PANAMA PAPERS: Cómo Slim compró tesoro cinematográfico de México

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Un trabajo conjunto entre Aristegui Noticias y el diario holandés Trouw revela cómo fue que los dueños de los derechos de transmisión sobre una parte de las películas pertenecientes a la época de Oro del Cine Mexicano protagonizadas por Pedro Infante, María Félix o Sara García junto con otras de etapas distintas en la cinematografía nacional como las que tuvieron al famoso luchador El Santo, ganaron más de 35 millones de dólares mediante una operación de negocios encubierta, la cual puede revelarse ahora como parte de la investigación periodística mundial Panama Papers.

Por Sebastián Barragán y Karlijn Kuijpers

Ismael Rodríguez Vega y Roberto Rodríguez Enríquez, herederos de los derechos de transmisión sobre 253 películas, algunas de ellas pertenecientes a la Época de Oro del Cine Mexicano, evadieron al fisco durante la venta de los derechos por un monto de 35 millones 420 mil dólares a la empresa América Móvil, perteneciente al multimillonario Carlos Slim.

En este negocio intervino el despacho de abogados Doporto & Asociados -como representantes de los hermanos Rodríguez Ruelas- y la firma Mossack Fonseca, que se encargó de crear una estrategia que pasó por fideicomisos en Nueva Zelanda, empresas en Ámsterdam y en las Islas Vírgenes Británicas –uno de los paraísos fiscales caribeños- de acuerdo con documentos e información obtenida dentro de la investigación periodística internacional Panamá Papers.

Durante décadas, Televisa gozó de esos derechos. Las películas mexicanas de esa época se transmitieron en toda Latinoamérica y en otras partes del mundo. Sin embargo, hubo un desacuerdo cuando los herederos de los hermanos Rodríguez Ruelas intentaron renovar su contrato con la empresa propiedad de Emilio Azcárraga Jean.

La transacción tuvo dos momentos clave. En diciembre del 2014, los herederos entregaron por 500 mil dólares los derechos de esas cintas a una empresa holandesa llamada Movie Capitals, una firma que existe solo en el papel, creada por el despacho Infintax en Ámsterdam.

Apenas cinco meses después, en mayo del 2015, esos mismos derechos se vendieron a la compañía América Móvil en 35 millones 420 mil dólares; es decir, 70 veces el valor que se asignó en la primera operación.

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Las ganancias reales para los hermanos Rodríguez Ruelas cayeron en una red de fideicomisos en Nueva Zelanda, empresas en Holanda y las Islas Vírgenes Británicas.

No obstante, seguir el rastro de los herederos mexicanos no es tarea fácil gracias al blindaje construido por Doporto, Infintax y la firma panameña especializada en crear empresas fantasma, Mossack Fonseca.

En Nueva Zelanda, Mossack Fonseca recurrió a uno de sus ejecutivos más experimentados, Daniel León -el mismo que intervino en el caso de Juan Armando Hinojosa Cantú, el constructor de La Casa Blanca de Peña Nieto- para abrir dos fideicomisos: Petrus y Potros. En ambos, los herederos de algunas de las joyas de la cinematografía mexicana aparecen como beneficiarios.

Los fideicomisos se fundaron sin depósitos de efectivo, pero a cambio tendrían control sobre dos empresas holandesas llamadas Meredith y Motura, cuyos directivos son empleados de Mossack Fonseca.

El siguiente paso fue crear una compañía en las Islas Vírgenes Británicas bautizada como Vortex Global Business, la cual sólo existe en el papel, es decir, sin oficinas pero con cuentas bancarias en Italia. Como propietarios, colocaron a las empresas recientemente creadas en Holanda, antes mencionadas: Meredith y Montura.

En esa isla, no es posible conocer los nombres y los datos de los propietarios ni sus directorio. La única manera de hacerlo es con un mandato judicial. Y, aún en ese caso, aparecerían las firmas holandesas manejadas por empleados de Mossack Fonseca.

El abogado Bernardo Jaskille, en ese entonces miembro del despacho Doporto & Asociados, escribió en un correo electrónico dirigido a Mossack Fonseca que deseaban tener una estructura de negocio suficientemente sólida para “romper el vínculo de control que marca la legislación mexicana en su Código Fiscal”.

Aristegui Noticias y el medio holandés Trouw investigaron este caso a través de la base de datos que compartió el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés).

LOS CLÁSICOS DEL CINE NACIONAL

El material fílmico fue producido por los hermanos Ismael (1917-2004), Roberto (1909-1995) y José de Jesús “Joselito” (1907-1985) Rodríguez Ruelas, tres cineastas de la Época de Oro del Cine Mexicano.

Las cintas tiene como protagonistas como María Félix, Pedro Infante, Germán Valdés “Tin Tan”, Sara García, Pedro Armendáriz, Elsa Aguirre, Silvia Derbez y Joaquín Cordero.

Dentro del lote de 253 películas destacan títulos como “Píntame angelitos negros”, “Ay Jalisco no te rajes”, “Los Tres García”. También están las películas del Santo, el enmascarado de plata, y títulos como “El Gato con Botas”, “Rubí” y “Caperucita Roja”.

Todo el material quedó a nombre de las empresas Películas Rodríguez y Cinematográfica Rodríguez, que a su vez tenían como representantes a los primos Ismael Rodríguez Vega y Roberto Rodríguez Enríquez, hijos de Ismael y Roberto.

EL PAPEL DE DOPORTO

El abogado Luis Doporto, socio fundador del despacho de abogados del mismo nombre, dijo a Aristegui Noticias que la familia Rodríguez contrató sus servicios para vender estas películas porque no lograron un acuerdo comercial con Televisa, la empresa que durante décadas programó estas cintas en televisión abierta.

Luis Doporto recibió a los reporteros de Aristegui Noticias en sus oficinas de la colonia Polanco en la ciudad de México. Reiteradamente pidió que no se grabara su voz durante la entrevista, aunque aceptó que se publicaran las notas a mano y electrónicas que tomaron los periodistas durante el encuentro.

Doporto dijo que su despacho sólo representó a la familia Rodríguez en la venta de las películas a la empresa holandesa Movie Capitals y que después no tuvo conocimiento de la transacción con América Móvil.

Sin embargo, los #PanamaPapers documentan que los abogados Bernardo Jaskille, Lea Maud Fischer y el propio Luis Doporto tuvieron conocimiento de la estructura desde el principio.

Jaskille dijo a Daniel León, el titular de Mossack Fonseca en Nueva Zelanda, que los fideicomisos servirían para “romper el vínculo de control que marca la legislación mexicana en su código fiscal”.
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En junio de 2015, Lea Maud Fischer envió otro correo a Juan Carlos Martínez de Mossack Fonseca para explicarle toda la operación, incluyendo pagos y comisiones a las empresas intermediarias en Holanda, Islas Vírgenes Británicas y los fideicomisos en Nueva Zelanda.
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LA OPERACIÓN EN CÁMARA LENTA
En los correos electrónicos consta que los despachos de abogados armaron empresas de papel que simularon tener intereses en la venta de las películas.

La firma Vortex Global Bussines, creada en las Islas Vírgenes Biritánicas, fue el eje sobre el que giró la operación. Sus directivos –los empleados de Mossack Fonseca- contrataron a otra firma, Movie Capitals –de nuevo en Holanda también controlada por ellos – para que comprara las películas a la familia Rodríguez por 500 mil dólares.

Ya con los derechos de la película en su portafolio de inversiones, Movie Capitals vendió las 253 cintas a América Móvil en 35 millones 420 mil dólares, de los cuales retuvo el 4.75 por ciento como parte de sus comisiones.

El resto del dinero fue enviado a la cuenta bancaria en Italia de Vortex Global Bussines –empresa de las Islas Vírgenes Británicas- la cual, a su vez, distribuyó el dinero hacia las empresas holandesas, operadas por los fideicomisos en Nueva Zelanda donde los hermanos Rodríguez fueron inscritos como los beneficiarios. De esta manera, ellos no tuvieron que reportar el 100 por ciento de la operación en México. El dinero podía quedarse en el extranjero.

Así es la estructura en los correos filtrados de Mossack Fonseca:

Petrus.pdf by Aristegui Noticias


La periodista Karlijn Kuijpers buscó insistentemente una entrevista con el bufete holandés Infintax –los socios del despacho mexicano Doporto-, pero prefirieron no hacer comentarios.

Infintax ha creado decenas de empresas fantasma para ayudar a mexicanos y ecuatorianos a evadir el pago de impuestos.

COMPRADOR

Un portavoz de América Móvil dijo a Aristegui Noticias que el papel de la multinacional fue verificar la identidad de los vendedores y el material.

Al llegar a un acuerdo sobre el precio y condiciones, la empresa de Carlos Slim depositó los recursos y firmó los contratos correspondientes.

El ejecutivo de la multinacional autorizado para dar una postura institucional, quien prefirió no ser citado por nombre, afirmó vía telefónica que cumplen al 100 por ciento con las normas fiscales. Dijo que no conocen las operaciones previas de la familia Rodríguez y en todo caso ellos deben responder por el pago de sus impuestos.

Aseguró que las cintas se están integrando al catálogo de ClaroVideo, la apuesta de Carlos Slim para competir en el nicho que lidera Netflix.

Lista de películas.pdf by Aristegui Noticias

Fuente: Aristegui Noticias

 

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