Otro despegue y aterrizaje de la 4T en abril

0

Por Francisco Javier Pizarro Chávez

Desde el arribo a la presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador dejó en claro a propios y extraños, que el proyecto de su gobierno era consolidar la 4ta Transformación de México.

Al inicio de su mandato presidencial, el 31 de agosto de 2021, señaló que impulsaría a partir de la segunda mitad de su sexenio, tres reformas a la Constitución para consolidar la 4ta Transformación.

La primera para rescatar y fortalecer la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Pemex; la segunda para impulsar una reforma electoral realmente democrática mediante la Consulta Popular de vinculación a proceso de los ex presidentes de la República y la tercera, la Consulta de la Revocación y/o la Ratificación de su mandato presidencial, respecto a la desconfianza o apoyo de la sociedad, de su gestión, en particular de sus políticas de bienestar social, el combate a la corrupción y la impunidad y el fortalecimiento de la austeridad presupuestal, que los partidos opositores y los neoliberales, califican como “populismo”.

En el mes de abril próximo se inicia el “despegue y aterrizaje” de la segunda fase de la 4ta Transformación. La ruta de vuelo de esta transición de la política, sin embargo, es de “luces y sombras” ya que el futuro siempre es incierto y no hay destino definido por sí mismo. El presidente de la República y sus opositores neoliberales lo saben.

Tan es así que la reciente puesta en marcha del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) de Texcoco por el presidente, en cumplimiento de su proyecto en tan solo tres años, sorprendió a los medios de comunicación, partidos opositores y magantes, los cuales se lanzaron en su contra, sin fundamento alguno.

Nunca se percataron que las pistas y motores de vuelo creadas que tanto desdeñaron, fueron festejadas por miles de mexicanos, los gobernadores priistas y panistas del Estado de México y Querétaro, y el magante Carlos Slim.

El próximo mes entran en vigencia dos ejes fundamentales de la democracia participativa y la representativa. Me refiero, al eje de la Consulta de la Revocación de mandato el 10 de Abril que el INE ha pretendido manipular quejándose de la falta de presupuesto para no establecer casillas a lo largo y ancho de la República con el fin de que el porcentaje de la votación de los ciudadanos que están a favor de la ratificación de mandato, no supere el 40 % establecido por la ley y, consecuentemente, se apruebe la revocación del mandato del presidente de la República, que tanto añoran los partidos opositores, Frena, Claudio X González.

El otro eje de la democracia representativa, es la votación legislativa de la Cámara de Diputados y del Senado, respecto a Reforma constitucional de la Ley de la Industria Eléctrica, que el PRI, el PAN y el PRD, están en contra. Todo indica que sus amenazas no les va a funcionar.

La Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Loretta Ortiz Ahlf, difundió a medios de comunicación el viernes pasado, que el Poder Legislativo debe aprobar que el Estado garantice el acceso de la energía eléctrica, ya que es un servicio del interés público que debe prevalecer sobre los intereses particulares de empresas de nuestro país y de otras naciones, que tienen como norma el “libre mercado”, no la del desarrollo nacional integral y sustentable para fortalecer la soberanía del país.

El presidente López Obrador fue más conciso. En la conferencia mañanera de ese mismo día en Cuernavaca Morelos, dijo a empresarios particulares nacionales y extranjeros, que “No se preocupen”, “nadie saldrá perjudicado” ya que “el eje de la iniciativa de la reforma de la Ley de la Industria Eléctrica, es que “los particulares conserven el 46% del mercado y la CFE el 54%”.

Socarrón como siempre les agregó “Les pido que entiendan que los partidos a los que apoyan para proteger sus intereses perdieron la elección de 2018. Va ser interesante observar cómo van a votar los diputados, porque el que fundó la Comisión Federal de Electricidad fue el presidente Lázaro Cárdenas, pero el que nacionalizó la industria eléctrica fue el presidente Adolfo López Mateos”

Reiteró que es necesario fortalecer a la CFE porque durante el período Neoliberal se buscó deliberarla y destruirla para “privatizar la industria eléctrica” no para los pueblos de nuestro país, sino a las empresas extranjeras. Carlos Salinas de Gortari impuso una “Ley secundaria” para otorgar permisos para la generación de energía eléctrica a empresas extranjeras.

Esa privatización redujo la presencia de la CFE y llegó a tal extremo que “una de esas empresas extranjeras, como IBERDOLA y otras empresas españolas de electricidad, contrataron a funcionarios públicos, entre ellos al ex presidente Felipe Calderón”.

Veremos y diremos quien sale ganando y aterriza a favor de la 4t o en su contra.

Comments are closed.