testimonio es validado por un juez y es una evidencia en contra del capo
Integrantes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos colaboraron con el cártel de Sinaloa, encabezado por Joaquín “Chapo” Guzmán, en el tráfico de armas para dotar de capacidad de fuego a esta organización criminal en años recientes, de acuerdo con la declaración de un testigo protegido de la Procuraduría General de la República (PGR) en uno de los procesos que se le siguen actualmente.
El testimonio fue validado por un juez y es una evidencia en contra del capo en la causa penal 50/2011, en la que se le imputan delitos de delincuencia organizada con la finalidad de cometer delitos contra la salud.
El testimonio forma parte de las pruebas que sirvieron para emitir el auto de formal prisión contra Guzmán el 5 de marzo de este año en el Juzgado Sexto de Distrito en Materia de Procesos Penales.
En este expediente —uno de los seis por los que enfrenta juicio a partir de su captura— a Guzmán Loera se le imputa el liderazgo del narcotráfico en Sonora, Sinaloa y Chihuahua, por medio del grupo criminal Gente Nueva, una de sus células y brazo armado.
El 28 de marzo de 2011 el testigo protegido Javier Sandoval Interial, con clave “Victoria”, declaró en la indagatoria PGR/SIEDO/UEITA/034/2011 que inició su actividad en el cártel de Sinaloa en noviembre de 2009 y en cuestión de cinco meses se convirtió en jefe de plaza en Nogales, Sonora, para Gente Nueva.
Entre sus revelaciones, destaca que algunas de las armas que se conseguían para el cártel y la célula de Gente Nueva cruzaban por Agua Prieta, Sonora, donde él las recogía, y que “en la frontera del lado de Estados Unidos, donde el proveedor las dejaba en camionetas abandonadas, dichos vehículos eran escoltados por la Border Patrol hasta la frontera con México para evitar que fueran interceptadas”.
Además precisó que un grupo denominado “Los Salazar”, adherido después a Gente Nueva, es una de las células que se encarga de traer las armas de fuego desde Estados Unidos.
Este testigo protegido fue asesinado en diciembre de 2012 en la colonia Narvarte de la capital del país, a pesar de estar bajo protección federal. No obstante, para el juez que procesa al “Chapo” sus declaraciones siguen teniendo validez y forman parte de las evidencias en el juicio 50/2011 en su contra.
Sandoval Interial reveló además que la cocaína que se trafica en la zona “proviene de Panamá, llega a Puerto Peñasco, Sonora, y de ahí la llevan por tierra a Mexicali o a San Luis Río Colorado, para después brincarla a EU”, operaciones para las que también era necesario pagar a autoridades locales.
En la declaración preparatoria se le notificó al “Chapo” que se le señala como líder de estas operaciones, pero se reservó su derecho a declarar.
Fuente: El Informador
