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El ajuste de cuentas entre Emilio Lozoya Austin y Carlos Treviño Morales, directores de Pemex con Enrique Peña Nieto, es otra punta para deshacer la madeja de complicidades en el saqueo a esa empresa que viene desde que Felipe Calderón se sometió a Odebrecht con el caso Etileno XXI.
Lozoya acusó a Treviño, su sucesor en la dirección de Pemex, tras un breve periodo de José Antonio González Anaya –concuño de Carlos Salinas–, de haber recibido 4 millones de pesos en sobornos y éste le reviró, desde su escondite de fugitivo, que él provocó pérdidas a la empresa por casi 3 mil millones de pesos por eliminar la cláusula que impedía penalizar el suministro de gas a la planta de Etileno XXI, propiedad de Idesa-Braskem, filial de Odebrecht.
“Luego de dos días de haber ocupado el cargo de director general de Pemex se eliminó del contrato de suministro de etano la inmunidad que impedía que México fuera demandado por Braskem-Idesa ante tribunales internacionales. Con ello, se produjeron incalculables perjuicios económicos a Pemex”, acusó Treviño a Lozoya, en una carta enviada al fiscal Alejandro Gertz.
“La suma de estas cantidades es 2 mil 813 millones de pesos que tuvieron que pagarse gracias a la eliminación de la inmunidad soberana”, subrayó Treviño, integrante del primer círculo de funcionarios que compartieron Calderón y Peña, y que controlaron los sectores hacendario y energético.
En uno de los tantos negocios que hizo este grupo se encuentran el contrato Etileno XXI, firmado el 19 de febrero de 2010, entre el director de Pemex Gas y Petroquímica Básica, Jordy Herrera, exsecretario particular de Calderón, y Odebrecht, que tenía en construcción una planta para procesar el gas en Veracruz, con créditos de Nafin que dirigía Héctor Rangel Domene. El contrato, firmado cuando la secretaria de Energía era Georgina Kessel –consejera de Iberdrola–, era muy nocivo para Pemex, porque preveía un suministro de etano “barato” a la planta de Etileno XXI, pero además Calderón emitió un decreto, el 23 de noviembre de 2012, para favorecerlo más.
En su momento, en la sesión del consejo de administración de Pemex del 29 de abril de 2011, el consejero independiente de Pemex Rogelio Gasca Neri alertó lo “desventajoso y turbio de las condiciones que favorecerían” a Odebrecht, pero José Antonio Meade, secretario de Energía, desestimó las advertencias.
Esta trama de alta corrupción, que desnuda otra vez el amasiato Calderón-Peña, fue descrita en la denuncia penal que, el 18 de junio de 2018, presentaron ante la extinta PGR Alfredo Figueroa y Paolo Diez Gargari, y que volvieron a presentar ante la FGR el 10 de agosto de 2020. Con lo informado por Treviño, la FGR tiene más elementos sobre los sobornos al grupo de Calderón y que, según Lozoya, Luis Videgaray y Luis Weyll, de Odebrecht, había entregado por Etileno XXI.
El exsenador Ernesto Cordero habría recibido los sobornos a través de un tal “Conejo”, que podría ser Francisco Conejo Cejudo, un turbio operador financiero de Calderón…
POR ÁLVARO DELGADO
DIRECTOR DE INVESTIGACIÓN EN EL DIARIO DIGITAL “SIN EMBARGO”
PERIODISTA.ALVARO.DELGADO@GMAIL.COM
@ALVARO_DELGADO