Concepción Cabrera de Armida se convirtió en la primera laica mexicana en ser beatificada al atribuirle el milagro de sanar a un hombre mientras se encontraba paralítico. Fue fundadora de la Congregación de los Misioneros del Espíritu Santo
Luego que el Papa Francisco declarara oficialmente beata a la fundadora de congregaciones religiosas, en México se realizó la ceremonia respectiva presidida por el arzobispo primado, Carlos Aguiar Retes, en la Basílica de Guadalupe.
El acto inició con la solicitud de beatificación a nombre de todos los obispos del país y del “pueblo de Dios” y después se leyó la biografía de la nacida en San Luis Potosí en 1862.
Posteriormente se procedió a la lectura del decreto, en el que el Papa inscribe en el Libro de los Beatos a “Conchita”.
Luego se develó su imagen oficial que la Iglesia aprueba para su veneración y posteriormente fue la procesión de la reliquia.
La ceremonia se lleva 81 años después de que Cabrera falleciera el 3 de marzo de 1937.
La beata organizó retiros espirituales para mujeres y fue fundadora de la Congregación Sacerdotes de la Cruz con el nombre de Misioneros del Espíritu Santo.
También fundó a la religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús.
El 15 de mayo de 1974 sus restos fueron trasladados a la Casa de los Misioneros del Espíritu Santo.
Fuente: Reforma