La juez federal de una corte de Houston, Texas, Dolly Gee, ordenó al presidente estadunidense Donald Trump liberar, antes del próximo día 17, a todos los niños detenidos, ya sea solos o con sus familiares, de tres centros de detención para migrantes, por el riesgo de que se contagien de coronavirus en estas instalaciones, informaron la agencia Ap, la revista Time y la cadena noticiosa CNN.
La orden de Gee aplica a todos los menores que lleven más de 20 días recluidos en centros de detención familiar en Texas y Pensilvania, operados por las Agencias de Aduanas e Inmigración (ICE por sus siglas en inglés). Muchos de ellos permanecen ahí desde el año pasado. La juez justificó su orden al citar brotes de Covid-19 en dos de los tres centros de detención. Los niños serán liberados junto con sus padres, o serán enviados a familias de acogida, en caso de estar solos.
Estos centros de detención “están ardiendo” por el virus y “no es momento de tomar medidas a medias”, sostuvo Gee en su orden a Trump. En mayo pasado, ICE afirmó que había 184 menores de edad en tres centros de detención que están fuera de la jurisdicción de los albergues del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, que sólo a principios de Junio tenían bajo su custodia a mil niños. La cantidad de menores migrantes en este tipo de centros ha disminuido drásticamente desde que a principios de año Trump estableció una estricta política de deportación; aunada con el requisito de que los migrantes permanezcan en México mientras su solicitud de ingreso a Estados Unidos es analizada, en un largo proceso.
La orden de Gee se refiere específicamente a los niños, y no a sus padres o a adultos que los acompañen. El mes pasado, el ICE indicó que los niños eran libres de dejar los centros familiares de detención, pero en la mayoría de los casos sus padres, quienes debían permanecer detenidos, no tuvieron a quién designar como guardián legal de sus hijos o se rehusaron a hacerlo para no separarse de ellos. Activistas interpusieron demandas para exigir que las familias migrantes fueran puestas en libertad con el argumento, presentado, el pasado jueves, de que 11 menores y adultos resultaron positivos de Covid-19 en un centro de detención en Karnes, Texas. En el vecino condado de Dilley, dos adultos y un menor de dos años fueron aislados tras resultar infectados con el virus.
La abogada de migrantes, Amy Maldonado, declaró que los contagios indicaban claramente que el gobierno que encarcela a los migrantes no siente obligación alguna de responsabilizarse por la salud y la seguridad de los niños en centros de detención, por lo que insistió en que la única solución posible era dejar a los migrantes en libertad.
Fuente: La Jornada/ Agencias