El papa Francisco aceptó la renuncia anticipada de un obispo canadiense fuertemente criticado por oponerse a las normas LGBT en las escuelas públicas.
El lacónico anuncio del Vaticano sobre la renuncia del obispo Frederick Henry no mencionó la polémica en Canadá. Henry tiene 73 años, dos menos que la edad en la que los prelados deben ofrecer su renuncia al papa.
El sucesor de Henry en la diócesis de Calgary es monseñor William McGrattan, actual obispo de Peterborough, quien trabajó como ingeniero antes de ordenarse sacerdote en 1987. Tiene 60 años.
El año pasado, Henry fue objeto de fuertes críticas al calificar de “anticatólicas” y “totalitarias” las normas de la provincia de Alberta que permiten a los niños transgénero usar el baño de su elección y vestirse o participar de equipos deportivos de acuerdo con su percepción de género.
En diversas ocasiones, Francisco ha fustigado la “teoría del género”, que considera una amenaza al matrimonio. También ha criticado las escuelas que, según él, adoctrinan a los niños con la idea de que el género puede ser electivo.
Sin embargo, consecuente con su hincapié en la misericordia y no juzgar a la gente, ha dicho a la prensa que ha atendido a personas transgénero siendo sacerdote y obispo en Argentina y ahora como pontífice.
El año pasado, citó una carta que recibió de un hombre transgénero español que posteriormente se casó con una mujer. Francisco dijo que recibió a la pareja en una audiencia y observó que eran felices. Añadió que criticó al párroco del hombre, que le gritaba “irás al infierno” cada vez que se cruzaba con él por la calle.
Las siglas LGBT designan a la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales.
Fuente: AP
